Agua de coco

Hay un nuevo niño en la ciudad y gana adeptos a diario: el coco verde. Lo más probable es que lo hayas visto en manos de amigos o incluso de famosos que sorbían el néctar de la fruta, el agua de coco, a través de una pajita insertada. Tal vez usted mismo haya probado el agua de coco y haya disfrutado de su sabor refrescante para calmar la sed.

El agua de coco es el líquido transparente que se encuentra en el interior del fruto del coco sin madurar. A medida que el coco madura, este líquido se solidifica y pasa a formar parte de la pulpa blanca y dulce del coco, que comemos cruda como tentempié o utilizamos, a menudo rallada, en la cocina y la repostería. El agua de coco no debe confundirse con la leche de coco, preparada a partir de la pulpa del coco.

Hasta hace poco, mucha gente en Norteamérica no estaba familiarizada con los cocos jóvenes y verdes que se ofrecen a la venta en muchos eventos al aire libre, mercados de agricultores locales y tiendas de alimentos naturales.

Cuando los cocos jóvenes se venden a granel, normalmente se les ha quitado la cáscara exterior, y la parte interior restante se envuelve firmemente en plástico. Sin embargo, el agua de coco también está disponible en latas y tetra packs en su tienda local de alimentos saludables.

El agua de coco ha ganado rápidamente aceptación como una alternativa natural a las bebidas deportivas comerciales. Se dice que es el líquido más puro después del agua y que tiene numerosos beneficios para la salud, desde el apoyo digestivo hasta el alivio de los problemas urinarios y el control de la diabetes.

¿Moda o panacea?

¿La popularidad del agua de coco es sólo una moda pasajera o este líquido suave con sabor a almendra es realmente el elixir milagroso que se dice que es? Busquemos la respuesta en sus usos tradicionales y medicinales, así como en la ciencia nutricional moderna.

Nativo de las regiones tropicales, el coco se ha valorado durante mucho tiempo por su agua, aceite, leche y pulpa, pero sus otras partes también se utilizan: la cáscara como carbón vegetal; la cáscara fibrosa para hacer cuerdas y cepillos; y las hojas para hacer techos de paja.

En la antigua lengua india del sánscrito, el cocotero se conoce como kalpa vriksha, que significa «árbol que da todo lo necesario para vivir». De hecho, los cocoteros dan en abundancia: aunque los frutos tardan hasta un año en madurar, las palmeras florecen hasta 13 veces al año. Se producen constantemente nuevos cocos, y cada árbol da una cosecha casi continua, con una media de 60 cocos cada uno. Los cocos, y por lo tanto el agua de coco, están disponibles todo el año: el cocotero nunca retiene sus bendiciones.

PH en equilibrio

Desde el punto de vista nutricional, el agua de coco tiene un alto contenido de electrolitos naturales, especialmente potasio, calcio y magnesio. Estos minerales son altamente alcalinizantes, apoyando el equilibrio del pH del cuerpo y por lo tanto la función metabólica óptima.

La típica dieta moderna, alta en alimentos procesados y granos refinados, tiende a empujar el cuerpo hacia un estado de exceso de acidez, alterando así el equilibrio bioquímico y abriendo la puerta a numerosos problemas de salud que van desde pequeñas molestias a enfermedades graves. Al reponer la reserva mineral alcalina del cuerpo, el agua de coco ayuda a restablecer un equilibrio de pH saludable, fortaleciendo así el sistema inmunológico y apoyando el metabolismo en general.

Además, el agua de coco contiene pequeñas cantidades de vitaminas del complejo B, especialmente folato, junto con varios otros micronutrientes y fitoquímicos en una forma altamente biodisponible. Este excelente perfil nutricional bien puede explicar los informes sobre el aumento de la energía, el bienestar y la mejora de la salud general que se asocian con frecuencia al consumo de agua de coco.

Energía electrolítica

La presencia de electrolitos beneficiosos también hace del agua de coco una excelente bebida energética, muy eficaz para rehidratar el cuerpo después del ejercicio. Muchas bebidas deportivas comerciales tienen un alto contenido de azúcar, normalmente en forma de jarabe de maíz de alta fructosa, y también contienen colorantes y aromatizantes químicos, junto con otros ingredientes potencialmente dañinos. El agua de coco es la alternativa natural perfecta.

Un estudio realizado en 2002 comparó la eficacia del agua de coco fresca con una bebida de carbohidratos y electrolitos (CEB) y con agua normal para la rehidratación de todo el cuerpo y el restablecimiento del volumen sanguíneo durante un período de rehidratación de dos horas después de la deshidratación inducida por el ejercicio.

El estudio concluyó que el agua de coco causaba menos náuseas y saciedad y no provocaba malestar estomacal, y también era más fácil de consumir en mayores cantidades en comparación con la CEB y el agua normal. El estudio determinó que el agua de coco joven era eficaz para la rehidratación de todo el cuerpo después del ejercicio.

El agua de la vida: ¡hazla orgánica!

El agua de coco es un líquido isotónico naturalmente estéril cuya composición química es similar a la del plasma sanguíneo. El agua de coco se ha utilizado con éxito como sustituto a corto plazo del líquido de hidratación intravenoso, normalmente en lugares remotos y en situaciones de emergencia en las que no se disponía de solución médica intravenosa.

Un estudio de 2004 concluyó que el agua de coco verde no es completamente equivalente a la nutrición intravenosa de grado médico con oligoelementos. Sin embargo, todavía puede proporcionar suficiente apoyo de al menos algunos de los oligoelementos si se utiliza como sustituto.

Interesantemente, el estudio también determinó que la presencia de varios oligoelementos en el agua de coco era mucho menor que los valores reportados previamente en la literatura, especialmente en los cocos de las zonas donde el suelo está contaminado. Esto demuestra claramente la importancia de elegir cocos ecológicos, y alimentos ecológicos en general, si queremos conseguir una nutrición óptima para nosotros y nuestras familias.

Cocinar con agua de coco

La versátil agua de coco puede añadir nutrición y un sabor único y agradable a sus platos y bebidas favoritos.

Añádala a:

  • sopas y salsas
  • agua de cocción para el arroz y otros granos
  • smoothies, batidos y mezclas de zumos de frutas

Sustituye el agua de coco por:

  • agua o leche en repostería
  • bebidas deportivas comerciales

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