Dizzy, un cocker spaniel sordo, fue rescatado de una madriguera en Burlish Top, Worcestershire, gracias a que su dueño fue muy rápido y a un amigo con una excavadora.
Una perra sorda se reunió con su dueño después de pasar 30 horas atascada en una madriguera de 20 pies en Burlish Top, Worcestershire en Inglaterra.
Según SWNS, un cockier spaniel con problemas de audición llamado Dizzy estaba dando un paseo con su dueño, Duncan Flowers, el domingo cuando desapareció de repente.
«Estábamos volviendo a casa cuando Dizzy se metió en un seto entre dos campos y desapareció», dijo Flowers, un techador autónomo, al medio. «Después de pasar varias horas buscando a Dizzy, Flowers se fue a casa y publicó un mensaje en las redes sociales pidiendo ayuda para encontrar a la canina.
«La gente empezó a llamar por teléfono a diestro y siniestro ofreciendo ayuda para buscarla», dijo Flowers. «Desde las 5 de la tarde hasta pasada la medianoche, unas 70 personas salieron a buscarla con antorchas por todo el Rifle Range y Blackstone, pero nadie pudo encontrarla».
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Después de casi abandonar la búsqueda, Flowers regresó al lugar donde Dizzy desapareció y notó un agujero de conejo en el campo. Con la esperanza de que fuera allí donde estaba Dizzy, Flowers llamó rápidamente a su amigo con una excavadora JBC para que le ayudara.
«Empezamos a cavar, ni siquiera sabíamos que estaba allí, pero tuve un presentimiento», dijo Flowers a SWNS.
Dos horas y media más tarde, después de que la pareja cavara 6 metros en el agujero, Dizzy salió y se reunió con Flowers más de 30 horas después de su desaparición.
Las imágenes del rescate muestran el momento en que un Dizzy sacado del agujero y reunido con un emocionado Flowers. Se oye a los espectadores aplaudir el éxito del rescate.
«Fue como un milagro», dijo Flowers. «No podía creerlo».
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Flowers dijo que envolvió a Dizzy en su abrigo y la llevó de vuelta a casa.
«Estaba temblando y temblando, pero tan pronto como abrí la puerta corrió directamente a la casa, moviendo la cola, y comenzó a comer y beber», añadió el devoto padre del perro. «Es genial tenerla de vuelta en casa».
Afortunadamente, aparte de algunos nervios, Dizzy no resultó herida por su estancia en la madriguera.
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