Suministros para casa
- Salino nasal en spray (Ocean®, Deep Sea®, etc.)
- Una pomada antibiótica (Mupirocin, Bacitracin® o Neosporin®)
- Spray descongestionante nasal (Neosynepherine o Afrin®)
- Neil Med Sinus Rinse®
- Pequeño humidificador de aire o vaporizador para la cabecera
- Pelotas de algodón
Generalidades
Las hemorragias nasales son bastante comunes en Arizona. Nuestro clima árido seca la delicada membrana mucosa que recubre el tabique (pared media) de la cavidad nasal, permitiendo que se agriete y desgarre los pequeños vasos sanguíneos superficiales que hay debajo. Además, el uso crónico o inadecuado de aerosoles nasales puede causar irritación o formación de úlceras en el tabique, lo que provoca hemorragias. La presión arterial alta, los trastornos hemorrágicos y los medicamentos anticoagulantes (Plavix, Aspirina, Coumadin, etc.) aumentan el riesgo de hemorragias nasales. La mayoría de las hemorragias nasales son una molestia, pero algunas pueden ser aterradoras y, muy raramente, pueden poner en peligro la vida.
Clasificación
Los médicos clasifican las hemorragias nasales en dos tipos: Anteriores y Posteriores. Las hemorragias nasales anteriores son mucho más comunes que las posteriores.
Una hemorragia nasal anterior es la que proviene de la parte frontal de la nariz. La hemorragia se produce en el revestimiento septal agrietado o ulcerado y suele salir por la parte delantera del conducto nasal afectado. Si está acostado o la cabeza está inclinada hacia atrás, la sangre puede fluir hacia la garganta. Si la fosa nasal que sangra está bloqueada, la sangre puede salir por la fosa nasal opuesta.
Una hemorragia nasal posterior es una hemorragia enérgica que proviene de vasos sanguíneos ligeramente más grandes situados más atrás en la nariz. La sangre suele fluir por la parte posterior de la garganta de inmediato.
Las hemorragias nasales anteriores suelen controlarse con medidas sencillas en casa o con procedimientos menores en la consulta del médico o en urgencias. Las hemorragias nasales posteriores suelen requerir más cuidados (taponamiento con balón o electrocauterización) y los pacientes suelen ser hospitalizados durante algún tiempo.
Cómo detener la hemorragia nasal
La mayoría de las hemorragias nasales son anteriores y pueden detenerse con una intervención directa. Si tiene hemorragias nasales frecuentes o molestas, guarde en su botiquín los «Suministros para el hogar» mencionados anteriormente. El spray nasal descongestionante provoca una vasoconstricción que ayuda a detener la hemorragia (los pequeños vasos sanguíneos se contraen, deteniendo o ralentizando temporalmente el flujo sanguíneo a través de ellos). Al inicio de la hemorragia:
- Pellizque inmediatamente las fosas nasales (contra el tabique) con el pulgar y el dedo índice
- Inmersión de una bola de algodón con el spray descongestionante
- Suelte brevemente la presión sobre la nariz y pulverice 3 chorros del descongestionante nasal en la fosa nasal afectada
- Introduzca la bola de algodón empapada de descongestionante en la fosa nasal afectada (deje a la vista una parte suficiente de la bola de algodón para poder recogerla con los dedos o con unas pinzas)
- Apretando las fosas nasales contra el tabique con los dedos pulgar e índice durante 15 minutos seguidos. Esto también apretará la bola de algodón contra la zona de sangrado.
- Suelte la presión. Si la hemorragia continúa, reanude la presión durante 15 minutos más; repita hasta 3 veces si sigue sangrando. Si la hemorragia continúa a pesar de los 3 ciclos de presión nasal, acuda al servicio de urgencias más cercano.
- Después de detener la hemorragia, deje la bola de algodón empapada en descongestionante durante 30 minutos antes de retirarla con cuidado.
- Aplique con mucho cuidado una fina capa de pomada antibiótica en el tabique y la fosa nasal interna. Para ello, primero hay que lavarse bien las manos con agua y jabón. Aplique una cantidad de pomada del tamaño de un guisante en el dedo meñique. Masajear suavemente sobre el tabique y la fosa nasal interna para hidratar la cavidad nasal. Repita la aplicación de la pomada dos veces al día durante una semana.
Prevención de las hemorragias nasales
Hidratar las cavidades nasales es la clave para prevenir las hemorragias nasales. Utilice un spray salino nasal, 2-3 chorros en cada fosa nasal varias veces al día o según sea necesario para evitar que las membranas mucosas se agrieten y sangren. Los alérgicos y los que padecen sinusitis crónica, así como los que viven en entornos especialmente polvorientos (zonas de nueva construcción), encontrarán alivio en un enjuague salino nasal una o dos veces al día. Neil Med Sinus Rinse®, utilizado como se indica en el prospecto del producto, es una excelente solución de venta libre. La aplicación de una cantidad del tamaño de un guisante de pomada antibiótica una o dos veces al día en el tabique y el vestíbulo (zona de la nariz justo dentro de las fosas nasales) con el dedo meñique mantendrá la parte delantera de la nariz húmeda y promoverá la curación de las zonas agrietadas y ulceradas. Poner un humidificador o vaporizador en tu habitación por la noche también ayuda a humedecer las fosas nasales. Consulte a su médico sobre cualquier medicamento anticoagulante que esté tomando. Ciertas afecciones cardíacas y trastornos de la coagulación de la sangre requieren continuar con los medicamentos anticoagulantes a pesar de las frecuentes hemorragias nasales.