Philip Kosloski – publicado el 03/02/18
La lista puede sorprenderte.
Aunque los católicos tienen instrucciones de abstenerse de comer carne los viernes durante la Cuaresma, no significa que el pescado sea la única opción. De hecho, hay muchos animales acuáticos diferentes y alimentos derivados de animales que están permitidos.
En latín, la palabra utilizada para describir qué tipo de «carne» no está permitida los viernes es carnis, y se refiere específicamente a la «carne animal». Esto ha dejado la puerta abierta a muchas otras criaturas que no entran en esta estricta definición.
La USCCB da una explicación más completa de lo que constituye la «carne».
Las leyes de abstinencia consideran que la carne proviene sólo de animales como pollos, vacas, ovejas o cerdos – todos los cuales viven en la tierra. Las aves también se consideran carne. La abstinencia no incluye los jugos de la carne ni los alimentos líquidos elaborados con ella. Así, alimentos como el caldo de pollo, el consomé, las sopas cocinadas o aromatizadas con carne, las salsas de carne, así como los condimentos hechos con grasa animal, no están técnicamente prohibidos. Sin embargo, los teólogos de la moral han enseñado tradicionalmente que debemos abstenernos de todos los productos de origen animal (excepto alimentos como la gelatina, la mantequilla, el queso y los huevos, que no tienen ningún sabor a carne). El pescado es una categoría diferente de animal. Las especies de peces de agua dulce y salada, los anfibios, los reptiles (animales de sangre fría) y los mariscos están permitidos.
Lo que esto significa es que animales como el caimán, el castor, la tortuga y las ranas están permitidos durante la Cuaresma.
Un plato popular de Cuaresma en Sudamérica es el carpincho, y según la tradición, «el Padre Sojo, un famoso sacerdote venezolano, es sostenido por un texto zoológico que fue a Italia a finales del siglo XVIII y obtuvo una bula papal que aprobaba el carpincho para la comida de Cuaresma debido a sus hábitos anfibios.»
No obstante, la Iglesia instruye a sus fieles para que observen el «espíritu de la ley» y no realicen celebraciones excesivas en un día que recuerda el supremo sacrificio de Jesucristo en la cruz.
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