En la Inglaterra del siglo XIX, los baños de agua de mar ganaron popularidad como tratamiento de convalecencia no convencional para una variedad de dolencias, que iban desde la depresión hasta las enfermedades respiratorias. A los pacientes se les decía que pasaran un tiempo junto al mar o que se metieran en tinas llenas de agua de mar para ayudarles a recuperar la salud.
Sin embargo, la historia del uso del agua de mar en la medicina se remonta a mucho antes. Hay pruebas, por ejemplo, de que los antiguos egipcios la utilizaban en el tratamiento de heridas y quemaduras graves. A día de hoy, la cantidad de literatura científica sobre el tema sigue siendo cuantitativamente significativa, pero la calidad de las pruebas con respecto a los beneficios terapéuticos del agua de mar varía mucho. La mayor parte de la investigación se ha centrado en su impacto sobre las afecciones de la piel y la salud mental.
El agua de mar y las afecciones de la piel
Desde hace muchos años, se cuentan anécdotas de personas con psoriasis que encuentran alivio al pasar tiempo en baños de sal o, en general, en aguas ricas en minerales. El Mar Muerto, en particular, es conocido por sus altas concentraciones de magnesio y ha sido un destino popular para aquellos que quieren probar una ruta de tratamiento alternativa para ayudar a controlar su enfermedad de la piel.
Esto ha sido hasta cierto punto apoyado por la investigación. Un estudio publicado en el Journal of the American Academy of Dermatology demostró que los pacientes con psoriasis crónica, estable y en placas, se beneficiaban de pasar tiempo en el Mar Muerto, tomando baños de mar y exponiéndose al sol, lo que conducía a períodos de remisión que duraban más de tres meses de media. Estos resultados fueron respaldados por estudios posteriores y más recientes, aunque ninguno aclaró qué componentes del agua de mar, si es que los hay, tenían este impacto.
«Cualquier mejora observada tras nadar en el mar podría explicarse por la exposición a los rayos UVB del sol, ya que esto puede mejorar las afecciones de la piel, como la psoriasis», señala la dermatóloga Dra. Sweta Rai, de la Asociación Británica de Dermatólogos.
Las pruebas relativas al impacto del agua de mar en afecciones de la piel como el eczema son aún menos claras. Una amplia revisión se centró en diferentes ensayos sobre la terapia con agua de mar y descubrió que las respuestas de los pacientes con eczema al agua de mar y a los baños de sal, en general, eran muy variables.
«La investigación sobre los beneficios del agua de mar en las afecciones inflamatorias de la piel es muy limitada. Hay algunas pruebas que sugieren que el agua del Mar Muerto podría ayudar a mejorar los brotes de eczema; sin embargo, la mayoría de las pruebas son anecdóticas», explica Rai.
También es probable que no sea sólo el agua de mar per se la que tenga un impacto. Puede que el hecho de estar en un entorno nuevo, con un clima diferente, junto a la playa, sea lo que ayude a algunos pacientes.
«Yo no recomendaría nadar en el mar como forma de tratar la afección de la piel de los pacientes, ya que las pruebas no existen actualmente. La base del tratamiento del eczema y la psoriasis son las terapias tópicas y los productos biológicos en el caso de la psoriasis», afirma Rai.
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Mejorando su salud mental
La salud mental es otra área importante en la que los científicos se han dedicado a estudiar los efectos de nadar en el mar. Este tipo de investigación ha crecido en popularidad en los últimos años, en particular, gracias al lanzamiento de BlueHealth, una iniciativa de investigación paneuropea que investiga los vínculos entre el medio ambiente, el clima y la salud. En concreto, los científicos del programa estudian cómo el mar y otros entornos acuáticos pueden afectar al bienestar.
Existen numerosas pruebas que sugieren que el ejercicio físico es muy beneficioso para la salud mental, en particular, para controlar el estrés y la ansiedad, en parte porque promueve la liberación de endorfinas (las hormonas del «bienestar»).
Esto, según las investigaciones, parece ser aún más el caso de las personas que hacen ejercicio en entornos naturales y al aire libre, incluyendo el océano.
«El ejercicio al aire libre, como nadar en el mar, puede ser particularmente beneficioso y algunas investigaciones sugieren que el ejercicio al aire libre como éste puede ser tan eficaz como los antidepresivos en el tratamiento de la depresión leve a moderada. El ejercicio también reduce los niveles de cortisol, la «hormona del estrés», que se ha relacionado con una serie de problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad», explicó Stephen Buckley, jefe de información de Mind, la organización benéfica de salud mental.
Sin embargo, nadar en el mar también podría ayudar a la salud mental a través de otros mecanismos. Cuando nadamos, nuestros patrones de respiración cambian y esto puede conducir a un estado más relajado.
Consejos para disfrutar de los beneficios del mar
Protégete
No olvides que el mar suele ser sinónimo de sol, y tanto los baños de sol como los de mar se han relacionado con mejoras para la piel. Pero hazte también con una buena protección solar. «Es importante que la gente se asegure de estar protegida mientras está al sol, debido al riesgo potencial de desarrollar cáncer de piel», dice Rai.
No dejes de tomar tus medicamentos
Incluso si decides que nadar en el mar te ayuda, no suspendas los otros tratamientos que estés tomando. Si te preocupa y quieres cambiar algo de tu plan de tratamiento, habla primero con tus médicos para que te aconsejen.
Encuentra una actividad que te guste
Elige la actividad física que te funcione.
«Aunque nadar en el mar aporta beneficios para el bienestar mental de muchas personas, lo más importante es encontrar un tipo de actividad física que te guste y que puedas realizar con regularidad. Un grupo de natación al aire libre u otra actividad en equipo podría ser lo mejor para usted si encuentra que ser sociable le da un impulso, mientras que para otros que se benefician de tiempo para sí mismos, una actividad como correr podría funcionar mejor», dice Buckley.