Para muchas personas, acurrucarse con un buen libro es una forma de alivio del estrés. Pero para las personas con dislexia, una dificultad de aprendizaje común que afecta a la forma en que el cerebro procesa el lenguaje, la lectura puede ser increíblemente frustrante. Ahora, un nuevo sitio web intenta mostrar a las personas sin dislexia lo confuso que puede ser este trastorno.
La dislexia es la dificultad de aprendizaje más común, que afecta al menos a una de cada 10 personas en todo el mundo, según Dyslexia International. Aunque se trata estrictamente de la forma en que el cerebro procesa el lenguaje, hay varias ideas erróneas en torno a la dislexia, como que se debe a la pereza, a la baja inteligencia o a tener una visión defectuosa, según Understood, una organización que pretende ayudar a los padres de niños con problemas de aprendizaje y atención. Basta con pasar unos segundos en esta página web de simulación de la dislexia para entender que es mucho más complicado que eso.
El desarrollador Victor Widell tuvo la idea de la página después de que una amiga con dislexia dijera que cuando lee, las letras «saltan de un lado a otro», dijo Widell a Quartz. En la superficie, la página muestra lo difícil que puede ser analizar el revoltijo de palabras que puede ver una persona con dislexia. Pero en un nivel más profundo, muestra que la dislexia no se reduce a la pereza, la falta de inteligencia o la mala visión. Este es un ejemplo del texto del sitio, que se desordena constantemente, lo que hace que sea aún más difícil de entender.
Aunque los científicos todavía están tratando de determinar exactamente qué causa la dislexia, tienen algunas ideas. Las personas con dislexia tienen problemas con la ortografía (forma escrita) y la fonología (estructura de los sonidos) del lenguaje, según la Asociación Internacional de Dislexia. Básicamente, el cerebro de una persona con dislexia está probablemente conectado de forma diferente al de una persona sin ella. Estas dificultades se manifiestan a menudo en forma de síntomas como problemas para reconocer las palabras, problemas para relacionar las letras con los sonidos, dificultad para sujetar un lápiz, problemas para entender los chistes, etc. La dislexia no sólo afecta a la lectura, sino que puede interferir en todo tipo de acciones relacionadas con el lenguaje.
Muchos recursos citan el «planum temporale», una parte del cerebro que ayuda a las personas a comprender el lenguaje, como posible causa de la dislexia. «Suele ser más grande en el hemisferio dominante (el lado izquierdo del cerebro para los diestros) que en el derecho», según Understood. Pero en una persona con dislexia, «el planum temporale es probablemente del mismo tamaño tanto en el lado izquierdo como en el derecho del cerebro». También hay un componente genético en algunos casos, ya que la dislexia suele transmitirse de padres a hijos.
Cuanto antes se detecte la dislexia, más probable será que alguien pueda trabajar en sus habilidades lingüísticas y ver cambios positivos. Este concepto se conoce como «neuroplasticidad», según Understood. Con la atención y la tutoría correctas, alguien con dislexia «puede lograr mejoras reales y duraderas en la capacidad de lectura.» Con esto en mente, el sitio de Widell no es sólo una forma interesante de caminar en los zapatos de otra persona: está creando conciencia que podría potencialmente llevar a alguien con dislexia a obtener la ayuda que necesita o, al menos, a ser mejor comprendido.