La baja estatura en gimnastas masculinos de competición prepúberes y puberales tempranos: ¿resultado de un sesgo de selección o de un entrenamiento intenso?

Objetivos: Determinar si el entrenamiento físico de alto volumen y alto impacto en gimnastas masculinos prepúberes y de pubertad temprana se asocia con una reducción del crecimiento estatural y segmentario y una reducción del factor de crecimiento similar a la insulina-I (IGF-I) en suero y un aumento de los niveles de cortisol (C).

Diseño del estudio: Se midieron la altura, la estatura sentada, la longitud de las piernas y las longitudes segmentarias (húmero, radio, fémur y tibia) y las anchuras (biacromial y bi-ilíaca), la dieta, el IGF-I sérico, la testosterona y el C en gimnastas masculinos de competición y en niños normoactivos (estadio de Tanner < o = 2) cada 3 o 4 meses durante un período de 18 meses.

Resultados: En la línea de base, los gimnastas (n = 31) eran 0,7 años mayores que los miembros del grupo de control (P <.05, n = 50) pero no eran diferentes en términos de madurez biológica. Las puntuaciones z ajustadas a la edad mostraron que los gimnastas eran más bajos que los miembros del grupo de control (-0,5 +/- 0,2 SD, P <,05) debido a la reducción de la longitud de las piernas (-0,8 +/- 0,2 SD, P <,001), pero no de la altura de sentado. Las longitudes de los segmentos y la anchura bi-ilíaca ajustadas a la edad también se redujeron en los gimnastas (P que oscilan entre <.05 y <.001). No se detectaron diferencias en cuanto a la IGF-I o la C en suero. Tras 18 meses de seguimiento, no se encontraron diferencias en cuanto a los índices de cambio en la estatura, la estatura sentada o la longitud de las piernas, las longitudes segmentarias, la IGF-I o la C entre las gimnastas y los sujetos de control que seguían siendo prepúberes y con pubertad temprana (gimnastas n = 18; grupo de control n = 35). Sin embargo, las magnitudes de las diferencias basales en las medidas antropométricas (puntuaciones z) persistieron a lo largo del estudio.

Conclusión: La baja estatura en estos gimnastas masculinos de competición se debió a una reducción de la longitud de las piernas pero no de la estatura sentada. La falta de una diferencia en las tasas de crecimiento, IGF-I, y la dieta durante el período de 18 meses indica que la baja estatura reportada en los gimnastas masculinos se debe a un sesgo de selección en lugar de entrenamiento de gimnasia.

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