Desde el punto de vista del hardware, tiene mucho sentido conseguir varios monitores de la misma marca, modelo y tamaño. La razón es sencilla: la continuidad en todos los ámbitos. La calidad de la imagen varía y, si todos los monitores son iguales, no hay diferencias molestas desde el punto de vista estético al pasar de uno a otro.
Si hay una resolución o una frecuencia de actualización diferentes, no se verá bien, sobre todo cuando se trata de crear un entorno inmersivo y realista. Sin embargo, si vas a elegir una pantalla más pequeña para proporcionar una característica adicional, como el minimapa que mencionamos antes, es menos problemático.
En términos de números ideales, hay algunos en los que debes fijarte antes de comprar un monitor. El primero será una tasa de refresco de al menos 144Hz. Las frecuencias de refresco determinan la frecuencia con la que se actualiza la imagen en el monitor, y una más alta significa que verás las cosas en la pantalla más rápido, lo que es especialmente importante cuando se trata de shooters online. Hay que tener en cuenta que los FPS (fotogramas por segundo) del propio juego y la potencia de las tarjetas gráficas también influyen en este aspecto, pero si quieres jugar a juegos modernos y tienes un sistema decente, tendrás que seguir este consejo.
A continuación, busca un monitor con un tiempo de retardo de entrada bajo. El retardo de entrada es básicamente el tiempo que transcurre entre que envías una instrucción al juego a través del teclado, el ratón o el mando, y el tiempo que tarda esa acción en aparecer en la pantalla. Como puedes imaginar, quieres que sea lo más rápido posible, especialmente si juegas a juegos que requieren tiempos de reacción rápidos, como PUBG o COD.
El último número a considerar es el tiempo de respuesta del monitor. Los tiempos de respuesta son el tiempo que tarda un píxel en cambiar de color, ya sea de negro a blanco o de gris a gris. Cuanto más rápido sea este tiempo, menos ‘ghosting’ o movimiento borroso aparente verás en tu pantalla. Muchos monitores para juegos tienen un tiempo de respuesta de sólo 1ms, que es lo ideal, aunque otras fuentes dicen que cualquier cosa por debajo de 5ms debería ser correcta.
Pensamientos finales
Ya sea que estés usando tu configuración multimonitor para trabajar o para jugar, vas a hacerlo con estilo. Para jugar, asegúrate de que tienes el hardware interno adecuado para sacar el máximo partido a tu pantalla: de nada sirve tener una gran pantalla si tu tarjeta gráfica no está a la altura. También debes asegurarte de que el juego que estás disfrutando te permita repartirlo entre tus monitores, lo que se hará a través de la configuración del juego. Para ver una lista de títulos que lo permiten, haz clic aquí.
Por último, asegúrate de que tu espacio de juego es totalmente ergonómico. Conseguir un escritorio ajustable de pie para jugar es un gran comienzo, y asegúrate de que tienes una silla que te da el apoyo que necesitas. Aquí, en Autonomous, tenemos todo esto cubierto.