Resumen del tema
¿Qué es la placenta previa?
La placenta previa es un problema del embarazo en el que la placenta bloquea el cuello uterino. La placenta es un órgano redondo y plano que se forma en la pared interior del útero poco después de la concepción. Durante el embarazo, proporciona al bebé el alimento y el oxígeno de la madre.
En un embarazo normal, la placenta está adherida en la parte alta del útero, lejos del cuello uterino. En la placenta previa, la placenta se forma en la parte baja del útero y cubre todo o parte del cuello uterino.
Si la placenta previa está presente durante el parto, puede causar problemas tanto para la madre como para el bebé.
- La madre puede perder mucha sangre, lo que puede ser peligroso tanto para ella como para su bebé.
- La placenta puede separarse demasiado pronto de la pared del útero. Esto se denomina desprendimiento prematuro de la placenta y también puede provocar una hemorragia grave.
- El bebé puede nacer demasiado pronto (prematuro), con bajo peso o con un defecto congénito.
¿Qué causa la placenta previa?
Los médicos no están seguros de la causa de este problema. Pero algunas cosas hacen que sea más probable tenerla. Se denominan factores de riesgo.
No puede controlar la mayoría de los factores de riesgo de la placenta previa. Por ejemplo, es más probable que la tenga si:
- Se ha sometido a una intervención quirúrgica que ha afectado a su útero, como una D&C o una cirugía para extirpar los fibromas uterinos (miomectomía).
- Ha tenido una cesárea previa.
- Ha tenido cinco o más embarazos.
- Tiene 35 años o más.
- Ha tenido placenta previa anteriormente.
Los factores de riesgo que puede controlar incluyen:
- Fumar durante el embarazo.
- Consumir cocaína durante el embarazo.
¿Cuáles son los síntomas?
Algunas mujeres con placenta previa no presentan síntomas. Pero otras pueden tener signos de advertencia como:
- Sangrado vaginal repentino e indoloro. La sangre suele ser de color rojo intenso y el sangrado puede ser de ligero a abundante.
- Síntomas de parto prematuro. Estos incluyen contracciones regulares y dolores en la parte baja de la espalda o en el vientre.
Llame a su médico si tiene:
- Sangrado vaginal medio o abundante durante el primer trimestre.
- Cualquier sangrado vaginal en el segundo o tercer trimestre.
¿Cómo se diagnostica la placenta previa?
La mayoría de los casos de placenta previa se detectan durante el segundo trimestre cuando la mujer se somete a una ecografía rutinaria. También se puede detectar cuando una mujer embarazada tiene una hemorragia vaginal y se hace una ecografía para averiguar la causa. Algunas mujeres no descubren que tienen placenta previa hasta que tienen una hemorragia al comienzo del parto.
No se realizará un examen pélvico a menos que necesite una cesárea de inmediato. Un examen pélvico podría lesionar la placenta y provocar una hemorragia más intensa.
¿Cómo se trata?
El tipo de tratamiento que se le aplique dependerá de:
- Si sangra o cuánto sangra.
- Cómo afecta el problema a su salud y a la de su bebé.
- Qué tan cerca está de su fecha de parto.
Si su médico descubre antes de la semana 20 de embarazo que su placenta está baja en el útero, es muy probable que mejore por sí sola. La posición de la placenta puede cambiar a medida que el útero crece. Así que al final del embarazo, la placenta puede dejar de bloquear el cuello uterino.
Si no estás sangrando, puede que no necesites estar en el hospital. Pero deberá tener mucho cuidado.
- Evite toda actividad extenuante, como correr o levantar peso.
- No mantenga relaciones sexuales y no se meta nada en la vagina.
- Llame a su médico y acuda a urgencias de inmediato si tiene alguna hemorragia vaginal.
Si está sangrando, es posible que tenga que permanecer en el hospital. Si está cerca de la fecha de parto, su bebé nacerá. Los médicos siempre hacen una cesárea cuando hay una placenta previa en el momento del parto. Un parto vaginal podría alterar la placenta y provocar una hemorragia grave.
Si la hemorragia puede ralentizarse o detenerse, el médico puede retrasar el parto y vigilarla a usted y a su bebé de cerca. El médico puede realizar una monitorización cardíaca fetal para comprobar el estado de su bebé.
Puede que le administren:
- Una transfusión de sangre si ha perdido mucha sangre.
- Medicamentos esteroideos si no está cerca de su fecha de parto. Estos medicamentos ayudan a preparar a su bebé para el nacimiento acelerando el desarrollo de los pulmones.
- Medicamentos tocolíticos para ralentizar o detener las contracciones si tiene un parto prematuro.
Si su recién nacido es prematuro, su bebé puede ser tratado en una unidad de cuidados intensivos neonatales, o UCIN. Los bebés prematuros deben permanecer en el hospital hasta que puedan comer, respirar y mantenerse calientes por sí mismos.