Otra forma de prevenir la gripe es vacunarse al principio de cada temporada de gripe (octubre o noviembre). Cuanto antes se vacune, mejor, porque la vacuna tarda unas dos semanas en surtir todo su efecto protector. Los niños menores de 9 años que nunca se han vacunado contra la gripe necesitan especialmente empezar pronto, porque tendrán que recibir dos vacunas con un mes de diferencia.
La vacuna contra la gripe se presenta en dos formas: una inyección y un aerosol nasal, y actúa desencadenando la respuesta del sistema inmunitario de su cuerpo. Cuando se vacuna contra la gripe, el cuerpo reconoce el virus de la gripe como un invasor extraño y produce anticuerpos contra él. La próxima vez que su cuerpo se encuentre con el virus de la gripe, recordará que se trata de un invasor hostil y lanzará rápidamente un ataque inmunológico para eliminar el virus.
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Pero si su cuerpo recuerda el virus, ¿por qué necesita vacunarse contra la gripe cada año? En primer lugar, porque las cepas de la gripe difieren de un año a otro; y en segundo lugar, porque la inmunidad disminuye con el tiempo.
La vacuna, que normalmente se administra en el brazo, está compuesta por tres virus diferentes. Las tres cepas son elegidas por científicos que trabajan en laboratorios de todo el mundo. Recogen los virus de la gripe y predicen qué cepas serán las más frecuentes en la próxima temporada de gripe. Los virus de la vacuna están inactivados, es decir, muertos, lo que significa que no pueden provocar la gripe.
La vacuna antigripal en spray nasal suele denominarse LAIV (vacuna antigripal viva atenuada). A diferencia de la vacuna contra la gripe, utiliza una versión viva pero debilitada del virus. Al igual que la vacuna, contiene tres cepas de gripe diferentes. Cuando la LAIV se pulveriza en la nariz, funciona de forma muy parecida a la forma inyectada de la vacuna, estimulando el sistema inmunitario para que desarrolle anticuerpos contra el virus.
¿Qué eficacia tiene la vacuna nasal? Un amplio estudio descubrió que reducía la incidencia de la gripe en los niños pequeños (de 1 a 7 años) en un 92%. El estudio no probó la eficacia del spray antigripal en adultos. Al ser una vacuna viva, la LAIV sólo se recomienda para personas sanas de entre 5 y 49 años.