¿Por qué nos sentimos solos? Cuando se les pregunta, la gente suele encogerse de hombros y decir: «Porque somos criaturas sociales». Bueno, está bien, pero ¿qué hace que la soledad nos haga sentirnos deprimidos hasta el punto de enfermar? La soledad provoca algunos síntomas graves que ponen en peligro la vida. Un estudio ha encontrado incluso vínculos con el aislamiento social que provocan mayores riesgos para la salud cardiovascular. Resulta que estas reacciones corporales pueden ser la forma en que la naturaleza nos motiva a encontrar un grupo social.
Taryn Hillin, de Fusion, escribe sobre un estudio reciente que trata de explicar los orígenes de estas reacciones fisiológicas y psicológicas que experimentamos cuando nos sentimos solos. Las conclusiones, publicadas en Perspectives on Psychological Science, apuntan a la evolución:
«… la soledad es vista como una señal aversiva que indica que las conexiones sociales importantes están en riesgo o ausentes y actúa como una fuerza motivadora para volver a conectar con otros. Como tal, la soledad ha desempeñado un papel importante en la evolución de la especie humana, dado que la reconexión con los demás aumenta las posibilidades de supervivencia y las oportunidades de transmitir los genes a la siguiente generación»
Los investigadores apoyan sus hallazgos con datos genéticos tomados de varios estudios con gemelos, parientes y niños adoptados para ver si el rasgo era, de hecho, una parte de nuestra composición genética. Descubrieron que la soledad puede transmitirse de padres a hijos con una tasa de herencia ligeramente inferior al 50 por ciento, lo que los investigadores consideraron «significativo».
La soledad no es todo naturaleza; la educación también desempeña un papel. Estos genes también tienen un componente ambiental que influye en su desarrollo, del mismo modo que los científicos descubrieron que los niños asilvestrados tenían dificultades para aprender un idioma después de estar aislados durante tanto tiempo. Los investigadores escribieron que las personas que «experimentan un bajo nivel de apoyo social se sienten claramente más solas que los portadores de ese mismo alelo que experimentan un alto nivel de apoyo social»
Como resultado, algunos de nosotros tenemos una mayor tolerancia a la soledad, lo que influye en la forma en que nuestro cuerpo reacciona a la inacción social. Pero la capacidad de sentir soledad está en la mayoría de nosotros, y está destinada a impulsarnos a buscar la interacción humana para sobrevivir.
Lea más sobre los orígenes de la soledad en Fusion.
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