En 2007, un análisis de las emisiones luminosas nocturnas contiguas, captadas en imágenes de satélite, identificó unas 40 grandes conurbaciones en el mundo. Se estimó que cada una de ellas tenía una producción económica de al menos 100.000 millones de dólares. Dos de las más destacadas del mundo resultaron ser BosWash, en Estados Unidos (que se extiende desde Boston hasta Washington), y Blue Banana, en Europa (que se extiende en forma de plátano desde Leeds, en el Reino Unido, hasta Milán, en Italia). Tanto BosWash como Blue Banana se situarían en el quinto país del mundo en términos de PIB en 2016, y el siguiente análisis hace un rápido repaso de sus tamaños de mercado potenciales.
Las dos principales megalópolis del mundo
Fuente: Euromonitor International
Comparación de las principales megalópolis del mundo
Históricamente, el éxito tanto de BosWash como de Blue Banana se deriva de unas condiciones geográficas beneficiosas (acceso al mar y a las vías navegables interiores) y de que estas regiones fueron las primeras receptoras de los frutos de la Revolución Industrial, que comprendía nuevas tecnologías, métodos de transporte y gestión. Sin embargo, la clave de la viabilidad a largo plazo de un sistema económico es su capacidad de adaptación a los cambios. A medida que la industria manufacturera disminuía y aumentaban las actividades intensivas en conocimiento, BosWash y Blue Banana se adaptaron de forma ligeramente diferente.
Con un PIB por empleado de 143.000 dólares en 2015, BosWash destaca hoy como una economía grande y productiva, que impulsa a su vez los ingresos de los hogares y el gasto discrecional. Nueva York cuenta con una concentración de industrias financieras y creativas. Boston se especializa en biotecnología. Además, la megalópolis alberga dos de los centros tecnológicos más avanzados del mundo, como son el Corredor Dulles de Washington y la Ruta 128 de Boston. Este último, en particular, según han constatado los investigadores, se nutre de la capacidad de adaptación de las sólidas redes de empresarios, capitalistas de riesgo, tecnólogos y titulados universitarios con talento de la región.
Sin duda, la economía de la Banana Azul tiene también muchos puntos fuertes, como revela su elevada integración global. Rotterdam y Amberes se encuentran entre los 20 principales puertos del mundo, mientras que Heathrow/Londres, Fráncfort del Meno y Schiphol/Amsterdam están entre los 15 principales centros aeroportuarios mundiales. La sede del poder de la Unión Europea también se encuentra aquí. Sin embargo, la concentración de servicios empresariales altamente productivos fuera de Londres, Fráncfort del Meno y Zúrich es limitada.
Un factor más sutil, pero no por ello menos válido, que también está detrás de los resultados económicos de Blue Banana en comparación con BosWash son las barreras lingüísticas y culturales que caracterizan a la primera. La mentalidad de los residentes de la aglomeración urbana más avanzada de Europa sigue limitada en gran medida por las fronteras nacionales, en lugar de centrarse en la cooperación regional. Esto inhibe la comunicación y el intercambio de ideas, lo que a su vez reduce el potencial de creatividad y productividad laboral.
Comparación de las dos principales megalópolis del mundo: 2015
Fuente: Euromonitor International
Nota: Todos los indicadores se basan en las ciudades de nivel 1 sólo en la respectiva megalópolis, como se indica en el gráfico
¿Por qué preocuparse por las megalópolis?
En este breve resumen se ha hecho hincapié en el papel económico de las megalópolis. Esta comparación también es útil para los estrategas empresariales, ya que aporta un nuevo punto de vista a la hora de elaborar planes de negocio para territorios específicos: la conclusión es que, en lugar de centrarse en los análisis a nivel de país, puede ser más útil analizar las grandes conurbaciones (varias áreas metropolitanas combinadas). Este análisis se centraría en los territorios económicamente bien integrados, que se benefician de una gran movilidad laboral, densidad de población e infraestructuras muy desarrolladas. Disponer de una estrategia común de marketing, logística y desarrollo para dichas zonas tendría mucho sentido para una expansión empresarial equilibrada.