- El adolescente de Texas Ethan Couch, que mató a cuatro personas e hirió a nueve en un accidente por conducir ebrio, fue condenado a pasar otros dos años en la cárcel
- El hermanastro Steven McWilliams, su esposa Misty y el padre de Ethan, Fred Couch, lo visitaron el lunes para una sombría celebración de su 19º cumpleaños
- ‘Es una habitación del tamaño de mi coche.. Él sólo se sienta allí,’ dijo McWilliams. ‘Pero mentalmente está bien’
- ‘La gente le amenaza pero creo que hay gente mucho peor que él en el mundo,McWilliams dijo a Daily Mail Online
- McWilliams dijo a Daily Mail Online que Ethan reconoce el sufrimiento que ha causado a las familias de sus víctimas
- El juez ofreció un rayo de esperanza el miércoles diciendo que su sentencia no era «inamovible»
- Couch cree que su condena de dos años de cárcel se reducirá a sólo seis meses, su familia ha declarado en exclusiva a Daily Mail Online
El adolescente Ethan Couch cree que su condena de dos años de cárcel se reducirá a sólo seis meses, según ha declarado su familia en exclusiva a Daily Mail Online.
Couch esquivó la cárcel por un accidente por conducir bajo los efectos del alcohol en 2013 en el que murieron cuatro personas, pero el miércoles se le impusieron cuatro condenas consecutivas de 180 días de cárcel por incumplir su libertad condicional al irse de fiesta y huir a México.
El nuevo castigo entró en vigor porque Couch cumplió 19 años mientras estaba detenido. Compareció ante el juez de Texas Wayne Salvant como adulto y no como menor.
Pero el hermanastro de Couch, Steven McWilliams, dijo a Daily Mail Online que Ethan y sus abogados confían en poder impugnar esa decisión y conseguir que su condena de 720 días se reduzca drásticamente.
«Fue una sorpresa, pero creo que al final saldrá a nuestro favor», predijo McWilliams, de 29 años. ‘Supongo que lo mejor que podemos esperar es una sola sentencia de 180 días.’
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El juez Salvant pidió más argumentos por escrito antes de la próxima cita de Couch en el juzgado en dos semanas – ofreciendo un rayo de esperanza al adolescente fugado al decir que su sentencia no estaba «grabada en piedra».
«Hubo cierta confusión», añadió McWilliams, que asistió a la vista. El juez dictó una sentencia, pero dijo que podíamos discutirla, que podías volver y demostrar que estaba equivocado’.
Couch tenía sólo 16 años cuando se emborrachó y se fue a dar una vuelta en la camioneta de su padre, Fred, antes de chocar con un coche parado y arrasar a la conductora y a tres personas que habían acudido a socorrerla porque había pinchado una rueda.
El mimado réprobo se libró con diez años de libertad condicional después de que sus abogados argumentaran con éxito que no entendía las consecuencias de sus actos debido a su origen privilegiado, una aflicción que acuñaron como «afluenza».
McWilliams dijo al Daily Mail Online, sin embargo, que su hermanastro reconoce ahora el sufrimiento que ha causado a las familias de los muertos y a las otras nueve personas que dejó heridas.
‘Lo quieren allí durante 20 o 30 años. Él lo entiende’, dijo McWilliams fuera de su casa de Fort Worth, donde la madre de Couch, Tonya, de 48 años, también vive bajo arresto domiciliario por organizar su chapucera huida a México.
‘Lo ha superado, pero cuando ocurrió por primera vez estaba fuera de sí. Se sentía mal. Es una persona normal y por supuesto se sintió mal por ellos.
‘Es un doble filo, por supuesto que sabe que se merece algo. No quiere quedarse ahí para siempre, pero se da cuenta de que se merece algo’.
Couch ha estado encerrado en régimen de aislamiento en el Centro Correccional Lon Evans, de máxima seguridad, en el centro de Fort Worth, hasta 23 horas al día desde que fue trasladado allí en febrero.
Las autoridades lo han aislado para su propia protección porque temen que el delincuente, de complexión leve, pueda ser el objetivo de otros reclusos debido a su infamia.
McWilliams, su esposa Misty, de 29 años, y el padre de Ethan, Fred Couch, de 50 años, lo visitaron el lunes para una sombría celebración de su 19º cumpleaños entre rejas, pero se les prohibió llevar tarjetas, pasteles o regalos.
«Es una habitación casi del tamaño de mi coche. Él sólo se sienta allí», dijo McWilliams. Pero mentalmente está bien.’
‘La gente le amenaza pero creo que hay gente mucho peor que él en el mundo. Recibe cartas en la cárcel, pero todo es gente que lo apoya.
‘Íbamos a visitarlo todos los días, pero ahora vamos un par de veces a la semana. No era un cumpleaños normal, pero él se lo tomó como ‘es lo que es’.
McWilliams no quiso entrar en más detalles sobre las amenazas pero dijo que toda su familia había sido objeto de abusos en los últimos meses.
Tonya Couch se enfrenta ella misma a diez años de cárcel por haber ayudado supuestamente a su hijo a huir a México el año pasado después de que violara su libertad condicional al asistir a una fiesta de borrachera con cerveza.
La pareja condujo 1.200 millas y se escondió en el balneario del Pacífico de Puerto Vallarta, pero fue localizada y traída de vuelta a los EE.UU. en enero después de que utilizara uno de sus teléfonos móviles para pedir una pizza.
El caso contra Tonya, que está acusada de obstaculizar la detención de un fugitivo, también está siendo tratado por el juez Salvant.
Su continuo arresto domiciliario le impidió asistir a la audiencia del miércoles en el Centro de Justicia Penal Tim Curry, pero estaba «bastante bien» a pesar de saber que su hijo había sido condenado a casi dos años más entre rejas, según McWilliams.
«Mi padrastro se lo está tomando con calma», añadió. ‘Creo que todos sabemos que no acabará así’
