Aquí tienes cinco ejercicios de interpretación de mi libro 100 Acting exercises for 8-18-Year-Olds para ayudar a los niños y adolescentes a mejorar su técnica de interpretación:
Un ejercicio de interpretación en el que los alumnos realizan una acción sencilla y le añaden dimensión aplicando unas circunstancias dadas.
Edad: más de 8 años.
Habilidades: Creación de un personaje, concentración, improvisación, mimo e imaginación.
Participantes: Se puede practicar solo o en grupo.
Tiempo: 10-20 minutos.
Necesitarás: Una sala lo suficientemente grande para que los alumnos se distribuyan y encuentren un espacio tranquilo.
Cómo: Los alumnos buscan un espacio en la sala y se sientan solos. El alumno imagina que está haciendo una maleta para un evento; quizás se va de vacaciones, de excursión, al colegio, al gimnasio, o de viaje durante un año, o incluso que le han asignado una misión de espionaje. Explícales que pueden ser el personaje que quieran, pero que deben conocer al menos tres de sus circunstancias. Por ejemplo, es tu primer día en el instituto, estás en tu habitación ordenada con todo bien colocado en el sofá cama y tienes calambres en el estómago. O te vas de casa, tienes prisa porque no quieres que tus padres se enteren, te duele la cabeza y tus cosas están esparcidas por toda la habitación porque las has tirado por todas partes en un arrebato.
Da a los alumnos unos minutos para que hagan la mímica de hacer la maleta en una serie de circunstancias determinadas y luego pídeles que lo intenten de nuevo con una serie de circunstancias totalmente nuevas. Esto puede hacerse tres o cuatro veces.
Variación: Este ejercicio también se puede hacer con una bolsa real y objetos reales. Sin embargo, esto puede distraer y dirigir demasiado. Si se practica así, explique el ejercicio la semana anterior a los alumnos y pídales que traigan una bolsa y algunos objetos. Puede ser bueno que los alumnos intercambien sus bolsas y objetos con otros para que los elementos que utilicen no tengan demasiadas connotaciones establecidas.
Consejo: Los alumnos no deben apresurarse en este ejercicio ni sentir que tienen que hablar o actuar. Las acciones y reacciones sutiles pueden ser muy intrigantes, y deberían surgir de forma natural si el alumno está interpretando las circunstancias dadas.
Cambiando el tempo
Un divertido juego de calentamiento en el que los alumnos exploran las diferentes velocidades a las que operan las personas.
Edad: más de 8 años.
Habilidades: Creación de un personaje, imaginación y movimiento.
Participantes: Este ejercicio puede hacerse solo o en grupo.
Tiempo: 5-15 minutos.
Necesitarás: Una sala lo suficientemente grande para que los alumnos puedan caminar por ella.
Cómo: Los alumnos encuentran un espacio en la sala y el profesor les explica cómo las diferentes
Personas se mueven a diferentes velocidades. Pide a los alumnos que piensen en alguien que conozcan y que se mueva a gran velocidad y en alguien que conozcan que se mueva muy despacio. Ahora explica que van a moverse por la sala a diferentes velocidades, que variarán en función del número que diga el profesor. Si el profesor dice el número uno, los alumnos se moverán a una velocidad muy lenta, y si se dice el número diez, se moverán a un ritmo rápido. A continuación, los alumnos añaden un personaje inspirado en la velocidad. Si se dice el número dos, por ejemplo, un personaje adecuado podría ser una persona que está a gusto en la playa o una persona que no está muy entusiasmada por ir a algún sitio. Luego, si se llama al número ocho, el actor podría caminar rápido por la habitación como si llegara tarde a una reunión o estuviera emocionado de camino a las puertas de Disney. En este ejercicio no se permite correr, ni siquiera cuando se llama al número diez; una caminata rápida es la velocidad máxima permitida. El profesor dice todos los números y pide a los alumnos que inventen personajes y situaciones para cada número.
Pide a los alumnos que elijan su personaje y velocidad favoritos de entre los que acaban de experimentar. Algunos alumnos pueden elegir un personaje lento, el número uno o dos, y otros pueden elegir uno rápido, el nueve o el diez. Pide a los alumnos que se paseen por la sala como el personaje que han elegido. Al instante, la diversidad de velocidades creará una escena interesante y molestias, y surgirán conflictos a medida que la gente se interponga en el camino de los demás.
Variación: Pida a los alumnos que se pongan en parejas; dentro de la pareja, uno interpretará a una persona de baja velocidad y el otro a una de alta velocidad, pero a pesar de ello, ambos tienen el mismo objetivo. Quizás estén buscando un perro perdido, intentando completar una evaluación escolar o tratando de ordenar una habitación. El conflicto surgirá en esta escena porque están jugando con tempos opuestos, y es bastante probable que surja alguna comedia de esto.
Consejo: Explica a los alumnos que no sólo se centren en la velocidad a la que camina un personaje, sino que también tengan en cuenta la velocidad de su lenguaje corporal. Alguien en un número diez, por ejemplo, podría tener un lenguaje corporal muy rápido y frecuente.
Característica favorita
Un ejercicio de interpretación para animar al actor a moverse de nuevas maneras.
Edad: más de 8 años.
Habilidades: Creación de un personaje, movimiento y mímica.
Participantes: Este ejercicio puede hacerse solo o en grupo.
Tiempo: 10-15 minutos.
Necesitarás: Una sala en la que los alumnos puedan moverse.
Cómo: Empiece pidiendo a los alumnos que recorran la sala. Explique que cuando usted diga una parte del cuerpo, el alumno debe imaginar que esa es su característica favorita de sí mismo. Digamos que el profesor dice «ojos»; los alumnos caminarán imaginando que sus ojos son su característica favorita. Ahora pide a los alumnos que den la mano a otro alumno y se presenten, siempre con los ojos como rasgo favorito. Los movimientos de las personas suelen estar influidos por lo que les gusta y lo que no les gusta de sí mismas. Si el rasgo favorito de uno mismo son los ojos, es posible que los abra de par en par, que los haga expresivos mientras habla y que tenga ganas de establecer contacto visual. Pide a los alumnos que se desplacen por la sala presentándose al mayor número posible de personas con sus ojos como rasgo favorito. A continuación, al cabo de unos minutos, cambia la parte del cuerpo de modo que ahora las manos sean su rasgo favorito. Continúa así, cambiando el rasgo favorito cada cierto tiempo. Otras partes del cuerpo pueden ser los pies, la cintura, la clavícula, los labios y el pelo. Cuando se trabaja con menores de 18 años, es esencial evitar las zonas más genitales del cuerpo en este ejercicio.
Variación uno: Lo que no te gusta de ti mismo también puede influir en el movimiento. Una variación divertida del ejercicio anterior es llamar a una parte del cuerpo que el alumno pueda imaginar que no le gusta de sí mismo. Así, por ejemplo, si se llama «labios», el actor imaginará que no le gustan sus labios; podría seguir tocándose y cubriéndose los labios al presentarse, o podría morderse los labios o girar ligeramente la cabeza hacia abajo para desviar la atención de sus labios.
Variación dos: Otra variación es hacer un rasgo favorito y otro que no te guste de ti al mismo tiempo. Por ejemplo, ‘te gusta tu pelo, pero no te gusta tu nariz’.
Consejo: Pida a los alumnos que piensen en su propio movimiento en la vida cotidiana y en cómo afectan a su movimiento los rasgos que más y menos les gustan de sí mismos. Sin embargo, no les pida que compartan esta información con la clase, ya que es algo privado.
Crear circunstancias dadas para personajes de cuentos
Un ejercicio académico e imaginativo para animar a los alumnos a crear historias de fondo para los personajes.
Edad: más de 8 años.
Habilidades: Espontaneidad, creación de un personaje, imaginación y construcción de personajes. Participantes: Este ejercicio puede hacerse solo o en grupo.
Tiempo: 10-20 minutos.
Necesitarás: Un bolígrafo y un papel para cada alumno.
Cómo: Pida a los alumnos que piensen en un personaje de un cuento de hadas y en una escena del cuento en la que aparezca este personaje: por ejemplo, cuando Jack vende su vaca Daisy, o cuando Blancanieves coge una manzana de la reina disfrazada, o cuando el lobo habla con Caperucita Roja en el bosque. Ahora pida a los alumnos que tomen ese personaje y esa escena y que respondan a las siguientes preguntas:
- ¿Cómo se llama el personaje?
- ¿Cuáles son sus aficiones?
- ¿Qué no le gusta?
- ¿Cuáles son sus cosas favoritas?
- ¿Tienen algún enemigo?
- ¿Cuántos años tienen?
- ¿Dónde viven?
- ¿Quiénes forman su familia?
- ¿Tienen amigos?
- ¿Cómo se han encontrado en la situación en la que están?
- ¿Cómo es su entorno en este momento?
- ¿Tienen frío, calor, hambre, prisa o algún dolor?
Explique antes de empezar que no pasa nada por inventarse las respuestas y que no hay respuestas correctas o incorrectas. Cualquier interpretación es aceptable.
Variación uno: Después de que los alumnos hayan reunido toda esta información sobre su personaje, pueden ponerla en práctica. Pídales que creen improvisaciones cortas de 5 minutos en grupos de tres o cuatro utilizando sus personajes. Puede ser divertido tener un grupo de personajes de diferentes cuentos de hadas juntos, y esto proporciona una buena base para una improvisación nueva y única.
Variación dos: Este ejercicio puede practicarse con un conjunto diferente de personajes que no sean de cuentos de hadas. Para un grupo mayor y más avanzado, el mismo ejercicio anterior podría realizarse con personajes de Shakespeare, personajes de novelas o personajes de musicales
Consejo: Disuadir a los alumnos de que piensen demasiado o escriban las cosas y animarles a que aborden las circunstancias dadas de forma práctica e intuitiva.
Lo siento yo…
Un ejercicio de improvisación de ritmo rápido perfecto para un calentamiento en grupo.
Edad: más de 8 años.
Habilidades: Escucha, espontaneidad, imaginación e improvisación.
Participantes: Es necesario hacerlo en un grupo de cinco o más.
Tiempo: 10-15 minutos.
Necesitarás: Una sala lo suficientemente grande para sentarse en círculo.
Cómo: El grupo se sienta en círculo, y una persona -llamémosla Rania- empieza
por ponerse de pie. Rania se acerca a una persona sentada en el círculo y se disculpa por algo. Digamos que se acerca a Maya. Rania puede estar muy arrepentida porque ha perdido el perro mascota de Maya, ha destrozado el teléfono de Maya o ha lanzado un hechizo irreversible al hermano de Maya. Maya puede reaccionar como quiera. Puede estar triste, enfadada o incluso contenta por el accidente. Lo importante es que, sea cual sea el motivo por el que Rania se disculpa, Maya le sigue la corriente. Una vez que la breve improvisación llega a su fin, Maya elige a otra persona del círculo y se dirige a ella para disculparse por algo. Maya puede acercarse a Vadim, por ejemplo, y disculparse por haberle manchado el abrigo con barro. Pero si Vadim pide pasar, no pasa nada; Maya puede elegir a otra persona. Nunca hay que forzar a nadie a improvisar, ya que eso podría desanimarlo de por vida. Lo más probable es que si a Vadim se le da unas semanas en clase sólo para observar, dentro de unas semanas se unirá a un ejercicio de improvisación por su cuenta cuando esté preparado.
Consejo: Puede ser divertido que los alumnos hagan este juego en personaje. Explique a los alumnos que pueden ser el personaje que quieran: un profesor de escuela, una princesa o un astronauta. Una vez que piensen en un personaje, es probable que les sirva de inspiración para algo que lamentar.
Acerca de 100 ejercicios de interpretación para niños de 8 a 18 años
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Las teorías y técnicas de algunos de los más grandes profesionales del teatro, como Sanford Meisner, Constantin Stanislavski, Lee Strasberg y Uta Hagen, sirven de base para los originales ejercicios de Samantha Marsden. Los ejercicios han sido probados en la propia clase de la autora. Los puntos de enfoque utilizados en las principales escuelas de teatro, como la voz, el movimiento, la relajación, el desarrollo del personaje y la comprensión del texto, se recrean para un estudiante más joven.
El libro cuenta con un prólogo de Paul Roseby, director general y artístico del National Youth Theatre.
«Este es el libro que todo profesor de teatro debería tener en su estantería» – Sylvia Young, OBE
«Un recurso excelente. En él, los profesores de interpretación y sus jóvenes alumnos encontrarán inspiración diaria.» – Robert McKee, autor, conferenciante y consultor de historias
«Todo joven actor que quiera un instrumento de trabajo debería hacer estos estupendos, divertidos y prácticos ejercicios» – Michelle Danner, directora artística del Michelle Danner Acting Studio
Acerca de la autora
Samantha Marsden estudió método de actuación en The Method Studio en Londres. A continuación, estudió Arte Dramático, Teatro Aplicado y Educación en la Royal Central School of Speech and Drama. Trabajó como profesora de teatro independiente durante once años en compañías de teatro, teatros juveniles, escuelas privadas, escuelas estatales, escuelas especiales y escuelas de teatro de fin de semana. En 2012 creó su propio teatro juvenil, que rápidamente se convirtió en uno de los mayores teatros juveniles regionales del país.