A todo el mundo, tenga o no alergias o esté a dieta, le gusta comer. Es un concepto universal y comer y beber es también algo necesario para la supervivencia. Pero ¿sabías que hay algunas personas, un grupo muy reducido, que no piensan en la comida en absoluto y no comen? ¿Has oído hablar de estas personas que no comen ni beben?
Hay un término para estas personas llamado autótrofos. Son, de hecho, un organismo muy singular que fabrica su propio alimento, pueden hacer huelgas de hambre eternamente. Vladimir Vernadsky, entre otros filósofos rusos, pensó en una forma de que los humanos fueran capaces de sobrevivir de algo que no fuera material. Estaba seguro de que todos los humanos están llenos de energía y que pueden alimentarse simplemente de la energía del espacio. Y hoy en día hay personas que demuestran que sí es posible vivir sin alimento real.
Vernadsky cree que todos los seres vivos se dividen en dos categorías, heterótrofos o autótrofos. Los autótrofos son en su mayoría plantas, que obtienen energía de sustancias no orgánicas, como el aire y el sol. Procesan el aire y la luz solar durante el proceso de fotosíntesis. Los heterótrofos, en cambio, son la otra categoría, la de los animales y los humanos. Se alimentan de otros seres vivos, y por lo tanto aquellos pueden llegar a vivir del espacio y de la energía solar y más como plantas que otros humanos.
En realidad hay un grupo de autótrofos que están viviendo en Moscú. Comparten su historia con otros en el Museo Konstantin Vasiliev. Un niño que es amamantado por su madre autótrofa hasta los siete años estará listo para serlo él mismo a los ocho. Es un proceso muy sencillo, y aunque la madre no coma ni beba nunca, sigue teniendo suficientes reservas de leche para abastecer a su bebé.
Estas mujeres de Moscú que al principio son veganas, evitan todos los productos animales de su dieta. Siguiendo las cosas, evitan también comer todos los alimentos vegetales y, finalmente, dejan de beber cualquier tipo de líquido.
La autótrofa más conocida de Rusia se llama Zinaida Baranova y tiene 67 años. Empezó dejando la carne, y luego dejó también las verduras. Lleva ya cuatro años y medio sin comer ni beber nada. Los investigadores que examinaron sus organismos se sorprendieron al descubrir que su edad biológica era la de una persona de 20 años.
Se llegó a la conclusión de que estaba perfectamente sana, con todos sus órganos y sistemas intactos, excepto el estómago. Sigue siendo una persona muy amable, extrovertida y enérgica y ha evitado todas las enfermedades. Admite que adaptarse a este estilo de vida no fue fácil y que al principio estaba agotada y tenía la boca seca, así como calambres. Pero después de un mes y medio su salud mejoró.
Según los médicos, los autótrofos son un tipo completamente nuevo de seres humanos que son autosuficientes y que es posible que sustituyan al humano estándar más adelante.