por Seema Prasad
Un hongo particular llamado cándida reside en los seres humanos, alrededor de la boca, los oídos, la nariz, la piel, las uñas, el vientre, los intestinos y la vagina que puede causar infecciones por levaduras. Cuando está presente en cantidades normales, el hongo ayuda a la digestión y a la absorción de nutrientes.
Pero cuando el cuerpo está bajo estrés, la inmunidad se ve comprometida. Entonces se multiplica en grandes cantidades e infecta partes del cuerpo. Esta problemática infección por hongos se origina en una cepa del hongo llamada candida albicans.
Los signos reveladores podrían ser dolor de garganta, enrojecimiento de la boca y grietas en las comisuras, molestias durante las relaciones sexuales, picor en la vagina, acidez y artritis. También puede haber más síntomas. Tener diabetes, recibir tratamiento contra el cáncer, consumir antibióticos de amplio espectro y llevar prótesis dentales son factores que hacen susceptibles a hombres y mujeres de todas las edades.
Los científicos están divididos sobre el tema de la «hipersensibilidad a la cándida», en cuanto a si la condición realmente existe. La Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología, al revisar las pruebas presentadas por los defensores de la condición, dijo que el concepto es meramente especulativo y laregamente no probado.
Esto se debe probablemente a que la mayoría de las veces, la infección no se considera grave y puede tratarse con medicamentos antifúngicos recetados. También, de forma más efectiva, haciendo cambios en el estilo de vida empezando por la dieta. Y estos son algunos de los alimentos recomendados por los expertos para frenar la proliferación de los hongos.
Una dieta baja en azúcar – Restringir el azúcar es crucial para contener el crecimiento de los hongos candida. El azúcar ayuda en la construcción de las paredes celulares y amplía su expansión en pequeñas colonias, convirtiéndose finalmente en venenosas.
Un estudio realizado en ratones con poca inmunidad, demostró que el azúcar intensificó el crecimiento de la levadura candida en sus sistemas digestivos. Por el contrario, unos pocos estudios con seres humanos no demuestran que la bacteria candida crezca más rápido con una dieta alta en azúcar. Aunque las investigaciones siguen siendo contradictorias, la restricción del azúcar es beneficiosa para la salud en general.
Cúrcuma – Una especia a menudo espolvoreada en la comida india, la cúrcuma, tiene una poderosa propiedad antifúngica llamada curcumina que se sabe que inhibe el crecimiento de las levaduras de la cándida e incluso las mata.
Un estudio descubrió que la curcumina puede prevenir la formación de candidiasis en la boca de los pacientes seropositivos. Sorprendentemente, resultó más prometedora que el fármaco antifúngico fluconazol. Hasta ahora, sólo los estudios en tubos de ensayo han demostrado el efecto positivo de la curcumina, por lo que se necesitan más estudios con seres humanos.
Aceite de coco – Las plantas tienen compuestos tóxicos naturales que matan los hongos. Uno de estos compuestos es el ácido láurico, un ácido graso conocido por sus propiedades antifúngicas y antimicrobianas. La mitad o el 50 por ciento del aceite de coco está compuesto por ácido láurico, lo que hace que el aceite sea una de las mejores fuentes para combatir la levadura candida de forma natural. El aceite de coco, por esta razón, se utiliza para matar las bacterias en la boca en los procesos de limpieza dental llamados oil pulling.
Vinagre de sidra de manzana – Una variedad popular de vinagre llamada vinagre de sidra de manzana, que es un gran éxito entre las personas conscientes de la salud, tiene suficiente ácido y enzimas para detener el crecimiento de la levadura dañina y no deseada en el cuerpo.
Probióticos – Los alimentos con bacterias vivas llamados probióticos son necesarios para que el cuerpo bloquee el crecimiento de bacterias dañinas. Se encuentran en alimentos como el yogur, el kéfir, el chucrut, el miso, los encurtidos y el kimchi.
Estas bacterias son necesarias para luchar contra los hongos que causan la candidiasis, de ahí que los probióticos sean necesarios para ayudar a que estas útiles bacterias vuelvan a crecer. Además, los polifenoles presentes en las semillas de chía y linaza ayudan a los probióticos a crecer dentro del intestino, combatiendo finalmente la formación de hongos dañinos.
Ajo – Se dice que el ajo crudo tiene fuertes y potentes propiedades antifúngicas debido a la presencia de alicina que se forma al machacar o dañar el ajo fresco. Cuando se alimentó a ratones con alicina, ésta demostró ayudar a combatir la candidiasis, aunque no al mismo nivel que el fluconazol, un popular medicamento antifúngico.
La cándida, un tipo de hongo, si crece en cantidades anormales, puede dar lugar a infecciones por hongos en el cuerpo humano. Candida albicans, una cepa particular, puede infectar diferentes partes del cuerpo, desde la vagina, la boca, el sistema digestivo hasta la piel y las uñas. Foto cortesía de