Cuando crecí siempre me dijeron que disfrutara de la juventud; ahora veo por qué. Una plétora de jóvenes adolescentes hoy en día se quedan embarazadas en la escuela secundaria. Resulta que yo soy una de esas chicas. Tengo que decir que fue una experiencia que me cambió la vida. Como resultado, el paralelismo entre los aspectos de mi vida como adolescente y como madre adolescente son el estrés, la responsabilidad y mis emociones.Para empezar, un área de distinción entre la vida como adolescente y como madre adolescente es el estrés. Por ejemplo, cuando era adolescente, me preocupaba por encajar y por mi apariencia. Me encontraba siempre estresada por lo que pensaban los demás. Ansiaba ser conocida y gustar a todo el mundo y acababa siendo la más notoria. Era como si todos los de mi curso me odiaran. Caminar por los pasillos de la escuela era como caminar con alfileres y agujas. Todas las chicas que llevaban ropa y zapatos de marca y siempre iban peinadas eran del agrado de todo el colegio. Desgraciadamente, yo no estaba de acuerdo con la moda de las marcas, y eso no ayudaba a mi notoriedad. Mi apariencia a los ojos de todos no estaba a la altura. De la misma manera, como madre adolescente todavía me encuentro estresada por encajar y por mi apariencia. Cuando estoy rodeada de gente de mi edad, tengo la sensación de que no pertenezco a ella. Por supuesto, tiene mucho que ver con el hecho de que pueden vivir más en el momento sin responsabilidades; por lo tanto, no tengo ningún amigo. La tendencia de la moda hoy en día es mostrar mucha piel. Como madre me recuerdan constantemente que tengo que comportarme como un adulto maduro. En todos los aspectos, especialmente en mi apariencia, lo cual puede ser muy difícil. Lo que me devuelve a la categoría de no estar a la altura. Después de todo, el estrés por encajar y por mi aspecto jugó un papel importante en mi vida de adolescente…… medio de papel ……to graduado. La idea de que alguien dudara de mí me hacía sentir que mi mundo se había acabado. No dejé que eso me afectara, me gradué a tiempo con mi clase y saqué mejores notas que mis compañeros. Fui capaz de convertir mi tristeza en algo productivo. Mi tristeza me hizo querer algo mejor para mí y cada vez que lo digo miro hacia días mejores para mí y para mi pequeño. Para terminar, montar en una montaña rusa emocional de ser feliz y triste siempre será un aspecto vivo de mi vida de cualquier manera.Para concluir, cuando se trata de ser un adolescente y un estrés madre adolescente, la responsabilidad, y, mis emociones impacta profundamente estos dos aspectos de mi vida. Ya sea que se trate de encajar, ser provista o estar triste como adolescente. O simplemente mi apariencia, ser provista o estar triste como madre adolescente. Estas cosas no me impedirán llegar a ser grande.