Descripción meta – El Moonshine puede darte el «chute» que buscas en una bebida, pero ese chute puede ser costoso para tu salud. Si no sabes quién lo hace o cómo se hace, los peligros del moonshine superan con creces sus efectos.
Moonshine, white lightning, hooch y rotgut son sólo algunos nombres con los que se conoce el alcohol ilegal. El rotgut, en particular, es el que mejor describe lo que puede ser un brebaje peligroso cuando no se toman ciertas precauciones. La mayoría de las veces, los peligros del moonshine residen en el proceso de fabricación, en el que se toman atajos y se hacen «mejoras». Aunque no hay nada malo en un buen trago, hay que tomar algunas precauciones cuando se bebe moonshine.
¿Qué es el moonshine?
La falta de supervisión gubernamental es lo que más distingue al moonshine de otras bebidas alcohólicas. Esto hace que el moonshine sea ilegal. También significa que nunca se sabe realmente lo que se bebe. A menos que conozcas a la persona que lo ha fabricado, te expones a los peligros de beberlo.
El alcohol ilegal se fabrica en todo el mundo, sobre todo en zonas donde el alcohol es ilegal o caro. Como el proceso de fabricación no está supervisado por el gobierno, se pueden cometer errores y atajos. Además, fabricar tu propio «moonshine» puede ser una tarea complicada, por lo que no son infrecuentes los lotes peligrosos de cerveza casera.
Típicamente se elabora a partir de frutas o granos mediante un proceso de fermentación que utiliza levaduras o bacterias para convertir el azúcar en alcohol y dióxido de carbono. Por muy sencillo que parezca, los procesos de fabricación pueden variar bastante. Aquí es donde entran en juego los peligros de la fabricación de moonshine.
¿Está usted o su ser querido sufriendo una adicción?
¿Tiene preguntas o preocupaciones? Nuestros coordinadores de admisión las responderán.
Peligros del Moonshine
Las destilerías de Moonshine no tienen que seguir ninguna ley, reglamento ni tienen que pagar impuestos. Al no haber supervisión, el mantenimiento de los equipos y los procedimientos de desinfección pueden quedar relegados a un segundo plano. Estas condiciones hacen que los brebajes sean potencialmente peligrosos.
Aquí están algunos de los peligros que conlleva beber moonshine –
Metanol – Un subproducto mortal
El proceso de fermentación utilizado para hacer moonshine produce alcohol en dos formas: metanol y etanol. El etanol es la versión potable. El metanol, conocido como alcohol de madera, es un subproducto que resulta tóxico cuando grandes cantidades acaban en el producto final.
El proceso de destilación que sigue produce etanol concentrado hirviendo el producto fermentado. El problema con el que se encuentran los «moonshiners» es que el etanol tiene un punto de ebullición de 173,1 grados Fahrenheit mientras que el punto de ebullición del metanol es de 148,5 grados Fahrenheit. Esto significa que el metanol se evapora a un ritmo más rápido que el etanol y puede concentrarse. Cuando se hace correctamente, sólo se forma en pequeñas cantidades y se separa fácilmente y se desecha. Sin el equipo adecuado, altas concentraciones de metanol pueden acabar en la bebida.
Lo que hace que el metanol sea tan peligroso es que el cuerpo humano lo convierte en formaldehído, un ingrediente utilizado para fabricar el líquido de embalsamamiento. El cuerpo convierte entonces el formaldehído en ácido fórmico, un material que envenena las células del cuerpo. En cantidades suficientes, la muerte es una posibilidad real. No es de extrañar que la mayoría de los peligros de beber moonshine provengan de la cantidad de metanol que puede estar presente.
Niveles de bacterias
Las prácticas de saneamiento tienen una enorme influencia en la calidad de la bebida que sale de una destilería de moonshine. Las cubas utilizadas durante el proceso de fermentación deben ser esterilizadas con regularidad o, de lo contrario, las bacterias dañinas crecerán dentro de las cubas. Estas bacterias pueden convertirse en una fuente de metanol añadido que se abre paso en el producto final.
Otra forma en que las bacterias dañinas pueden aparecer en el proceso de fermentación tiene que ver con cambios imprevistos de temperatura o ambientales. Los cambios de temperatura pueden provocar el crecimiento de bacterias extrañas, que se convierten en otra fuente de metanol. Estas peligrosas bacterias también pueden producir la toxina que causa el botulismo, un tipo de intoxicación alimentaria. Cuando el proceso no se controla correctamente, un lote potencialmente bueno de moonshine puede volverse mortal.
Ceguera
La ceguera, otra consecuencia de la ingestión de metanol, es uno de los peligros más drásticos de beber moonshine. El metanol no sólo provoca la destrucción de las células, sino que también puede causar daños permanentes en partes del sistema nervioso central del cuerpo. El nervio óptico que permite la visión puede ser destruido en el proceso resultando en ceguera irreversible.
Riesgos de intoxicación por alcohol
Cualquiera que beba sabe que el contenido de alcohol varía dependiendo del tipo de bebida que se tome. El alcohol por volumen, o ABV, mide lo fuerte que son los diferentes tipos de bebidas. Por ejemplo, el contenido de alcohol de la ginebra puede oscilar entre el 35 y el 40 por ciento, mientras que el whisky se sitúa entre el 55 y el 60 por ciento. Dado que la normativa gubernamental exige que el contenido de ABV del alcohol aparezca en el envase, usted sabe lo que está obteniendo con las bebidas alcohólicas fabricadas legalmente. Este puede no ser el caso del moonshine, dependiendo de quién lo elabore.
El «sabor» o la fuerza de la bebida es parte del atractivo del licor casero. Aquí radica otro de los peligros de beber moonshine. Estos brebajes pueden llegar a tener una graduación de 150 grados, lo que se traduce en un contenido de alcohol del 75%. Con estos niveles tan elevados, los riesgos de intoxicación por alcohol no tardan en aparecer. Los síntomas de intoxicación por alcohol a los que hay que prestar atención son:
- Desmayos
- Vómitos
- Comportamiento agresivo
- Habla arrastrada
- Comportamiento comatoso
Aditivos
Para obtener más beneficios, algunos destiladores intentan aumentar el «sabor» de su brebaje utilizando aditivos para hacer que su moonshine tenga un sabor más fuerte. Esta es una práctica llevada a cabo por los distribuidores menos reputados. Entre los distintos materiales utilizados para conseguirlo se encuentran el alcohol de quemar, la lejía, el disolvente de pintura e incluso el metanol. Estos peligros del «moonshine» hablan por sí mismos.
Otra forma en que los aditivos pueden llegar al producto final es a través del proceso de elaboración. En lugar de utilizar cubas seguras y limpias, algunos destiladores pueden tomar atajos y utilizar radiadores de coche o viejos bidones de combustible para elaborar el «moonshine». Teniendo en cuenta el calor que se utiliza en el proceso, los contaminantes metálicos, el anticongelante junto con cualquier número de otros materiales tóxicos pueden hervir durante el proceso de elaboración.
Consideraciones sobre el tratamiento
Si está en el mercado de un buen «moonshine» es posible que esté buscando una bebida más fuerte de lo habitual. Aunque no todo el «moonshine» es peligroso, consumir con frecuencia bebidas con un alto contenido de alcohol conlleva otros graves riesgos para la salud. Las enfermedades hepáticas y la diabetes pueden desarrollarse fácilmente cuando el cuerpo no puede metabolizar estos alcoholes más fuertes a un ritmo suficientemente rápido.
El alcoholismo es otra consecuencia imprevista. Como regla general, cuanto más alcohol se consume, más rápido se vuelve el cuerpo dependiente de él para funcionar. Lo mismo ocurre con la mente, es decir, empiezas a pensar que necesitas el alcohol para afrontar la vida diaria. En lo que respecta al alcoholismo, la dependencia del alcohol puede producirse mucho más rápido cuando se bebe alcohol de 150 grados todos los días. Cuando esto sucede, puede ser el momento de considerar la posibilidad de obtener ayuda para el tratamiento.