Cuando se trata de llenar una jeringa, la limpieza es una consideración importante. La jeringa y el vial deben inspeccionarse cuidadosamente antes de cada uso. Debe retirarse el capuchón de la aguja, que se introduce en el líquido, a veces a través de un sello de goma en el vial. Se debe tirar del émbolo de la jeringa hasta que el líquido sobrepase el nivel de llenado de la cantidad que debe inyectarse. A continuación, empuje el émbolo para expulsar la cantidad sobrante antes de utilizar la jeringa. La jeringa debe examinarse cuidadosamente para asegurarse de que no hay burbujas de aire antes de utilizarla.
Para llenar una jeringa, la mejor manera de empezar es colocar todos los suministros necesarios en una superficie plana. Antes de empezar, hay que colocar cerca alcohol para frotar y bastoncillos de algodón o toallitas de alcohol prehumedecidas. Estos artículos se utilizarán para limpiar la superficie de la piel antes de realizar la inyección.
Antes de comenzar a llenar una jeringa, la persona que la prepara para su uso debe examinar cuidadosamente el envase para comprobar su fecha de caducidad. También se debe comprobar la fecha de caducidad del vial. Examine el vial detenidamente para asegurarse de que el sello de goma está intacto y de que no se ha producido ninguna fuga de líquido. Observe también el contenido del vial para asegurarse de que no está turbio o descolorido. Si el líquido no parece ser normal, deseche el vial y utilice uno nuevo para la inyección.
Una vez realizada la inspección, el siguiente paso es introducir la punta de la aguja en el vial del medicamento. El vial puede sostenerse en una mano o colocarse en la superficie plana para esta parte del proceso. Hay que confirmar la cantidad exacta de medicamento que se necesita antes de llenar el vial. Cuando saque la aguja del vial, asegúrese de que no entra en contacto con la piel ni con ningún objeto. Es importante que la aguja permanezca estéril hasta que se aplique la inyección.
La jeringa puede ser sacudida con los dedos un par de veces para eliminar cualquier burbuja de aire que quede atrapada en su interior. El último paso para llenar una jeringa es dar un suave empujón al émbolo de la jeringa para moverlo hasta el nivel adecuado para la cantidad de medicamento que se va a administrar. La piel del lugar de la inyección debe limpiarse con alcohol para fricciones antes de realizar la inyección.