Historia del Consulado
La Misión de EE.UU. en Arabia Saudí comenzó como una legación en Jeddah en 1943. Las relaciones diplomáticas plenas comenzaron en 1948 y la misión estadounidense, situada en una casa tradicional en el centro de la ciudad antigua, se convirtió en una embajada. La Embajada se trasladó en 1952 a la sede del Consulado General del distrito de Al Hamra, que en aquel momento era una propiedad aislada, frente a la playa, muy al norte de los límites de la ciudad. Junto con todas las demás misiones extranjeras, la Embajada se trasladó a Riad en 1984. El antiguo complejo de la Embajada en Jeddah es ahora un Consulado General en el corazón de una de las ciudades más dinámicas de Oriente Medio.
Conocida localmente como «La Novia del Mar Rojo», Jeddah se encuentra en la misma latitud que Honolulu y Hong Kong, y comparte su clima cálido y húmedo. Según la tradición, la ciudad debe su nombre (que significa abuela, en árabe) a la leyenda de que la Eva bíblica fue enterrada aquí. Desde casi el inicio del Islam, ha sido el principal punto de entrada para los peregrinos extranjeros que pretenden realizar el Hajj o peregrinación a La Meca. El califa Othman la eligió personalmente como lugar ideal frente a sus rivales del norte y el sur. La ventaja de Jeddah era que ya era un puerto establecido con una historia que facilitaba la peregrinación preislámica y el comercio de especias en el Hiyaz, la región occidental de la actual Arabia Saudí.