Bienvenido a la Pregunta del Día. Si estás leyendo esto no estás ciego.
Dicen que el ojo por ojo dejará al mundo entero ciego, pero ¿el oído por el oído dejará al mundo entero sordo? Hemos decidido ampliar este conmovedor cuestionamiento filosófico y salir a la palestra pública en un día de verano para preguntar: ¿Prefieres ser sordo o ciego? No poder ver el sol dorado que se cuela entre las hojas esmeralda y todos los colores de una puesta de sol. O no volver a escuchar música durante el resto de tu vida. Depende de ti. Henry, 34 años: Joder, mátame, asegúrate de que me disparan con una pistola muy chula. Si tuviera que elegir, elegiría ser sordo, porque así podría ver el autobús cuando viene a golpearme. Noah, 27 años: Sordo. Si no puedes ver las cosas, puedes chocar con ellas. Si tu oído fuera como el de un murciélago o algo así…
¡Es una elección, no, es una elección personal! De acuerdo, lo siento.
Mira, prefiero las cosas tranquilas que las oscuras. Prefiero sentarme en una habitación luminosa y silenciosa que en una oscura y ruidosa. Dios, debes odiar salir.
No.
OK.
Yo leería. Si fuera ciega tendría que aprender a leer en braille y no estoy preparada para aprenderlo. Lauren, 23 años (izquierda) y Celestina, 22 Celestina: Preferiría nacer con vista y quedarme ciega después. Así entenderías el color y el aspecto de las personas. Pero también sabrías lo que te pierdes.
Lauren: Sí, pero entonces estarías como «¿Qué es el pavimento?» y la gente sería como «gris» entonces estarías como «¿Qué es gris?» Clara, 21 años (izquierda) y Gabriel, 21 años. Clara: Hacer café por la mañana sería muy difícil. Ni siquiera puedo imaginarme haciendo castillos de Lego y jugando a los dardos.
Cynthia, 34 años: Sorda. Tengo hijos y prefiero verlos crecer a no oír sus voces. Si pudiera oírlos quizá pondrían una voz de «éxito» muy bonita, pero en realidad son unos indigentes drogadictos. No lo sabría. Abigail, 22 años (izquierda) y Nathan, 26 años. Nathan: Mierda, eso es profundo.
Abigail: Prefiero quedarme ciega. No creo que pueda vivir sin música. ¿Eres músico?
Canto, los dos cantamos y también bailamos. Doy clases a niños con discapacidades. Algunos de ellos son sordos y todavía pueden bailar. Genial.
Pero un grupo de bailarines ciegos no funcionaría. ¿Y tú, Nathan?
Nathan: Creo que tendría que decir que ir a ciegas. Necesito la música, hombre, la necesito, es como una curación espiritual. Ali, 17 años: Sordo. ¿Por qué Ali, por qué?
Porque hay mucho que ver que aún no he visto. Anteriormente – ¿Hay una cábala secreta dirigiendo el mundo?