Características generales
Los falconiformes varían desde los diminutos halcones (Microhierax), que pesan 35 gramos (1,2 onzas) o menos, hasta los enormes buitres y águilas con pesos de hasta 14 kg (31 libras), siendo estos últimos, sin duda, los más formidables de los depredadores aviares. Muchas especies tienen un peso que oscila entre 0,4 y 2,0 kg (0,9 y 4,4 libras). Las hembras son normalmente entre un 20 y un 100 por ciento más grandes que los machos, especialmente entre los halcones y accipitadores que matan aves. En los buitres, sin embargo, el macho es normalmente entre un 10 y un 15 por ciento más grande.
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Las alas, cola y patas falconiformes varían según los métodos de caza, el tipo de presa y el hábitat. Los buitres carroñeros tienen alas anchas y elevadas y patas débiles; los halcones veloces tienen el cuerpo en forma de bala y las alas largas y puntiagudas; las especies maniobrables que viven en el bosque -como los accipitadores, algunas águilas y los halcones forestales- tienen alas cortas y redondeadas y colas largas y redondeadas o graduadas. El pico es siempre ganchudo y se utiliza para desgarrar la carne de las presas sostenidas en las patas; puede modificarse aún más para tipos especiales de alimento, como caracoles o médula ósea. Las patas, que son el principal medio para matar a la presa, son excepcionalmente fuertes, equipadas con largas y curvadas garras, excepto en los buitres, que se alimentan de carroña. La vista y el oído están muy desarrollados, pero el sentido del olfato suele ser escaso o inexistente.
Los falconiformes se encuentran desde las latitudes árticas hasta las ecuatoriales, en hábitats que van desde el desierto más crudo hasta el bosque tropical y las costas. Son más comunes y variados en países cálidos y relativamente abiertos, aunque muchos, especialmente en Sudamérica, se han adaptado a la vida forestal. Nunca son abundantes, excepto donde las especies gregarias pueden posarse o alimentarse juntas. Lo normal es que haya una pareja de aves por cada 15 km cuadrados (6 millas cuadradas) o más. Su número no siempre depende de la densidad de animales para alimentarse, ya que las poblaciones de rapaces a veces se ven limitadas por la competencia entre ellas por el territorio en lugares donde la comida es abundante.