En febrero de 1997, unos investigadores escoceses hicieron historia al informar de que habían clonado con éxito una oveja con el ADN de una célula mamaria de una oveja adulta. Antes de Dolly, muchos científicos creían que sería imposible hacer un clon con ADN extraído de una célula adulta porque requeriría que los genes de la célula fueran reprogramados al estado embrionario ingenuo. El nacimiento de Dolly planteó la posibilidad de utilizar seres humanos adultos para hacer clones genéticamente idénticos a sí mismos, una perspectiva que plantea muchas cuestiones éticas preocupantes. Pero en la revista Lancet de esta semana, el investigador francés Jean-Paul Renard y sus colaboradores informan de que una vaca clonada con ADN de una célula adulta puede haber muerto debido a errores en la reprogramación genética de su ADN. Aunque ha habido muchos informes sobre la muerte de clones durante el embarazo o poco después del nacimiento, este es el primer informe que indica que la clonación puede tener efectos perjudiciales a largo plazo en el clon.
Los investigadores tomaron una célula de la oreja de una vaca adulta sana, que a su vez era un clon hecho con ADN de células embrionarias, y la utilizaron para crear un nuevo clon. Seis semanas después del nacimiento del ternero, se produjo una caída repentina y dramática en sus recuentos de glóbulos rojos. El ternero murió una semana después. La autopsia mostró que los tejidos linfoides del bazo, el timo y los ganglios linfáticos no se habían desarrollado con normalidad.
Harry Griffin, del Instituto Roslin (Edimburgo, Escocia), donde se creó Dolly, declaró a BBC News Online: «Esto refuerza el punto que hemos planteado repetidamente en respuesta a la especulación sobre la clonación humana. Nadie debería contemplar la clonación de un ser humano utilizando una tecnología que se encuentra en una fase muy temprana de desarrollo y cuyos mecanismos comprendemos muy poco».
Para más información Jean-Paul Renard, Unidad de Biología del Desarrollo, Laboratorio de Biología Celular y Molecular, Instituto Nacional de Investigación Agronómica, 78352, Jouy-en-Josas, Francia. Tel: +33 34652594. Fax: +33 134652677. Correo electrónico: [email protected].