No hay otra forma de decirlo: Salir con más de 40 años apesta. Nuestros rostros están plagados de arrugas y manchas de la edad. Nuestros pechos se hunden hasta la caja torácica y nuestros culos se caen. Nuestras delgadas cinturas han sido sustituidas por rosquillas. Ni se te ocurra ponerte pantalones cortos en verano.
Salí durante muchos años como una de las mujeres solteras de más de 40 años. Los hombres con los que quería salir nunca me invitaban a salir, o si salía con un gran tipo, no volvía a saber de él. Me di cuenta de que hay dos razones principales por las que las mujeres maduras son incapaces de atraer y mantener el interés sincero de los hombres de calidad:
- Una mentalidad crítica, enjuiciadora y cerrada
- Expectativas elevadas (código para: irrazonables e inalcanzables)
Las mujeres son tristemente célebres por «La lista», una columna de casillas de verificación que caracterizan los rasgos y atributos que deben caracterizar al hombre con el que saldrán o se casarán.
Una mujer de mente cerrada rechaza automáticamente a un hombre por información superficial. Si él se presenta en la primera cita con la camisa equivocada, o su corte de pelo o sus gafas están pasados de moda, o es un poco reservado, ella saca su Sharpie y lo descarta como la basura de la noche.
O si le da una segunda cita, no le gusta su casa, su perro, su coche o sus programas de televisión favoritos y cierra su mente a la posibilidad de que ese hombre sea un diamante en bruto inteligente, cariñoso y estable, deseoso de ser pulido.
Me asombra la lista de fantasías de algunas mujeres: bolsillos profundos, casa cara, automóviles de lujo. Una amiga de talla grande me dijo que no aceptaría una cita a ciegas con un hombre porque era gordo.
Las mujeres solteras de más de 40 años pueden ser inflexibles con su «Lista». Han vivido su primera vida. Se deshicieron de su novio infiel y egoísta o se divorciaron de su marido autoritario y abusivo. Enviaron a sus hijos a la universidad y son autosuficientes. Es «tiempo para mí», dicen, y conjuran una larga lista de cosas imprescindibles y de cosas que no pueden ser aceptadas por ningún hombre.
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Conocí a mi marido en Match.com. En nuestra primera cita supe que no era el chico malo de pelo plateado que me atraía impulsivamente. No había una química excitante. Su ropa era desaliñada, monótona y cansada. Su conversación era moderada. Era calvo y tenía 40 libras de sobrepeso.
Pero algo en mi interior me decía que era el verdadero, y por eso acepté una segunda cita.
En realidad, salí con él porque tenía una granja con animales; pensé que sería divertido montar a caballo y acariciar una vaca. Seguí saliendo con él porque me invitaba a cenar, me adoraba y nunca me hizo preocupar. Me enamoré de su corazón y me casé con él. Hoy, mi marido tiene un armario lleno de ropa elegante, luce un peinado a lo Michael Douglas, ha perdido 12 kilos y tengo mi primer caballo.
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Si estás saliendo con alguien mayor de 40 años, no estoy diciendo que bajes tus estándares. Y no estoy diciendo que te conformes con el Sr. Fulano de Tal. Lo que digo es que te deshagas de tu lista de fantasías y le des a un hombre la oportunidad de mostrarte sus mejores y más duraderas cualidades. Puede que descubras que el hombre perfecto para ti está envuelto en un paquete diferente.
¿Y en cuanto a mi novia de talla grande? La convencí de que le diera una oportunidad al chico grande. Lo hizo. Se enamoró profundamente de él, diciendo que era el mejor hombre que había estado en su vida. Y se casó con él.
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Este artículo fue publicado originalmente en KnowItAllNancy. Reproducido con permiso de la autora.