Enfermedad arterial periférica (EAP)
Las EAP pueden ser de varios tipos: por bloqueo u obstrucción arterial (arterioesclerosis), por debilidad de sus paredes musculares (aneurismas) o por una extrema sensibilidad de su pared muscular (enfermedad de Buerger y fenómeno de Raynaud).
Enfermedades por bloqueo u obstrucción. Este grupo de padecimientos se origina cuando el colesterol de la sangre forma placas que obstruyen el paso de la sangre, haciendo que la irrigación del órgano afectado disminuya a niveles que causen síntomas importantes. Dependiendo de la localización de las arterias afectadas, pueden presentarse varios tipos de EAP. Por ejemplo, si las arterias afectadas son las carótidas o arterias que llevan la sangre a la cabeza, los síntomas dependerán de la falta de irrigación cerebral y podrán remedar los síntomas de un derrame cerebral.
Si la obstrucción está en las arterias que llevan sangre a las piernas, se presentará un fenómeno muy curioso llamado claudicación intermitente, en la que una persona tiene dolor intenso en las piernas apenas hace un poco de ejercicio. Eso ocurre porque al hacer actividad física, los músculos necesitan más sangre, sangre que la arteria obstruida no puede proveer y se produce un dolor parecido al que ocurre en el corazón cuando las arterias coronarias están obstruidas por el mismo fenómeno.
La prevención de las enfermedades arteriales obstructivas consiste en impedir la formación de placas de colesterol, evitando el cigarrillo y adoptando y manteniendo un estilo de vida sano con que incluya una alimentación saludable y actividad física diaria.
Aneurismas. Este es un grupo de enfermedades muy peligrosas, especialmente si el aneurisma compromete a la arteria aorta. Esta es la más gruesa de las arterias del cuerpo, sale del corazón, baja por el tórax y el abdomen con ramificaciones que llevan sangre fresca a todos los órganos abdominales.
El aneurisma es la debilidad de la pared muscular de la pared arterial, la que cede con la presión arterial, formando un globo que si no es detectado y reparado a tiempo, puede reventar, produciendo gravísimas hemorragias dentro del abdomen. Los aneurismas pueden ser detectados con la palpación del abdomen y se confirman con una ultrasonografía del vientre.