Los estudios de las preñeces en la mayoría de las cepas de ratones se optimizan mediante la observación atenta de las características externas del ciclo estral para asegurar el emparejamiento con un macho durante el breve intervalo de receptividad de la hembra al apareamiento. También son importantes el reconocimiento del tapón de cópula, indicativo de apareamiento, y la observación de la apariencia externa de la hembra preñada, que se vuelve distintiva desde la mitad de la gestación. El seguimiento de la apariencia externa puede identificar a las hembras jóvenes que quedaron preñadas tras un apareamiento no detectado. Esto permite tomar decisiones tempranas para el uso apropiado de tales animales. La obesidad prematura complicará la evaluación visual de la preñez y requerirá la palpación de los fetos en el abdomen de la hembra para confirmar que se encuentra a mediados o finales de la preñez. La palpación no debe realizarse antes del día 12 de gestación sospechado, ya que puede causar daños en el lugar de implantación. Las características externas, así como las disecciones postmortem del ratón grávido y su útero, se ilustran para mostrar los cambios que progresan a lo largo de la gestación.