Ejercicio en el agua

¿Qué es el ejercicio en el agua?

El ejercicio en el agua consiste en hacer ejercicio en una piscina, normalmente una piscina de agua caliente y climatizada, y también puede denominarse «hidroterapia». Es una de las formas más cómodas y eficaces de que una persona con artritis pueda hacer ejercicio porque las articulaciones y los músculos pueden ejercitarse mientras se apoyan en el agua.

El ejercicio en el agua es seguro y adecuado para las personas con artritis. Hay varias opciones, dependiendo de sus necesidades, su estado físico y su capacidad.

¿Hay diferentes piscinas en las que pueda hacer ejercicio?

Dependiendo de dónde viva, podrá acceder a diferentes tipos de piscinas. Una piscina de hidroterapia se calienta a unos 34 grados centígrados, lo que ayuda a aflojar las articulaciones y los músculos y le mantiene caliente mientras hace ejercicio. Este tipo de piscina más caliente suele ser más útil cuando el dolor es un problema importante. Las piscinas de hidroterapia suelen encontrarse en hospitales, centros comunitarios de rehabilitación sanitaria, algunas clínicas de fisioterapia o complejos de centros de ocio. Suelen tener una rampa, una grúa o unos escalones ligeramente inclinados, en lugar de una escalera, para facilitar la entrada y salida de la piscina. Las piscinas públicas suelen estar climatizadas a unos 28 grados centígrados, que es una temperatura más cómoda para las personas que nadan o hacen un ejercicio más intenso.

¿Cuáles son los beneficios de hacer ejercicio en el agua?

El ejercicio en el agua es una forma excelente para que las personas con artritis se fortalezcan, alivien las articulaciones rígidas y relajen los músculos doloridos. La flotabilidad del agua elimina el peso de las articulaciones dolorosas. Por ejemplo, si te pones de pie en el agua hasta el pecho, tus piernas sólo tienen que soportar un tercio de tu peso corporal. Por eso, muchas personas con artritis en los pies, las rodillas, la espalda y las caderas se sienten más cómodas y pueden moverse más libremente en el agua que en tierra. El calor del agua también puede aliviar el dolor y calentar los músculos y las articulaciones para que puedan moverse con facilidad. El agua puede ofrecer tan poca o tanta resistencia como se desee. Esto significa que los ejercicios pueden ajustarse fácilmente para adaptarse a personas con distinta fuerza y movilidad. Hacer ejercicio en el agua también puede mejorar la resistencia y la forma física.

¿Quién se beneficia del ejercicio en el agua?

El ejercicio en el agua puede ser beneficioso para las personas con cualquier forma de artritis. Es especialmente útil para las personas:

  • con artritis en varias articulaciones, ya que se pueden ejercitar todas las articulaciones a la vez
  • con enfermedades que afectan a los pies, las rodillas, las caderas y la espalda
  • que se preparan para una operación de sustitución de articulaciones o se están recuperando de ella
  • y a las que les resulta difícil o doloroso hacer ejercicio en tierra.

¿Qué tipo de ejercicio puedo hacer en el agua?

Hay varias formas diferentes de hacer ejercicio en el agua. Depende de su tipo de artritis y de cómo le afecte, de su nivel de forma física, de su capacidad y de sus intereses:

  • Si es la primera vez que hace ejercicio en el agua o su artritis está limitando su capacidad para hacer ejercicio, puede resultarle útil realizar sesiones individuales en una piscina de hidroterapia con un fisioterapeuta. El fisioterapeuta le prescribirá y ayudará a realizar ejercicios específicos para su enfermedad. El fisioterapeuta también puede utilizar otras técnicas terapéuticas, como la movilización de las articulaciones o los estiramientos. Cuando esté familiarizado con sus ejercicios, su fisioterapeuta puede sugerirle que continúe con su programa de forma independiente o que se una a una clase de ejercicios acuáticos adecuada.
  • Algunas piscinas de hidroterapia pueden tener horarios en los que puede utilizar la piscina para hacer su propio programa de ejercicios de forma independiente. Es importante que un fisioterapeuta le haga un programa individualizado para sus necesidades, y recuerde que los ejercicios que ve hacer a otras personas pueden no ser adecuados para usted.
  • Si está interesado en una clase de grupo, puede unirse a una clase de ejercicios acuáticos suaves. Puede haber clases adecuadas en piscinas locales o en piscinas de hidroterapia. Estas clases suelen estar dirigidas a personas mayores o con problemas de salud como la artritis. La clase suele estar dirigida por un instructor de fitness o un voluntario formado (por ejemplo, de un grupo de autoayuda). Todo el mundo suele seguir la misma rutina y los ejercicios abarcan todo el cuerpo, no articulaciones específicas.
  • Si no tiene dificultades importantes con el dolor o la movilidad, podría apuntarse a una clase de aeróbic acuático en su piscina local. Estas clases suelen estar dirigidas por instructores de fitness y suelen incluir rutinas similares a las de las clases de aeróbic en tierra. Todo el mundo sigue la misma rutina y a menudo se hace al ritmo de la música. Estas clases se dirigen a todo el cuerpo y también tienen como objetivo mejorar la condición física del corazón y los pulmones.
  • Puede nadar en su piscina local. Su artritis puede afectar a su técnica de natación, por lo que puede resultar útil acudir a un instructor de natación o a un fisioterapeuta para que le ayude a ajustar su brazada si le causa dolor.

¿Qué ocurre si no sé nadar?

En la mayoría de las clases de ejercicios acuáticos, no es necesario saber nadar para participar. No tendrá que meter la cabeza bajo el agua, pero debe sentirse seguro para soltar el borde de la piscina y caminar por ella por sí mismo. Si necesita ayuda con esto, las sesiones individuales con un fisioterapeuta en una piscina de hidroterapia pueden ser más adecuadas para usted hasta que adquiera más confianza en el agua.

¿Cómo puedo empezar?

  1. Póngase en contacto con su oficina local de artritis para obtener información sobre las piscinas de hidroterapia y las clases de ejercicios acuáticos suaves en su zona.
  2. Póngase en contacto con su piscina local o centro de salud comunitario para averiguar si ofrecen clases adecuadas para su enfermedad y capacidad.
  3. Si está interesado en realizar sesiones individuales con un fisioterapeuta en una piscina de hidroterapia, póngase en contacto con la Asociación Australiana de Fisioterapia (véase más abajo) para encontrar un fisioterapeuta acuático. Algunos servicios públicos de fisioterapia también pueden ofrecer sesiones individuales; póngase en contacto con su centro de salud local para obtener más detalles o pregunte a su médico.

Póngase en contacto con su oficina local de artritis para obtener más información y servicios de apoyo.Sitios web: Australian Physiotherapy Association, Exercise and Sports Science Australia, Australia’s Physical Activity and Sedentary Behaviour Guidelines, Fitness Australia.

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