Los supermercados están inundados de innumerables variedades y tipos de aceites para cocinar, pero encontrar uno que sea puro y sin adulterar parece ser una tarea bastante difícil. La tradición de hacer aceite en casa se remonta a una época en la que nuestras abuelas extraían meticulosamente el sedoso líquido de los frutos secos y las semillas o utilizaban el malai sobrante para hacer un auténtico desi ghee en casa que se conservaba para cocinar. Con el paso de los años, debido a la comercialización y a la necesidad de comodidad, la mayoría de nosotros se ha pasado a los aceites refinados envasados de fábrica que suelen estar cargados de emulsionantes, aditivos y grasas hidrogenadas.
El aceite de cocina se utiliza para preparar casi todas las comidas del día y, por tanto, la calidad del producto que se elige es de suma importancia. Su salud y la de su familia sólo se merecen lo mejor, por lo que nos gustaría volver a los fundamentos. Nos hizo mucha ilusión conocer a Sunitha Vijayan en su reciente viaje a Delhi. Pertenece al distrito de Allepey, en Kerala, y prepara aceite de coco casero que también vende. «Hace 7 años, me enteré de los increíbles beneficios para la salud del aceite de coco virgen y probé a hacerlo yo misma. Salió muy bien y estaba lleno de sabor. Incluso le ofrecí un poco a una amiga cuya hija sufría de caspa y picores en el cuero cabelludo y este aceite de coco puro hecho en casa se convirtió en su cura natural», dice Sunitha.
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El aceite de coco puro y saludable puede hacerse fácilmente en casa. Photo Credit: iStock
Como ya sabrás, el aceite de coco es un aceite comestible que se extrae de los granos de los cocos maduros. El aceite de coco virgen se diferencia del aceite de coco ordinario por la forma en que se extrae y también por sus beneficios para la salud. El término «virgen» significa esencialmente que no se aplica calor durante el proceso o que se somete a un calor muy bajo. El aceite de coco virgen tiene un sabor y una fragancia fuertes y un mayor contenido de antioxidantes, proteínas, vitaminas y ácidos grasos saludables que pueden perderse durante los procesos industriales a los que se somete el aceite de coco normal.
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El aceite de coco tiene una serie de propiedades medicinales.
Beneficios del aceite de coco virgen
No sólo para cocinar, al aceite de coco se le pueden dar muchos más usos. Es medicinal y tiene varias propiedades curativas. Sunitha comparte algunas de ellas como las que se indican a continuación:
1. Es un buen humectante, especialmente para los bebés recién nacidos porque es suave y fresco.
2. Debes tomar una cucharadita de aceite de coco antes del desayuno, a primera hora de la mañana. Es bueno para el estómago y ayuda a mejorar la digestión. También es ideal para la práctica ayurvédica de extracción de aceite que ayuda a la digestión.
3. Puede ayudar a reducir los niveles de colesterol malo que la mayoría de los aceites refinados que utilizamos hoy en día han sido encontrados culpables de causar problemas de colesterol.
4. Es un gran ingrediente de belleza y puede ayudar en el control de la caspa y la prevención del acné.
5. El aceite de coco casero es un gran remedio para las úlceras bucales. Aplique un poco de aceite de coco sobre las úlceras y déjelo durante toda la noche. Se sentirá aliviado a la mañana siguiente.
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El aceite de coco fresco se puede extraer en pocos pasos. Photo Credit: iStock
El proceso para hacer aceite de coco virgen
Ingredientes:
De 9 a 10 cocos se obtienen 3 litros de leche de coco, de los que se pueden extraer aproximadamente 150 gramos de aceite de coco.
De 3 a 4 cocos se obtiene 1 litro de leche de coco, del que se pueden extraer 50 gramos de aceite. Esta cantidad es más adecuada para hacer aceite de coco virgen en casa, ya que se necesitan menos cocos.
Método:
Sunitha comparte que este método se llama «Proceso en caliente» y ha sido utilizado tradicionalmente por nuestros antepasados. No se utiliza ninguna maquinaria, sino simples utensilios de cocina y recipientes. Además, no se añaden conservantes ni aditivos. Es aceite de coco en su forma más pura. El proceso lleva un poco de tiempo, pero es muy fácil.
Paso 1: Extraer la pulpa del coco. Una vez que hayas recogido la pulpa de todos los cocos, rállala.
Paso 2: Extrae la leche de coco de la pulpa exprimiéndola con las manos en un paño de muselina. Mantén un bol debajo del paño para recoger el líquido. Puede añadir un poco de agua caliente para que sea fácil de manejar y exprimir toda la leche.
Paso 3: Una vez extraída la leche de coco, tamícela con un paño de muselina para eliminar las impurezas.
Paso 4: Coloque la leche de coco en un recipiente de latón (conocido como Urli en malayalam) y póngalo al fuego. Deje que se cocine durante 2 o 3 horas, pero asegúrese de que el calor se mantenga bajo.
Paso 5: Siga removiendo de vez en cuando hasta que la leche adquiera un color marrón. Sin embargo, tenga cuidado de que no se queme ya que la leche de coco tiene una textura muy delicada.
Paso 6: Una vez que la leche se concentre, retírela del fuego y déjela enfriar. Coloca la leche enfriada y espesada en un paño de muselina y exprime el aceite. Recógelo en un bol y luego guárdalo en una lata o en una botella de plástico.