Configuración de varios monitores para jugar

La tecnología de los juegos ha avanzado mucho desde que yo era un joven jugador en ciernes. Por aquel entonces, los monitores CRT eran más profundos que anchos, pesaban una tonelada y tenían una resolución peor que la que se puede encontrar hoy en día en un smartphone económico. En comparación, los jóvenes de hoy en día lo han conseguido: el PC medio cuesta mucho menos y puede manejar mucho más, mientras que los monitores son ligeros, nítidos y capaces de mucho más de lo que se podía encontrar hace 20 años.

Sin embargo, no estoy aquí para llevarle a un viaje por el carril de la memoria, es hora de centrarse en el presente. Hoy vamos a ver cómo puedes aprovechar una configuración de juego multimonitor y todo lo bueno que puede aportar.

Primero lo primero, para poder montar un equipo de tres monitores, vas a necesitar un escritorio de juego que pueda soportarlo. Mide todo correctamente y busca un escritorio que tenga suficiente espacio superior y que no tenga problemas con el peso. Todos nuestros SmartDesks pueden soportar más de 300 libras de equipo, pero definitivamente recomendamos la parte superior XL por el espacio extra.

Inmersión total

Múltiples monitores

Múltiples monitores

El objetivo de tener una configuración de tres monitores es proporcionar una experiencia de juego más envolvente. Esto se percibe mejor en los juegos que giran en torno a vehículos de algún tipo -simuladores de carreras o de vuelo, por ejemplo-, ya que el aumento del campo de visión te hace sentir como si estuvieras realmente allí.

Empezando por los juegos de carreras, muchos jugadores tienden a inclinar sus monitores cuidadosamente para crear un campo de visión de 180 grados. De este modo, se pueden utilizar los elementos del coche, como los espejos retrovisores y laterales, lo que aumenta el realismo. Los jugadores que se toman especialmente en serio los simuladores de carreras, como estos dos, que juegan a Forza Horizon 4 y Assetto Corsa Competitizone respectivamente, incorporarán a sus configuraciones accesorios adicionales como volantes, pedales e incluso palancas de cambio.

Otros títulos, como el juego de exploración espacial Elite: Dangerous, pueden beneficiarse de una configuración de varios monitores, ya que la visión periférica adicional que se obtiene facilita mucho las situaciones de combate. Con los objetivos y las amenazas zumbando a tu alrededor en el espacio profundo, es importante ser capaz de controlar dónde están antes de fijarlos y derribarlos.

Diferentes usos

monitor

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Las ventajas de tener varios monitores en un juego de disparos en primera persona son relativamente insignificantes. Aunque tienes un mayor campo de visión, en un juego como PUBG, tu pantalla se estira y no se ve del todo bien. El otro problema es que en los juegos en los que necesitas identificar amenazas a distancia, el bisel exterior de cada monitor puede estorbar un poco y no proporcionar el campo de visión ininterrumpido al que estás acostumbrado.
Sin embargo, algunos shooters te permiten conectar monitores adicionales para diferentes usos. La serie de juegos Battlefield tiene una función muy interesante que permite utilizar un segundo monitor para mostrar el mapa, como se ve aquí en Battlefield 4. En una configuración de un solo monitor, tu minimapa es, bueno, mini, y a menudo necesitas levantarlo para ver dónde está tu escuadrón o la acción. Hacer esto en el juego no es, obviamente, lo ideal, ya que no quieres ser un objetivo estático pidiendo que te disparen desde cientos de metros. De esta forma puedes ver todo el escenario de combate y echar un vistazo periódicamente cuando lo necesites. Mucho menos desordenado.

Puntos adicionales a considerar

Escritorio de pie

Escritorio de pie

Desde el punto de vista del hardware, tiene mucho sentido conseguir varios monitores de la misma marca, modelo y tamaño. La razón es sencilla: la continuidad en todos los ámbitos. La calidad de la imagen varía y, si todos los monitores son iguales, no hay diferencias molestas desde el punto de vista estético al pasar de uno a otro.

Si hay una resolución o una frecuencia de actualización diferentes, no se verá bien, sobre todo cuando se trata de crear un entorno inmersivo y realista. Sin embargo, si vas a elegir una pantalla más pequeña para proporcionar una característica adicional, como el minimapa que mencionamos antes, es menos problemático.

En términos de números ideales, hay algunos en los que debes fijarte antes de comprar un monitor. El primero será una tasa de refresco de al menos 144Hz. Las frecuencias de refresco determinan la frecuencia con la que se actualiza la imagen en el monitor, y una más alta significa que verás las cosas en la pantalla más rápido, lo que es especialmente importante cuando se trata de shooters online. Hay que tener en cuenta que los FPS (fotogramas por segundo) del propio juego y la potencia de las tarjetas gráficas también influyen en este aspecto, pero si quieres jugar a juegos modernos y tienes un sistema decente, tendrás que seguir este consejo.

A continuación, busca un monitor con un tiempo de retardo de entrada bajo. El retardo de entrada es básicamente el tiempo que transcurre entre que envías una instrucción al juego a través del teclado, el ratón o el mando, y el tiempo que tarda esa acción en aparecer en la pantalla. Como puedes imaginar, quieres que sea lo más rápido posible, especialmente si juegas a juegos que requieren tiempos de reacción rápidos, como PUBG o COD.

El último número a considerar es el tiempo de respuesta del monitor. Los tiempos de respuesta son el tiempo que tarda un píxel en cambiar de color, ya sea de negro a blanco o de gris a gris. Cuanto más rápido sea este tiempo, menos ‘ghosting’ o movimiento borroso aparente verás en tu pantalla. Muchos monitores para juegos tienen un tiempo de respuesta de sólo 1ms, que es lo ideal, aunque otras fuentes dicen que cualquier cosa por debajo de 5ms debería ser correcta.

Pensamientos finales

Ya sea que estés usando tu configuración multimonitor para trabajar o para jugar, vas a hacerlo con estilo. Para jugar, asegúrate de que tienes el hardware interno adecuado para sacar el máximo partido a tu pantalla: de nada sirve tener una gran pantalla si tu tarjeta gráfica no está a la altura. También debes asegurarte de que el juego que estás disfrutando te permita repartirlo entre tus monitores, lo que se hará a través de la configuración del juego. Para ver una lista de títulos que lo permiten, haz clic aquí.

Por último, asegúrate de que tu espacio de juego es totalmente ergonómico. Conseguir un escritorio ajustable de pie para jugar es un gran comienzo, y asegúrate de que tienes una silla que te da el apoyo que necesitas. Aquí, en Autonomous, tenemos todo esto cubierto.

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