Cómo cuidar el milagroso árbol de la moringa

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El árbol de la moringa es uno de los milagros de la naturaleza. También conocido como «árbol del rábano picante» o «árbol de la baqueta», las moringas tienen reputación por sus asombrosos beneficios medicinales y medioambientales. Los árboles de moringa crecen increíblemente rápido, y sus hojas comestibles y largas vainas de semillas están repletas de antioxidantes, vitaminas, minerales y proteínas. Además, el aceite de las semillas de moringa tiene poderosas propiedades de purificación del agua, cuyos beneficios sólo podemos empezar a imaginar. Muchas regiones del mundo dependen de esta planta casi mágica por sus muchos beneficios, por lo que tenemos todas las razones para cultivar más árboles de moringa en Fort Lauderdale!

Nativo de la India y Bangladesh, los árboles de moringa prosperan en nuestro clima soleado y tropical. Son un árbol de paisaje perfecto para los jardineros impacientes, ya que son capaces de alcanzar su altura madura completa en el lapso de un solo año. El cuidado del árbol de moringa también es perfectamente manejable para el jardinero ocupado, así que aquí está todo lo que necesita saber sobre cómo su propio.

El sol y el suelo adecuados para su árbol de moringa

El sol es el mejor amigo de un árbol de moringa. Plante el suyo en un lugar soleado de su jardín, pero tenga en cuenta que el nuevo árbol crece muy rápidamente y pronto dará sombra a las plantas de alrededor. Se sabe que algunas moringas crecen hasta cuatro metros en sólo seis meses. Son preferibles los suelos arenosos o limosos, pero la moringa se adapta bastante bien a diferentes tipos de suelo, siempre que la zona no tenga un contenido demasiado alto de arcilla.

Transplantar los árboles de moringa es fácil, pero requiere un poco de previsión. El día antes de llevar el árbol a casa, cava un agujero con una anchura y profundidad de 30 cm, añade un poco de abono y riega la zona. Asegúrate de que el agua drene rápidamente; si el agua forma un charco de drenaje lento, deberás elegir un lugar más arenoso.

Traiga el árbol a casa a última hora de la tarde, cuando la luz del sol no sea tan intensa. Retire con cuidado cualquier material del cepellón sobre el agujero antes de colocar el cepellón y la tierra circundante dentro. Rellena la zona, compactando la tierra para estabilizar el árbol. Termine dando al nuevo árbol un poco de agua para asentar la zona. Controle el nuevo árbol a diario durante los primeros días y riegue ligeramente para que la zona se mantenga bastante húmeda, pero no mojada ni embarrada.

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Alimentación y riego de las moringas

Las moringas son árboles bastante desinteresados: dan mucho y piden muy poco a cambio. Los árboles recién plantados deben ser regados con regularidad para mantener la tierra ligeramente húmeda, pero una vez que se hayan establecido, no deberían necesitar demasiada ayuda.

Su moringa agradecerá una aplicación ocasional de fertilizante orgánico. Añade algo más de abono a la zona una o dos veces al año si quieres promover un mayor desarrollo de las vainas. Si no le preocupa mucho la fructificación, su moringa estará bien por sí sola.

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Cómo podar un árbol de moringa

Las moringas no son muy exigentes en cuanto a agua o fertilizantes, ¡pero sí pueden crecer! La poda regular es esencial para evitar que su árbol crezca de forma desordenada. La poda de forma mantendrá el tamaño de su moringa bajo control y fomentará un crecimiento más completo y tupido.

Para promover la fructificación, pode las flores de su moringa en el primer año de la plantación. Al año siguiente, el árbol debería producir más flores, seguidas de una abundancia de sus vainas de aspecto único.

Las moringas responden muy bien a la poda agresiva, y debido a su rápido ritmo de crecimiento, muchos jardineros prefieren restringir su altura a no más de 12 pies. Esto mantiene sus vainas al alcance de la mano y hace que el recorte de las ramas más altas sea más manejable a medida que el árbol envejece. Al menos una vez al año, puedes recortar las ramas más viejas y dar forma al nuevo crecimiento según tus preferencias. Estos árboles son más resistentes de lo que parecen, así que no tengas miedo de eliminar más parte de la planta de lo que normalmente harías con tus otros árboles y arbustos.

Una vez que hayas terminado de podar, ¡no dejes que los recortes se desperdicien! Puede cosechar las hojas y añadir una pizca a sus ensaladas, pilafs, o casi cualquier otro plato para un impulso de superalimentos. Los recortes de Moringa también hacen maravillas para su pila de compost y son un excelente mantillo.

Estos increíbles árboles están llenos de personalidad y son una alegría para cultivar. Visítenos en Living Color Garden Center para ver nuestra selección de variedades de árboles de moringa. Estaremos encantados de ayudarle a disfrutar de los beneficios de este árbol milagroso en su jardín de Fort Lauderdale!

¡Compartir es cuidar!

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