Cuidados de la Kokedama: Cómo cuidar y regar los jardines de cuerdas de Kokedama – Vivero Pistils

Kokedama es una palabra japonesa que, traducida simplemente, significa «bola de musgo». A veces se le llama el «Bonsái de los pobres» o «jardines de cuerdas», el arte de atar las plantas en orbes verdes y musgosos se remonta a siglos atrás, a la era Edo en Japón (alrededor de 1600 d.C.).

Kokedama de helechos nido de pájaros

Hacer kokedama es un proceso divertido que implica quitar la tierra de las raíces de la planta, y usar una mezcla especial de tierra rica en arcilla para esculpir la planta en una bola, que luego se ata con musgo. Consulte nuestras instrucciones paso a paso para el proyecto, o inscríbase en un taller para que le guiemos en el proceso.

El cuidado de estas esculturas vivientes varía mucho según la especie de la planta utilizada. Aquí está el procedimiento que utilizamos para regar nuestro kokedama, así como una lista de los tipos de plantas y especies que comúnmente utilizamos para hacer el nuestro, con el cuidado necesario para cada planta.

Procedimiento de riego:

Cómo regar Kokedama "Jardines de cuerda"Remojo: Dependiendo del tamaño de su kokedama, llene un bol, cubo o fregadero con agua a temperatura ambiente.

Coloque su kokedama en el agua, con el lado de la planta hacia arriba. Empuje la bola de musgo hacia abajo para que quede totalmente sumergida y comience a absorber el agua. Deje que se empape durante 10-25 minutos, o hasta que esté completamente saturada de agua.

Retire la kokedama del agua, y apriete suavemente la bola de musgo para que escurra el exceso de agua. Deje que la kokedama se seque en un colador antes de volver a colocarla en su hogar.

Niebla: Muchas kokedama aprecian la nebulización además del remojo (véase más abajo). Utilice una botella que arroje una fina niebla y rocíe sobre y alrededor del follaje de la planta. Tenga cuidado de nebulizar por la mañana, cuando la luz es suave, para que la planta no se queme.

Necesidades de cuidado de la kokedama por tipo de planta y especie

Cactus de la selva Kokedama:

Cuidados generales: Los cactus de la selva son epífitas que crecen en los recovecos de los árboles en bosques cálidos y húmedos. Como tales, toleran menos luz y más humedad que la mayoría de sus homólogas suculentas y cactus. Son ideales para la kokedama porque, como epífitas, requieren poco espacio para las raíces. Los cactus de selva kokedama pueden colgarse en el exterior en verano, siempre que estén protegidos del sol directo.

  • Rhipsalis sp: Tolera una amplia gama de luz, desde la indirecta baja hasta la filtrada brillante. Proteger del sol directo. Tolera la sequía. Dejar secar casi por completo entre riegos.
  • Hatiora salicornioides ‘Drunkard’s bones’: Colocar en luz indirecta media a brillante. Proteger del sol directo. Tolera la sequía. Dejar secar casi por completo entre riegos.
  • Lepismium cruciforme: Colocar en luz indirecta de media a brillante. Proteger del sol directo. Tolera la sequía. Dejar secar entre riegos.
  • Epiphyllum sp: Colocar en luz indirecta media a brillante. Proteger del sol directo. Tolera la sequía. Dejar que se seque prácticamente entre riegos.

Fern Kokedama:

Cuidados generales: Los helechos kokedama prefieren una luz más brillante y menos agua de lo que cabría esperar, aunque no hay que dejar que se sequen por completo. Proteger del sol directo

  • Asplenium ‘Bird’s nest fern’: Colocar en luz indirecta de media a brillante. Regar cuando el musgo se sienta seco pero no crujiente al tacto y la tierra alrededor de la base de la planta esté apenas húmeda.
  • Asplenium ‘Mother fern’: Colocar en luz indirecta de media a brillante. Regar cuando el musgo se sienta seco pero no crujiente al tacto y la tierra alrededor de la base de la planta esté apenas húmeda.
  • Davalia ‘Rabbit’s foot fern’: Colocar en luz indirecta de media a brillante. Agradece la nebulización frecuente. Regar cuando esté apenas húmedo. Puede entrar en letargo cuando recibe una descarga; aparecerán nuevas frondas de los rizomas peludos siempre que la planta se mantenga húmeda.

Kokedama tropical y enredadera:

Cuidados generales: Las tropicales tienden a apreciar una alta humedad y un riego más frecuente que sus homólogas suculentas. Sin embargo, son susceptibles al exceso de riego y no deben mantenerse demasiado húmedas. Las necesidades de cuidado varían mucho según la especie. Todas disfrutan de la nebulización.

  • Philodendron: Un género ampliamente tolerante. Colocar en luz indirecta baja a brillante y proteger del sol directo. Tolera la sequía; regar cuando las hojas muestren signos de marchitamiento, o cuando la tierra en la base de la planta esté apenas húmeda.
  • Pothos: Un género ampliamente tolerante. Colocar en luz indirecta baja a brillante y proteger del sol directo. Tolera la sequía; regar cuando las hojas muestren signos de marchitamiento, o cuando la tierra en la base de la planta esté apenas húmeda.
  • Muehlenbeckia: Requiere un cuidado atento; no debe secarse del todo. Colocar en luz indirecta de media a brillante. Puede entrar en letargo y defoliar cuando recibe una descarga. Manténgala fresca y apenas húmeda hasta que emerja el nuevo follaje.
  • Hoya: Las hojas y tallos cerosos y suculentos de la Hoya hacen que requiera menos agua que otras tropicales. Colóquelas en un lugar con luz indirecta de media a intensa y protéjalas del sol directo. Las variedades variegadas necesitan más luz que las no variegadas. Regar cuando la bola de musgo esté casi seca.
  • Anthurium: Los anturios prefieren la luz indirecta de media a intensa. Deje que se sequen casi (pero no totalmente) entre los riegos. A los anturios les gustan las temperaturas cálidas y la humedad alta, por lo que hay que tener mucho cuidado de mantener estas condiciones durante el invierno.

Alimentación

Durante la primavera y el verano, abone su kokedama mensualmente con un fertilizante líquido para plantas de interior a la mitad de la concentración recomendada. Simplemente mezcle el fertilizante en el agua y remójelo como de costumbre.

Amarronamiento de las hojas

Las kokedama son susceptibles de ser regadas en exceso o en defecto como cualquier otra planta de maceta. El pardeamiento de las hojas y el crujido de los bordes tienden a indicar un riego insuficiente. El color marrón de las hojas o los tallos, los tallos negros en la base y el amarilleo de las hojas tienden a indicar un exceso de riego. Recuerde que todas las plantas necesitan menos agua durante el letargo (en otoño e invierno) y más durante los períodos de crecimiento activo (en primavera y verano).

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