Farmacología, rama de la medicina que se ocupa de la interacción de los fármacos con los sistemas y procesos de los animales vivos, en particular, de los mecanismos de acción de los fármacos, así como de sus usos terapéuticos y de otro tipo.
El primer tratado farmacológico occidental, un listado de plantas herbáceas utilizadas en la medicina clásica, fue realizado en el siglo I ad por el médico griego Dioscórides. La disciplina médica de la farmacología deriva de los boticarios medievales, que preparaban y prescribían medicamentos. A principios del siglo XIX se produjo una división entre los boticarios que trataban a los pacientes y aquellos cuyo interés se centraba en la preparación de compuestos medicinales; estos últimos constituyeron la base de la especialidad en desarrollo de la farmacología. La farmacología verdaderamente científica no se desarrolló hasta que los avances en química y biología de finales del siglo XVIII permitieron estandarizar y purificar los medicamentos. A principios del siglo XIX, los químicos franceses y alemanes habían aislado muchas sustancias activas -morfina, estricnina, atropina, quinina y muchas otras- a partir de sus fuentes vegetales en bruto. La farmacología quedó firmemente establecida a finales del siglo XIX por el alemán Oswald Schmeiderberg (1838-1921). Definió su propósito, escribió un libro de texto de farmacología, ayudó a fundar la primera revista de farmacología y, lo que es más importante, dirigió una escuela en Estrasburgo que se convirtió en el núcleo a partir del cual se establecieron departamentos independientes de farmacología en universidades de todo el mundo. En el siglo XX, y sobre todo en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, la investigación farmacológica ha desarrollado una amplia gama de nuevos fármacos, incluidos antibióticos, como la penicilina, y muchos medicamentos hormonales, como la insulina y la cortisona. En la actualidad, la farmacología participa en el desarrollo de versiones más eficaces de estos y otros muchos fármacos mediante la síntesis química en el laboratorio. La farmacología también busca formas más eficientes y eficaces de administrar los fármacos a través de la investigación clínica en un gran número de pacientes.
A principios del siglo XX, los farmacólogos se dieron cuenta de que existe una relación entre la estructura química de un compuesto y los efectos que produce en el organismo. Desde entonces, se ha hecho cada vez más hincapié en este aspecto de la farmacología, y los estudios describen de forma rutinaria los cambios en la acción de los fármacos resultantes de pequeños cambios en su estructura química. Dado que la mayoría de los compuestos médicos son sustancias químicas orgánicas, los farmacólogos que se dedican a estos estudios deben tener necesariamente conocimientos de química orgánica.
En los laboratorios de investigación de las empresas farmacéuticas y químicas se lleva a cabo una importante investigación farmacológica básica. Después de 1930 esta área de investigación farmacológica experimentó una vasta y rápida expansión, particularmente en Estados Unidos y Europa.
El trabajo de los farmacólogos en la industria se ocupa también de las pruebas exhaustivas que deben realizarse antes de que los nuevos medicamentos prometedores puedan introducirse en el uso médico. Es necesario realizar observaciones detalladas de los efectos de un fármaco en todos los sistemas y órganos de los animales de laboratorio antes de que el médico pueda predecir con exactitud tanto los efectos del fármaco en los pacientes como su potencial toxicidad para los seres humanos en general. El farmacólogo no prueba por sí mismo los efectos de los fármacos en los pacientes; esto se hace sólo después de pruebas exhaustivas en animales y suele ser realizado por los médicos para determinar la eficacia clínica de los nuevos fármacos. También se requieren pruebas constantes para el control rutinario y la estandarización de los productos farmacéuticos y su potencia y pureza.