La actriz de Baywatch Pamela Anderson, que supuestamente se había sometido a varias operaciones de implantes de pecho a lo largo de su carrera, ha revelado que no está interesada en pasar por el bisturí cuando envejezca.
Anderson, de 44 años, que tiene dos hijos -Brandon, de 15 años, y Dylan, de 13- de su ex marido Tommy Lee, ha sido aconsejada para que se someta a inyecciones de Botox para congelar los músculos, pero lo rechaza porque prefiere verse envejecer de forma natural.
«Es una elección personal. Creo que era mucho más popular en los años 80. ¡La gente se inyecta y se pone bótox ahora, algo que no me interesa», dijo Contactmusic a New!
«¡Todo el mundo me dice que debería hacerlo, pero no me importa! Quiero ver cómo me veo cuando envejezca», añadió.
Aunque se niega a someterse a la cirugía estética, Anderson está un poco preocupada por los tiempos que se avecinan, pero intenta no pensar demasiado en ello.
«El otro día, empecé a pensar de verdad: ‘Dios mío, tengo 44 años, ¿qué pasará ahora?’ Los 50 están cerca. Creo que simplemente hay que despreocuparse», dijo.
La actriz también reveló que le preocupa menos perder su aspecto, ya que nunca se ha sentido guapa con ella misma.
«Sin embargo, nunca me he sentido guapa. Siempre me he sentido como una marimacho. Mucho de eso viene con la inseguridad cuando intentas ser bonita, estás tratando de conseguir aprobación», dijo.