¿Te has preguntado alguna vez por qué las novias llevan vestidos de novia blancos, o por qué es importante llevar «algo prestado, algo azul»? La historia de las tradiciones nupciales es larga y fascinante.
El vestido de novia blanco
Llevar un vestido de novia blanco es relativamente nuevo en la cultura occidental (las novias orientales llevan el rojo, que simboliza la suerte y la nueva vida). Durante siglos, los matrimonios no se consideraban asuntos románticos, sino un ritual que denotaba un intercambio de propiedades. Hasta mediados del siglo XIX, las novias se limitaban a vestir sus mejores galas para el intercambio de votos (a menos que fueran fabulosamente ricas). No fue hasta la boda de la reina Victoria con el príncipe Alberto cuando el vestido de novia blanco se hizo popular entre las masas. El vestido de novia de encaje blanco de la reina Victoria se convirtió en el que había que emular, y el resto es historia.
Los anillos
Los historiadores creen que los primeros anillos de boda se remontan al antiguo Egipto, donde se intercambiaban anillos de cáñamo tejido para simbolizar el amor y el compromiso. Más tarde, estos anillos se sustituyeron por materiales más duraderos como el hueso o el cuero. En la antigua Roma, los anillos de hierro se colocaban en el cuarto dedo de la mano izquierda. Se creía que este dedo contenía la vena amoris, o vena del amor.
El pastel de boda
El tradicional pastel de boda ha recorrido un largo camino desde los días de la antigua Roma, cuando el novio rompía un pastel de cebada sobre la cabeza de su novia. Nos alegramos de que esta tradición haya desaparecido. El pastel de boda blanco y azucarado empezó a utilizarse a mediados del siglo XVI, cuando el azúcar era cada vez más abundante en Inglaterra. El azúcar blanco simbolizaba la pureza, y el blanco era también un símbolo de estatus de los ricos. Los pasteles escalonados también se convirtieron en una forma de representar la riqueza. Una de las tartas de boda más famosas fue la de la reina Isabel II, de 500 libras.
Algo viejo, algo nuevo, algo prestado, algo azul
Con la adición de «y una moneda de seis peniques en el zapato», este viejo adagio proviene de una antigua rima inglesa. Se supone que cada objeto trae suerte a su portador. «Algo viejo» era una forma de proteger a los futuros hijos (pero hoy en día es una forma de mostrar continuidad llevando una reliquia familiar). «Algo nuevo» se refería a un futuro brillante cuando la pareja entra en un nuevo capítulo de su vida. «Algo prestado» suele significar tomar prestado algo de una pareja felizmente casada para que su buena suerte se contagie a la nueva novia. Y «algo azul» se refería a desviar el mal de ojo, ya que el azul representa la pureza, el amor y la fidelidad.