El autismo: Cómo entender el trastorno

El autismo forma parte de un grupo de problemas graves del desarrollo denominados trastornos del espectro autista que aparecen en la primera infancia, normalmente antes de los 3 años. Aunque los síntomas y la gravedad varían, todos los trastornos del espectro autista afectan a la capacidad del niño para comunicarse e interactuar con los demás.

El número de niños diagnosticados con autismo parece estar aumentando. No está claro si esto se debe a una mejor detección y notificación del autismo, a un aumento real del número de casos o a ambas cosas.

Los niños con autismo suelen tener problemas en tres áreas cruciales del desarrollo: la interacción social, el lenguaje y el comportamiento. Algunos niños muestran signos de autismo en la primera infancia. Otros niños pueden desarrollarse con normalidad durante los primeros meses o años de vida, pero luego se vuelven repentinamente retraídos o agresivos o pierden las habilidades lingüísticas que ya habían adquirido.

Signos

Aunque es probable que cada niño con autismo tenga un patrón de comportamiento único, estos son algunos signos comunes del autismo:

Habilidades sociales

  • No responde a su nombre
  • Tiene poco contacto visual
  • Parece que no le oye a veces
  • Se resiste a los mimos y a los abrazos

.

Lenguaje

  • No habla o tiene retraso en el habla
  • Pierde la capacidad previamente adquirida de decir palabras o frases

Comportamiento

  • Realiza movimientos repetitivos, como balancearse, girar o agitar las manos
  • Desarrolla rutinas o rituales específicos y se altera al menor cambio
  • Puede realizar actividades que podrían causar autolesiones, como golpearse la cabeza

Por favor, póngase en contacto con el proveedor de atención médica de su hijo para programar una cita si tiene preguntas o preocupaciones sobre el autismo o haga un punto para discutir sus preocupaciones durante su revisión programada.

Aunque no hay cura para el autismo, un tratamiento intensivo y temprano puede suponer una gran diferencia en la vida de muchos niños con este trastorno.

No hay relación entre las vacunas y el autismo

Una de las mayores controversias sobre el autismo se centra en si existe una relación entre el autismo y ciertas vacunas infantiles, en particular la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (SPR). A pesar de las extensas investigaciones, ningún estudio fiable ha demostrado una relación entre el autismo y la vacuna triple vírica. Evitar las vacunas infantiles puede poner a su hijo en peligro de contraer y contagiar enfermedades graves, como la tos ferina (pertussis), el sarampión o las paperas.

Para más información sobre las recomendaciones de vacunación infantil, haga clic aquí.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.