Una dieta de eliminación es una opción de tratamiento común. Es importante hablar con un alergólogo/gastroenterólogo cualificado y contar con un dietista con experiencia en alergias alimentarias antes de realizar una dieta de eliminación. La dieta de eliminación se adapta a cada persona. Algunas personas pueden identificar los alimentos específicos que desencadenan los síntomas, pero la mayoría no puede. Puede haber más de un alimento implicado. Algunos médicos pueden sugerir la eliminación de hasta 6/8 alérgenos alimentarios comunes (leche, huevo, soja, trigo, cacahuete/nueces, marisco/pescado). Estudios recientes indican que la leche, el huevo, el trigo y la soja son los alimentos más comunes que desencadenan la EoE, por lo que algunos especialistas pueden recomendar la eliminación de estos 4 alimentos solamente. No existe ninguna prueba (prueba de punción, análisis de sangre o prueba del parche) que pueda indicar de forma fiable los alimentos específicos que desencadenan la EoE. Con cualquier dieta de eliminación es importante asegurarse de que la dieta es equilibrada, de que se mantiene el crecimiento y de que existe un plan para volver a evaluar.
Una dieta elemental consiste únicamente en un alimento médico especial llamado fórmula elemental, que contiene aminoácidos (los componentes básicos de las proteínas), grasas, azúcares, vitaminas y minerales. Algunas personas necesitan una sonda de alimentación para asegurarse de que reciben una cantidad suficiente de la fórmula o para que el esófago descanse. El paciente recibe la fórmula sola durante varias semanas y luego se le repite la endoscopia para ver si ha mejorado. Si la afección ha mejorado, los alimentos se introducen lentamente en la dieta y a menudo se repite la endoscopia para garantizar el control continuo con la reintroducción de alimentos.
La medicación puede utilizarse sola y/o junto con el tratamiento dietético. Los medicamentos más comunes utilizados en la EoE son los corticosteroides ingeridos, a menudo se utiliza un tampón de fluticasona (que se ingiere) o ampollas de budesonida (que se convierten en una papilla). Estos medicamentos recubren el esófago y ayudan a eliminar los eosinófilos. También pueden utilizarse medicamentos contra el reflujo ácido. El médico determinará qué medicamentos, si es que hay alguno, son adecuados para cada persona.
La dilatación del esófago puede utilizarse en personas con estrechamientos o estenosis graves del esófago para proporcionar un alivio instantáneo y, en segundo lugar, en aquellas con síntomas de larga duración que han probado la dieta o los medicamentos y no han mejorado. Aunque la dilatación es relativamente segura, este tratamiento es menos conveniente, ya que implica un procedimiento endoscópico y se utiliza mejor sólo en casos cuidadosamente seleccionados.