El consumo regular de cocaína puede dañar las vías químicas del cerebro, y esos cambios pueden dificultar el pensamiento claro. Es posible que las personas con adicción a la cocaína ni siquiera sepan que tienen un problema. Las familias pueden concienciar mediante intervenciones, y cuando se inicia el tratamiento, pueden proporcionar amor y apoyo, para que la persona permanezca en tratamiento. Una vez finalizado el programa, las familias también pueden estar atentas a los signos de recaída, y pueden estimular la reincorporación al tratamiento cuando sea necesario.
La cocaína fue extraída y purificada por primera vez de la planta de coca autóctona de Sudamérica en 1860 por un estudiante de posgrado en Alemania, según publica el National Council on Alcoholism and Drug Dependence Inc. (La cocaína es un potente estimulante que produce un intenso subidón al bloquear la reabsorción de dopamina en el cerebro y mantener a los consumidores despiertos, concentrados y alerta durante horas. Aproximadamente 1,5 millones de estadounidenses mayores de 11 años abusaron de la cocaína en el mes anterior a la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud (NSDUH) en 2013. La cocaína está actualmente clasificada en Estados Unidos como una sustancia controlada de la Lista II por la Administración para el Control de Drogas (DEA). Aunque tiene algunos usos medicinales, como anestésico local por ejemplo, también tiene una alta incidencia de abuso y potencial de adicción.
La adicción es una enfermedad con varios desencadenantes y causas potenciales que en última instancia afectan a toda la unidad familiar. La genética, los traumas sufridos a una edad temprana, los problemas de salud mental y la composición biológica individual de cada persona pueden contribuir al abuso de sustancias y a la posible aparición de la adicción. El abuso regular de la cocaína realmente cambia la forma en que una persona es capaz de sentir placer al hacer cambios en las vías químicas en el cerebro. Afortunadamente, existen varias opciones de tratamiento que ayudan a revertir algunos de los cambios negativos en el cerebro y en la psique producidos por el abuso y la dependencia de la cocaína.
Cuando los seres queridos son adictos a la cocaína, puede que no entiendan que existe un problema o que el tratamiento es necesario y puede que no busquen ayuda por sí mismos. Es posible que las familias tengan que trabajar para convencer a sus seres queridos de que necesitan ayuda para cambiar la situación. Las drogas como la cocaína pueden interferir en los procesos normales de pensamiento de las personas, lo que hace que les resulte difícil entender que el cambio es necesario para su salud emocional y física, así como para el bien de los que les rodean. Los miembros de la familia y los seres queridos pueden ayudar a facilitar esta comprensión.
Los miembros de la familia y los seres queridos pueden ser los más capacitados para detectar cuando alguien tiene un problema de abuso de cocaína.
Detectar y reconocer los signos de adicción y de abuso de drogas problemáticas es la clave para saber cuándo es el momento de buscar ayuda. Cuando alguien es adicto a la cocaína, puede dedicar mucho tiempo a encontrar la forma de conseguir la droga, a consumirla y a recuperarse de sus efectos. La persona puede eludir sus obligaciones normales y ser poco fiable. Los seres queridos pueden notar un descenso en la producción laboral o en las calificaciones escolares. La salud física también puede verse afectada, ya que el consumo de cocaína puede disminuir el apetito normal, lo que provoca una pérdida de peso y una alteración de los patrones de sueño. Los cambios de humor y el comportamiento irracional también pueden ser evidentes en alguien que abusa regularmente de la cocaína.
Es importante cuidar primero de uno mismo cuando se trata de alguien potencialmente adicto a la cocaína y no dejar que la adicción se apodere de su vida también. Si un ser querido representa un peligro para cualquiera, busque ayuda profesional inmediata. La Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA) estimó que 855.000 estadounidenses de 12 años o más tenían un trastorno por abuso de sustancias debido al uso y abuso de cocaína en 2013; no estás solo.
Algunos consejos para tratar con un ser querido adicto a la cocaína incluyen:
- Infórmate sobre la enfermedad de la adicción, específicamente sobre los efectos mentales y físicos del abuso de la cocaína, así como sobre las posibles opciones de tratamiento y apoyo. Recuerde que la adicción a la cocaína es una enfermedad del cerebro y no una elección voluntaria.
- Sea paciente y persistente sin permitir el uso o abuso de drogas. Deje claro que no apoya el hábito de la droga, pero sí a la persona. No ponga excusas por el abuso de drogas de un ser querido ni le ofrezca apoyo financiero.
- Establezca límites y sea coherente a la hora de mantenerlos. Ayude a la persona a entender que el consumo de drogas no es aceptable para usted y que las acciones tienen consecuencias reales sin hacer amenazas vanas.
- Abra las líneas de comunicación sobre el abuso de drogas. Intente tener cualquier conversación sobre el consumo de drogas de un ser querido cuando la persona esté sobria y relajada. Ayude a su ser querido a entender la forma en que la adicción afecta a todos de manera tangible sin ser conflictivo.
Muchas veces, la clave para iniciar una conversación positiva sobre el tratamiento y la adicción puede ser ayudada con el aporte y la experiencia de un profesional capacitado a través de una intervención.
Establecer una intervención
Una intervención es generalmente una reunión de familiares, amigos y seres queridos que a menudo se planifica sin el conocimiento de la persona que lucha contra el abuso de drogas o la adicción.
En esta reunión, los seres queridos suelen destacar comportamientos específicos y casos en los que el abuso de drogas del individuo les ha afectado personalmente. El objetivo general de una intervención es motivar a una persona adicta a la cocaína, o a otras sustancias, para que entre en un programa de tratamiento de forma voluntaria.Más del 40% de todas las visitas a los servicios de urgencias debidas al abuso de drogas ilícitas tenían que ver con la cocaína, según el informe de la Red de Alerta sobre el Abuso de Drogas (DAWN) de 2008. El abuso de la cocaína tiene muchos riesgos y peligros para la salud que pueden minimizarse con una intervención temprana. Existe la idea errónea de que hay que tocar fondo para que una intervención tenga éxito, pero esto no es cierto. Mucha gente también cree que si alguien no desea entrar en tratamiento, entonces el tratamiento no funcionará. Esto tampoco es necesariamente así. El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) publicó estudios que mostraban que el mero hecho de estar en un programa de tratamiento contra el abuso de sustancias, sin importar cómo la persona llegara allí, era a menudo suficiente para motivar a alguien a hacer cambios positivos.
Una intervención debe ser cuidadosamente planificada para maximizar sus efectos mientras se minimizan sus riesgos.
Si un ser querido es propenso a los arrebatos violentos o a los cambios de humor extremos, o puede padecer una enfermedad mental, lo mejor es buscar el consejo y la aportación de un profesional médico o de la salud mental a la hora de planificar una intervención.Un profesional puede ayudar tanto o tan poco como la familia desee. Se puede celebrar una reunión previa a la intervención con los familiares y seres queridos de la persona adicta a la cocaína para elaborar un plan de acción detallado. Esta reunión puede ayudar a los familiares y a los seres queridos a organizar los pensamientos caóticos y a enfocar las emociones que se arremolinan de una manera más útil.Puede ser útil escribir los acontecimientos reales en los que el abuso de drogas de un ser querido haya tenido específica y directamente un efecto negativo. Es importante utilizar declaraciones «yo» y ser asertivo en lugar de agresivo. Tenga consecuencias claras y concisas que se aplicarán si el ser querido no decide entrar en tratamiento y dejar de consumir cocaína después de la intervención. Esté preparado para cumplir con las consecuencias. Investigue las opciones de tratamiento y considere la posibilidad de establecer algo con antelación.
Al final de una intervención, la esperanza es que la persona adicta a la cocaína entre en el programa de tratamiento elegido.
Comprensión de los diferentes modelos y métodos de tratamiento
La adicción es personal, y los diferentes planes de tratamiento pueden ser más eficaces para algunas personas que para otras. Conocer las opciones puede ayudar a las familias a decidir qué modelos serán los mejores para sus circunstancias específicas. Hay dos modelos principales de tratamiento, el tratamiento hospitalario y el tratamiento ambulatorio, y hay varias variaciones de ambos modelos.En los modelos de tratamiento ambulatorio, los que luchan contra el abuso de drogas y la adicción pueden asistir a una variedad de sesiones, reuniones y talleres cada día mientras vuelven a casa por la noche. Estos programas suelen ser más flexibles, aunque requieren una estrecha red de apoyo centrada en el tratamiento y la recuperación. Los modelos de tratamiento en régimen de internado suelen ser más completos, ya que las personas permanecen en el centro durante un periodo de tiempo para escapar de cualquier posible factor de estrés externo que pueda dificultar la recuperación. La atención en régimen de internamiento suele ofrecer un régimen de tratamiento más intensivo para aquellos que sufren adicciones de larga duración o más graves. No existe un plazo exacto para el tratamiento de la adicción, ya que la atención y la recuperación son muy individuales.
El abuso regular de la cocaína puede conducir a una dependencia de la droga que puede tener efectos secundarios tanto físicos como psicológicos. Como estimulante, la cocaína tiende a acelerar los sistemas y las funciones corporales; por lo tanto, cuando se retira repentinamente, el síndrome de abstinencia puede comenzar con una caída significativa de los niveles de energía, emociones y concentración, lo que provoca irritabilidad, problemas de concentración, depresión y fatiga.La cocaína tiene una vida media bastante corta. Según el Departamento de Salud de Australia, los síntomas de abstinencia y el deseo de consumirla pueden comenzar a las pocas horas de la última dosis. Para muchas personas adictas a la cocaína, la desintoxicación médica es el primer paso de un programa de tratamiento. Durante la desintoxicación médica, las personas son controladas las 24 horas del día para garantizar que todas las necesidades médicas y de salud mental sean atendidas de inmediato, y a veces se utilizan medicamentos para ayudar con síntomas específicos y con el deseo de consumir drogas. Una vez que se ha eliminado la cocaína del cuerpo de forma segura, se puede poner en marcha un plan de tratamiento integral, que probablemente incluirá sesiones de terapia, grupos de apoyo, oportunidades educativas y asesoramiento.
Algunos de los métodos de tratamiento para la adicción a la cocaína pueden incluir:
- Entrevista motivacional (MI): Se trata de un método en el que las pruebas de drogas negativas aleatorias se recompensan con premios o vales. Un estudio publicado por el Journal of Substance Abuse Treatment informó de que el 54,4 por ciento mostró una reducción del consumo de drogas con la IM frente al 38,7 por ciento del grupo de control.
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): Este modelo de terapia basado en la investigación se centra en la relación entre los pensamientos, las acciones y los comportamientos. Ayuda a las personas a aprender formas nuevas y más eficaces de manejar el estrés, y el NIDA la considera eficaz para prevenir las recaídas.
- Programas de 12 pasos: Existen grupos de apoyo y de 12 pasos tanto para los familiares como para los adictos a la cocaína. Estos grupos incluyen Narcóticos Anónimos y Cocaína Anónimos.
- Tratamiento farmacológico: No existen fármacos específicos para tratar la dependencia de la cocaína; sin embargo, el topiramato, principalmente un fármaco para la epilepsia, se ha mostrado prometedor en un estudio publicado en la revista JAMA Psychiatry.
Por lo general, se realiza una evaluación antes de iniciar el tratamiento y, posteriormente, de forma periódica, para garantizar que se está administrando el nivel de atención adecuado. Los individuos pueden pasar de un nivel de atención a otro, ya que las necesidades pueden cambiar durante el tratamiento. Los profesionales formados en el abuso y la dependencia de sustancias pueden ayudar a las familias a decidir cuál es el mejor método y modelo de tratamiento para su ser querido.
Sostenimiento de la recuperación e influencia de la familia
Las familias y los seres queridos desempeñan un papel importante en la recuperación de la adicción a la cocaína. Más allá de una posible intervención y de conseguir que un ser querido entre en el programa de tratamiento necesario, hay muchas cosas que los seres queridos y los familiares pueden hacer para apoyar la recuperación de la adicción y ayudar a mantener una vida libre de cocaína. Los seres queridos pueden ayudar a prevenir las recaídas estando atentos a las posibles señales de advertencia y a los desencadenantes que pueden haber llevado al abuso de la cocaína en el pasado. Puede ser mejor asegurarse de que los seres queridos se mantengan alejados de las situaciones y de las personas que asocian con el consumo anterior de drogas.
Los seres queridos también pueden asegurarse de que se asiste a todas las reuniones, sesiones de tratamiento y grupos de terapia según las indicaciones.
El asesoramiento y la educación familiar pueden ser muy útiles para restablecer una dinámica familiar saludable y comprender el papel de cada persona en la recuperación. Emprendan juntos una salida creativa, una actividad de ejercicio o un pasatiempo para mantener la mente ocupada mientras hacen algo constructivo y divertido. Considere métodos de curación alternativos y holísticos mientras mantiene un horario regular para comer y dormir. Al asegurar que todos duermen lo suficiente, así como una dieta nutritiva y una dosis saludable de ejercicio, las mentes pueden estar más claras y la recuperación puede ser más suave. La salud física puede ayudar a promover la salud mental y la claridad.
Ser comprensivo, positivo y paciente mientras te aseguras de atender tus propias necesidades durante la recuperación puede contribuir en gran medida a reparar las relaciones con un miembro de la familia o un ser querido que puede haber sido dañado por el abuso de drogas y la adicción.
Al apoyar a tu ser querido, puedes ayudar a esa persona a lograr una vida más sana y equilibrada.