Discurso de aceptación

Dicho por la Excma. Sra. María Fernanda Espinosa Garcés, 5 de junio de 2018

Salón de la Asamblea General en el septuagésimo tercer período de sesiones Elección

Elección del Presidente del 73º período de sesiones de la Asamblea General
Foto ONU/Loey Felipe

Uno de los aspectos más importantes de la Carta de las Naciones Unidas es la posibilidad de decidir por votación universal la persona que dirigirá los trabajos de este foro. El proceso que hoy concluimos representa, por tanto, una celebración, más que una competición, de los principios fundacionales de nuestra Organización. En consecuencia, esta votación ha sido un acto que fortalece el multilateralismo. Por ello, todos los Estados ganan, porque al fortalecer a las Naciones Unidas avanzamos en la construcción de sus pilares de paz y seguridad, desarrollo y derechos humanos en beneficio de nuestros pueblos y de nuestro hogar común, el planeta Tierra.

Agradezco profundamente el voto de confianza que los Estados Miembros han depositado hoy en el Ecuador para presidir la Asamblea. Agradezco las muy generosas expresiones de apoyo y confianza de los países de mi querida región de América Latina y el Caribe y de todas las regiones del mundo.

Quiero felicitarlo, señor Presidente, por su conducción de la Asamblea. Por primera vez en la historia, usted ha hecho posible que mantengamos un diálogo interactivo con los candidatos a la dirección de la Asamblea en su próxima sesión. Esta elección es, por tanto, un paso más en el proceso de revitalización de la Asamblea General. Quiero agradecer especialmente a la Embajadora Elizabeth Flores su compromiso con la Organización y con la Asamblea General a través de su participación en este proceso de elección.

Hoy, con el apoyo de la Asamblea, me convierto en la cuarta mujer elegida para este cargo en los 73 años de existencia de las Naciones Unidas. También seré la primera mujer de América Latina y el Caribe en presidir la Asamblea. Espero que esta paridad siga avanzando y que hombres y mujeres tengan por fin la oportunidad de dirigirse a este foro en igualdad de condiciones, como yo tengo el honor de hacerlo hoy, gracias al apoyo de la Asamblea. Por ello, quiero dedicar esta elección a todas las mujeres del mundo que hoy participan en política y que se enfrentan a ataques políticos y mediáticos marcados por el machismo y la discriminación. Quiero rendir un homenaje especial a las mujeres que luchan cada día por acceder a puestos de trabajo en igualdad de condiciones; a las mujeres y niñas que son víctimas de la violencia; a las niñas y adolescentes que reclaman el acceso a una información y educación de calidad. Con ellas estaré siempre comprometido.

Quiero agradecer al pueblo ecuatoriano y a nuestro Presidente, Lenin Moreno Garcés, la confianza depositada al proponer a su Ministro de Relaciones Exteriores para representar al Ecuador en este distinguido cargo. Las llamadas telefónicas diarias del Presidente Moreno para mantenerse personalmente informado sobre los avances de mi candidatura, y su interés directo en el proceso, demuestran su gran compromiso y su amor por el Ecuador y el multilateralismo. Mi especial agradecimiento al equipo de la Misión Permanente del Ecuador ante las Naciones Unidas y a su Representante Permanente por su intenso y comprometido trabajo; a nuestros embajadores y personal del servicio exterior en el mundo, y al equipo de la Cancillería en Quito, que han trabajado en las últimas semanas para movilizar el apoyo que hoy logramos para mi candidatura.

Ofrecí una presidencia de puertas abiertas y cumpliré esa promesa. Además, hoy reitero mi compromiso de actuar como facilitador imparcial, objetivo y abierto. Como muchos de los presentes saben, además de político, también soy poeta. Como tal, soy plenamente consciente de que ningún punto de vista es útil si no vemos, y ninguna palabra tiene valor si no escuchamos. Estaré dispuesto a escuchar a todos los representantes y a trabajar para ellos y con ellos. Quiero asegurar a las delegaciones que promoveré todas las acciones que estén a mi alcance para que la Asamblea juegue un papel central en el avance hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Quiero felicitarle, señor Presidente, por su trabajo, visión y esfuerzo permanente durante este periodo. Pongo mi tiempo y energía a su entera disposición para trabajar junto a usted en este periodo de transición con el fin de asegurar la continuidad de su excelente trabajo y resultados. Es un honor para mí tener el reto de sucederles, y espero poder contar con su experiencia a lo largo de mi mandato.

Discurso de aceptación, 5 de junio de 2018 (en inglés)

Como mencioné en el diálogo interactivo, los órganos de las Naciones Unidas deben funcionar como un reloj, como engranajes de una única y bien engrasada máquina que mueve a la Organización hacia los objetivos de su Carta fundacional. Estoy seguro, por tanto, de que trabajaré codo con codo con el Secretario General para promover las reformas y los procesos necesarios para fortalecer la Organización. También quiero felicitar al Secretario General por su ejemplo de espíritu emprendedor y su valentía al buscar los mejores resultados en lugar de los más fáciles. Me comprometo a apoyar sus iniciativas, de acuerdo con el mandato que reciba de los Estados miembros.

Uno de mis mayores retos será, sin duda, prestar apoyo a los Estados en la aplicación de las reformas del sistema de las Naciones Unidas. Tenemos el reto de construir una Organización más fuerte y eficiente. El fortalecimiento del multilateralismo no es una opción sino una obligación. Por ello, es urgente que las Naciones Unidas muestren la capacidad de responder a los principales desafíos globales, y que la Organización se acerque a la gente, conectando sus decisiones directamente con sus beneficiarios, los ciudadanos del mundo. Por ello, tal y como he manifestado en este proceso de elección, todas y cada una de mis actuaciones tendrán en cuenta que los principales destinatarios de nuestros compromisos y decisiones son nuestros pueblos. Para ellos trabajamos.

Una vez más, agradezco profundamente a la Asamblea este nombramiento. Ante la Asamblea, me comprometo a trabajar por el bien común y por los principios y pilares de nuestra Organización. Me comprometo a respetar el código de ética del Presidente de la Asamblea General con absoluta responsabilidad, y a seguir estrictamente los preceptos de la Carta de las Naciones Unidas y el reglamento de la Asamblea.

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