EL MOVIMIENTO DE CURSILLO: ¿QUÉ ES?
Los Cursillos de Cristiandad son un movimiento que, a través de un método propio intenta, y por la gracia de Dios consigue; hacer que las realidades esenciales del cristiano cobren vida en la singularidad, originalidad y creatividad de cada persona. Al tomar conciencia de sus potencialidades y al aceptar sus limitaciones, ejercen su libertad con su convicción, fortalecen su voluntad con su decisión, para propiciar la amistad en virtud de su constancia tanto en su vida personal como comunitaria.
El Movimiento de Cursillos de Cristiandad consiste en proclamar la mejor noticia de la mejor realidad: que Dios, en Cristo, nos ama. Comunicada por el mejor medio, que es la amistad hacia lo mejor de cada uno, que es su ser persona y su capacidad de Convicción, Decisión y Constancia.
Y lo que hay que subrayar hoy, ahora, y de inmediato para estar a la vanguardia del debate de hoy es facilitar y hacer posible que cada persona se encuentre con uno mismo siempre y absolutamente imprescindible para poder encontrarse con Dios y con los demás.
Cómo se desarrolla
Un Cursillo de Peoria comienza el jueves por la tarde y termina el domingo por la noche. Durante los tres días los participantes escuchan el mensaje del Evangelio, dividido en quince charlas cortas. Cinco son dadas por el clero y se centran en la Gracia – el don de Dios a todas las personas. Las otras diez son impartidas por laicos que ya han hecho un Cursillo. Las charlas tratan sobre el estudio cristiano, la acción, el liderazgo, la vida en relación con Dios, el papel del laico en la iglesia y reflexiones similares sobre situaciones encontradas en la vida diaria. Las charlas se complementan entre sí. Cada charla va seguida de un período de debates en pequeños grupos. Las enseñanzas de Cristo se presentan en un ambiente de calidez, alegría y compañerismo. El Cursillo local de Peoria, patrocinado por la Diócesis Católica de Peoria, refleja la teología católica romana, pero funciona en el espíritu del ecumenismo. Participan personas de todas las afiliaciones religiosas. No se presiona a los participantes para que tomen parte en ningún servicio religioso en el que no se sientan cómodos. De la mezcla de personalidades, denominaciones religiosas y ocupaciones se desarrolla un respeto por las diferencias de cada uno, y una apreciación de la búsqueda común de una vida cristiana plena.
Cuarto día
El programa reconoce la necesidad continua de apoyo en el «cuarto día» de un Cursillista – el resto de su vida. Un Cursillista es instado a unirse a una «reunión de grupo». Esta es una breve reunión semanal de cuatro o cinco compañeros Cursillistas. Estos individuos revisan su semana pasada, compartiendo cómo Cristo les ha tocado, sus logros o decepciones cristianas, y su progreso en el método de Cursillo de piedad, estudio y acción. Las Ultreyas se celebran mensualmente. Son reuniones de la comunidad de Cursillos de Cristiandad en general y están abiertas a los invitados. Ofrecen a los Cursillistas la oportunidad de reunirse, orar y socializar con otros que se dedican a vivir una vida cristiana. También proporcionan apoyo a los esfuerzos de un Cursillista para llevar el mensaje de Cristo a otros en su entorno.
Una vez en la vida
Cursillo es único, no se puede comparar con otras formas de programas de renovación espiritual. Se hace una sola vez en la vida, por lo que no se considera un sustituto de un retiro. En realidad, una experiencia de Cursillo hace que los retiros posteriores sean más provechosos, y se insta a los cursillistas a hacer retiros regulares. Los hombres y las mujeres hacen Cursillos por separado, y en el caso de los matrimonios, el fin de semana del marido se suele programar antes que el de la mujer. El participante debe ser apadrinado por alguien que haya hecho un Cursillo en la diócesis de Peoria.
Beneficios
Es difícil explicar lo que el Cursillo hace por una persona, o lo que sucede durante un fin de semana. Dado que cada persona llega al Cursillo desde un lugar diferente en el tiempo y una relación diferente con Dios, es comprensible que cada uno responda de manera diferente al material presentado y a la experiencia de vivir en comunidad en un ambiente cristiano. Para algunos, es un giro total en sus vidas; para otros, es un gran despertar; para otros, es un enriquecimiento de lo que ya han conocido y han estado viviendo. No prometemos nada ni juzgamos a nadie, simplemente ofrecemos el programa y confiamos en la gracia de Dios y en la apertura del individuo para producir sus beneficios.