Abstract
Introducción. La lengua fisurada es un trastorno lingual comúnmente encontrado en la práctica dental. Pero faltan datos sobre los diferentes patrones, la gravedad y la asociación de la fisura con diversos trastornos sistémicos y otras anomalías de la lengua. Este estudio pretende establecer un sistema de clasificación de la lengua fisurada y conocer la correlación con la salud sistémica y otros trastornos de la lengua. Materiales y Métodos. Se incluyeron en el estudio un total de 1000 sujetos entre los grupos de edad de 10 y 80 años. Se tabularon el patrón de fisuración, las enfermedades sistémicas aliadas y las anomalías linguales relacionadas. Resultados. De los 1000 sujetos, 387 presentaban lengua fisurada. De los 387 sujetos, 57 presentaban hipertensión, 18 tenían diabetes y 3 tenían tanto hipertensión como diabetes. El tipo de fisura lingual más frecuente fue el longitudinal central. Conclusión. Se ha encontrado que la lengua fisurada está asociada a ciertas enfermedades sistémicas y se requieren más investigaciones para conocer la correlación positiva. Si existe una correlación, dichos trastornos podrían diagnosticarse antes identificando la lengua fisurada a una edad más temprana.
1. Introducción
En las filosofías médicas, se cree que la lengua es un indicador de salud desde hace varias décadas. Habitualmente, se sabe que la lengua es un espejo de la salud oral y general. Hipócrates, Galeno y otros consideraban la lengua como el barómetro de la salud.
En los trastornos de la mucosa oral, las lesiones de la lengua constituyen proporciones sustanciales. Se ha informado de un rango variable de tasas de prevalencia en las diferentes regiones. Esta diferencia puede ir acompañada de factores raciales, de género y de trastornos sistémicos, entre otros.
La lengua fisurada es un trastorno hereditario que se manifiesta con surcos que pueden variar en tamaño y profundidad. No existe una etiología definida pero se postula un modo de herencia poligénico. Es un hallazgo incidental que se diagnostica durante el examen intraoral rutinario. Por lo general, la lengua fisurada es asintomática, a menos que se produzca un atrapamiento de restos en la fisura.
La justificación de este estudio es un nuevo intento preliminar de derivar una clasificación de la lengua fisurada basada en el patrón de fisuración, el número de fisuras en la lengua y los síntomas asociados, si los hay. También se realizó una correlación adicional de estos hallazgos con la salud sistémica para averiguar si existe alguna relevancia.
2. Materiales y métodos
El presente estudio se llevó a cabo en el Departamento de Medicina Oral y Radiología, Instituto SIBAR de Ciencias Dentales, Guntur. Un total de 1000 pacientes consecutivos entre los grupos de edad de 10 a 80 años fueron incluidos en el estudio. Todos los pacientes eran accesibles en el hospital para el chequeo regular y el tratamiento dental. El estudio se llevó a cabo desde febrero de 2012 hasta abril de 2012 por un solo investigador, ya que la lengua fisurada se observa rutinariamente como un hallazgo común en el examen intraoral . Se obtuvo la autorización para realizar el estudio de la junta de revisión institucional y los sujetos del estudio dieron su consentimiento informado para tomar fotografías. Sólo los pacientes que dieron el consentimiento informado participaron en el estudio. Se registró una historia detallada sobre los datos demográficos, la salud sistémica y los síntomas linguales asociados. Los antecedentes médicos de los sujetos se confirmaron tras evaluar sus historiales médicos recientes. Los sujetos se sentaron en el sillón dental y fueron examinados utilizando un espejo bucal y una sonda recta y bajo la iluminación del sillón dental. Se pidió a los sujetos del estudio que se enjuagaran la boca con agua estéril antes de realizar el examen intraoral de la lengua. Se pidió a los sujetos del estudio que abrieran la boca y sacaran la lengua lo máximo posible. Los sujetos fueron examinados con guantes estériles y se utilizó una gasa estéril para sujetar la punta de la lengua y facilitar el examen completo de la misma. Se registraron los análisis clínicos relativos al patrón de fisuración de la lengua, el número de fisuras en la lengua y las anomalías linguales asociadas. Se realizó un análisis estadístico y se consideró que un valor < 0,05 era estadísticamente significativo.
3. Resultados
De los 387 sujetos con lengua fisurada, 235 (60,7%) eran hombres y 152 (39,3%) mujeres.
Sobre la base de nuestras observaciones, hemos propuesto un nuevo método de clasificación y hemos clasificado la lengua fisurada de la siguiente manera.(1)Basándonos en el patrón de las fisuras de la lengua.(a)Patrón longitudinal central en 196 (50,6%) sujetos (Figura 1): fisura vertical que discurre a lo largo de la línea media de la superficie dorsal de la lengua.(b)Patrón transversal central en 42 (10,9%) sujetos (Figura 2): fisura/fisuras horizontales que cruzan la línea media.(c)Patrón longitudinal lateral en 20 (5,2%) sujetos (Figura 3): fisura/fisuras verticales que discurren lateralmente a la línea media.(d)Patrón ramificado en 68 (17.6%) (Figura 4): fisuras transversales que se extienden desde la fisura longitudinal central (aspecto de árbol ramificado).(e)Patrón difuso en 61 (15,8%) casos (Figura 5): fisuras distribuidas difusamente por la superficie dorsal de la lengua.(2)Según el número de fisuras linguales.(a)Leve: fisuras linguales en número de 1 a 3.(b)Moderada: lengua con más de 3 fisuras.(c)Grave: lengua con más de 10 fisuras.(3)En base a los síntomas asociados como sensación de quemazón y sensación de que los alimentos se alojan.(a)Sin sensación de quemazón.(b)Con sensación de quemazón.
El patrón de fisuración observado predominantemente fue el patrón longitudinal central (50,6%) y el menos observado fue el patrón longitudinal lateral (5,2%). El patrón de fisuración y el número de fisuras se correlacionaron con el sexo (la Chi-Cuadrado de Pearson es de 0,528) y los resultados mostraron que de 387 sujetos 235 eran hombres y 152 mujeres.
El patrón de fisuración y el número de fisuras se correlacionaron y los resultados mostraron que la mayoría de los casos leves se asociaron con el patrón longitudinal central (76,9%), seguido por los patrones transversal central (15,3%) y longitudinal lateral (7,8%). En el grupo de casos moderados, la mayoría pertenecía al tipo ramificado (95,7%), seguido del tipo transversal central (4,3%). En el grupo de casos graves, la mayoría eran de tipo difuso (96,8%) seguido del tipo ramificado (3,2%) (Prueba exacta de Fisher < 0,001).
La mayoría de los pacientes con lengua fisurada eran asintomáticos. De estos 22 sujetos, 6 (27,3%) eran de tipo longitudinal central y difuso, 4 (18,2%) eran de tipo transversal central y ramificado, y 2 (9,1%) eran de tipo longitudinal lateral.
El patrón de fisuración en los pacientes se correlacionó con sus antecedentes médicos. De los 387 sujetos con lengua fisurada, 289 sujetos no presentaban ningún trastorno médico y los 98 restantes tenían antecedentes sistémicos asociados (Tabla 1). Había hipertensión en 57 sujetos, 18 tenían diabetes y 3 tenían tanto hipertensión como diabetes. Otros trastornos sistémicos también coexistieron con la aparición de la lengua fisurada. En nuestra observación se incluía el asma, la gastritis, la neuralgia del trigémino, la epilepsia, la candidiasis, el carcinoma y el síndrome de Down. También se han observado varios trastornos linguales asociados en los sujetos (Tabla 2).
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Prueba exacta de Fisher (<0,001). |
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Prueba exacta de Fisher (0.001). |
4. Discusión
Se cree que la lengua fisurada es una variante normal en menos del 10% de la población y que tal vez tenga una orientación genética. La causa exacta de la lengua fisurada no está identificada; sin embargo, se alega un modo de herencia poligénico porque la situación se observa agrupada en familias.
La lengua fisurada asintomática se percibe frecuentemente durante el examen intraoral como un hallazgo subsidiario. La lengua fisurada puede ser aparente al nacer o manifestarse en etapas posteriores con un grado de profundidad variable de 2 a 6 mm.
La incidencia de la lengua fisurada en función del género fue similar a la de un estudio de población adulta con base en Libia que mostraba que los varones eran los más afectados. Sin embargo, los resultados fueron contradictorios con el estudio realizado en Jordania, en el que se observó un aumento de la prevalencia de la lengua fisurada en las mujeres.
La lengua fisurada se ha analizado en la bibliografía en función de su posición, como los tipos medial y lateral. Se han propuesto diversas variantes en la presentación de surcos o ranuras que se sitúan típicamente en la zona dorsolateral de la lengua. El siguiente patrón es una fisura central con varias fisuras ramificadas en ángulo recto desde la forma central. En la forma grave, numerosas fisuras cubren toda la superficie dorsal dividiendo las papilas linguales en múltiples «icelios» o lóbulos separados que se correlacionan con nuestra forma difusa de patrón de fisura.
La sensación de ardor en la lengua puede correlacionarse probablemente con los factores sistémicos y la mala higiene oral. Los factores locales implicados en la etiología son las prótesis mal ajustadas, la infección, los hábitos parafuncionales, la reacción alérgica, la xerostomía y el galvanismo, etc. . Los factores sistémicos implicados en la sensación de quemazón son la medicación, la anemia, el reflujo esofágico, la deficiencia de complejo vitamínico B, el zinc, el hierro, el reflujo esofágico y los factores psicológicos.
Según la literatura, la lengua fisurada suele ser asintomática. Pocos pacientes se quejan de un dolor leve. La circunstancia se agrava por el atrapamiento de partículas de alimentos dentro de las fisuras y la mala higiene bucal y nutrición .
Una encuesta epidemiológica húngara describió que la lengua fisurada coexiste con la diabetes mellitus seguida de la hipertensión . Pero en nuestro estudio, la mayoría de los pacientes sistémicamente debilitados tenían hipertensión seguida de diabetes. La mayoría de los pacientes hipertensos presentaban un patrón longitudinal central de fisuración, que resultó ser el tipo más común en los pacientes sin antecedentes médicos. Los informes sugieren que existe una asociación entre la lengua geográfica y la lengua fisurada. A diferencia de los estudios anteriores, se observó que la lengua recubierta estaba más asociada a la lengua fisurada que a la lengua geográfica, lo que era similar a la observación del estudio jordano. Se encontró que la lengua fisurada está asociada a ciertos síndromes como el síndrome de Melkersson-Rosenthal, el síndrome de Coffin-Lowry, el síndrome de Fraser, el síndrome de Down, el síndrome oral-facial-digital tipo I, el síndrome de Mohr, el síndrome de Pierre Robin, el síndrome de Maroteaux-Lamy, el síndrome ECC e incluso el síndrome de Sjögren.
5. Conclusión
Este estudio retrata la clasificación más reciente para la lengua fisurada, su patrón, las frecuencias del patrón, los síntomas asociados y los trastornos sistémicos coexistentes. La asociación de la lengua fisurada con varios trastornos sistémicos debe estudiarse ampliamente en una población más amplia para validar su relación específica con la enfermedad sistémica. La preponderancia genética de la lengua fisurada también debe investigarse ampliamente. Además, si esta preponderancia genética se corrobora en ensayos multicéntricos, la lengua fisurada diagnosticada en etapas tempranas de la vida podría apoyar un diagnóstico más temprano de los trastornos sistémicos.
Conflicto de intereses
Los autores declaran que no existe ningún conflicto de intereses en relación con la publicación de este artículo.