Dispositivo anclado al hueso
A quién beneficia: Las personas con sordera unilateral. La causa más común de la sordera unilateral es la sordera repentina: despertarse una mañana sin audición en un oído. Un tumor benigno de crecimiento lento en el nervio auditivo llamado neuroma acústico también puede causar sordera unilateral.
Cómo funciona: Un dispositivo osteointegrado, o anclado al hueso, que también consta de componentes externos e internos. Se inserta un pequeño implante de titanio en el hueso del cráneo, detrás del oído. Un procesador de sonido unido al implante mediante un pilar o imanes internos y externos envía vibraciones sonoras al oído interno por conducción ósea directa.
Pros: Cubierto por Medicare y la mayoría de las aseguradoras privadas. Es la única opción para las personas con sordera unilateral. La resonancia magnética es adecuada para la opción del pilar (el dispositivo no es magnético).
Desventajas: Procedimiento invasivo; requiere cirugía y tiempo de recuperación. El procesador se coloca tres meses después de la cirugía. Cuesta unos 20.000 dólares por oído. Conseguir una resonancia magnética puede ser complicado.
Implante de oído medio
A quién beneficia: Las personas con pérdidas auditivas de moderadas a severas que han probado y rechazado los audífonos por el efecto de oclusión -esa sensación de taponamiento- o la molestia de la retroalimentación, el irritante chirrido que a veces emite el audífono. «Un candidato al implante de oído medio habrá tenido que probar otros audífonos antes de ser elegible», dice Parham.
Cómo funciona: Normalmente, el componente implantado consta de un receptor justo debajo de la piel y otra parte fijada a uno de los huesos del oído medio. El procesador externo transmite el sonido al receptor. A continuación, se transmite a la unidad interna, haciendo que el hueso vibre y envíe señales al oído interno. Los nuevos dispositivos totalmente implantados integran todos los elementos en un sistema bajo la piel; la batería debe sustituirse aproximadamente cada cinco años.
Pros: Proporciona una opción para quienes no obtienen un beneficio óptimo del audífono. No hay retroalimentación.
Contra: Procedimiento invasivo; requiere cirugía y tiempo de recuperación. Cuesta entre 15.000 y 30.000 dólares por oído. No lo cubre Medicare; algunas aseguradoras privadas pueden pagarlo. No se puede hacer una resonancia magnética.
Cathie Gandel es una escritora independiente con sede en Bridgehampton, N.Y.