Las costras a menudo se curan por sí solas, pero el proceso de curación a veces puede tomar una cantidad significativa de tiempo si su herida es más grave. Aquí hay algunas maneras de acelerar la curación de costras.
Mantenga su costra limpia
Es importante mantener su costra y cualquier otra lesión limpia en todo momento. Los restos y los gérmenes pueden aumentar el riesgo de infección y ralentizar el proceso de curación.
Lave la costra con agua y jabón suave. Evite frotar, ya que puede correr el riesgo de rascarse o irritar la costra. Esto puede hacer que sangre, se reforme y potencialmente deje cicatrices en la piel.
Mantenga húmeda la zona de la herida
Según la Academia Americana de Dermatología, mantener las heridas húmedas ayuda a que la piel sane y acelera su recuperación. Una herida seca forma rápidamente una costra y retrasa su capacidad de curación. Humedecer las costras o las heridas también puede impedir que la herida aumente de tamaño y evitar el picor y las cicatrices.
Los dermatólogos recomiendan aplicar vaselina a diario para mantener húmeda la herida o la costra.
Compra vaselina.
No te piques la costra
Picar y rascar tus costras puede ser tentador, sobre todo si empiezan a picar. Pero, estas acciones pueden causar nuevos traumas y retrasar su proceso de recuperación. Picar sus costras también puede aumentar su riesgo de desarrollar una infección, causando hinchazón y dolor.
Terapia de frío y calor
Una compresa caliente estimula el flujo de sangre a su herida y desencadena la regeneración de la piel. Tratar las costras con una compresa caliente también puede evitar que la herida se seque.
De forma similar a la compresa caliente, la aplicación de una compresa fría puede reducir la hinchazón y también proporcionar un alivio del picor. La terapia de frío también puede reducir la inflamación en la zona afectada. Para un impulso adicional, hable con su médico acerca de la medicación antiinflamatoria de venta libre en el tratamiento de la herida.
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Toma medidas preventivas
Si realizas actividades físicas o si tu costra está todavía fresca, cúbrela con un vendaje para evitar una mayor irritación y para reducir el riesgo de rasparla. Cualquier traumatismo excesivo en su costra puede retrasar su curación y desencadenar una hemorragia o una inflamación.