Protestantismo
Historia de la Reforma Movimientos de la Prerreforma
Waldensianos (Francia/Alemania/Italia)
Lolardos (Inglaterra)
Husitas (Bohemia)
Iglesias de la Reforma
Anabaptismo
Luteranismo
Calvinismo
Anglicanismo
Post.Reforma
Puritanismo
Pietismo
Baptistas
Pentecostalismo
«Grandes Despertares»
Revivalismo
Metodistas
Evangelicalismo
Restauración
Movimiento de Restauración
Adventismo
El protestantismo abarca formas de fe y práctica cristiana que se originaron con doctrinas e políticas y eclesiológicas de la Reforma Protestante. La palabra protestante deriva del latín protestatio, que significa declaración. Hace referencia a la carta de protesta de los príncipes luteranos contra la decisión de la Dieta de Espira en 1529, que reafirmaba el edicto de la Dieta de Worms que condenaba las enseñanzas de Martín Lutero como herejía. El término protestantismo, sin embargo, se ha utilizado en varios sentidos diferentes, a menudo como un término general para referirse al cristianismo occidental que no está sujeto a la autoridad papal, incluyendo algunas tradiciones que no formaban parte del movimiento protestante original.
Los protestantes generalmente se pueden dividir entre cuatro grupos básicos: Las iglesias de la «línea principal» con raíces directas en los reformadores protestantes, el movimiento de la Reforma Radical que enfatiza el bautismo de adultos, las iglesias no trinitarias y los movimientos restauracionistas de finales del siglo XVIII y del siglo XIX. Existen varias denominaciones dentro de cada grupo, y no todas las denominaciones encajan claramente en estas categorías.
Los protestantes de línea principal comparten el rechazo a la autoridad del Papa romano y generalmente niegan la doctrina católica de la transubstanciación, aunque no están de acuerdo entre ellos sobre la doctrina de la presencia de Cristo en la Eucaristía. Hacen hincapié en el sacerdocio de todos los creyentes, la doctrina de la justificación por la fe y la creencia en la Biblia, y no en la tradición católica, como fuente legítima de la fe. Sin embargo, existe un desacuerdo sustancial entre los grupos protestantes sobre la interpretación de estos principios y no todos los grupos generalmente caracterizados como protestantes se adhieren a ellos por completo.
Se estima que el número de denominaciones protestantes es de miles, y los intentos de unificación a través de varios movimientos ecuménicos no han seguido el ritmo de la tendencia de los grupos a dividirse o a desarrollar otros nuevos. El número total de protestantes en el mundo actual se estima en unos 600 millones.
Raíces históricas
Las raíces del protestantismo se suelen remontar a los movimientos de los siglos XIV y XV que protestaron contra la riqueza y la explotación de la jerarquía católica medieval en Europa. Entre ellos estaban los valdenses, los husitas, los lolardos y otros grupos denunciados como heréticos, pero cuya principal oposición a la iglesia institucional se centraba en cuestiones de corrupción del clero, los derechos de los laicos y la traducción de las escrituras a las lenguas vernáculas. Además, el humanismo cristiano del Renacimiento estimuló un fermento académico sin precedentes y una preocupación por la libertad académica en las universidades, que seguían siendo básicamente instituciones religiosas.
Los protestantes marcan generalmente su separación de la Iglesia Católica Romana a principios del siglo XVI. El movimiento estalló en varios lugares a la vez, especialmente en Alemania a partir de 1517, cuando Martín Lutero, monje y profesor de la Universidad de Wittenberg, pidió que se reabriera el debate sobre la venta de indulgencias. La llegada de la imprenta facilitó la rápida difusión del movimiento mediante la publicación de documentos como las 95 Tesis de Lutero y diversos panfletos que denunciaban el abuso del poder papal y eclesiástico. Un movimiento paralelo se extendió en Suiza bajo el liderazgo de Huldrych Zwingli.
La primera etapa de la Reforma tuvo como resultado la excomunión de Lutero y la condena de la Reforma por parte del Papa. Sin embargo, el apoyo de algunos príncipes alemanes impidió que la Iglesia aplastara la revuelta. La obra y los escritos de Juan Calvino no tardaron en adquirir influencia, y la separación de la Iglesia de Inglaterra de Roma bajo el mandato de Enrique VIII hizo que Inglaterra entrara también en el redil de la Reforma, aunque en una variedad más conservadora.
Aunque la Reforma comenzó como un movimiento preocupado principalmente por la reforma eclesiástica, pronto empezó a adquirir también una dimensión teológica. Comenzando con el desafío de Lutero a la doctrina de la autoridad papal y la sucesión apostólica, se adentró en cuestiones de soteriología (la naturaleza de la salvación) y teología sacramental (especialmente en relación con la Eucaristía y el bautismo), dando lugar a varias tradiciones protestantes distintas. El principio luterano de la sola scriptura pronto abrió el camino a una gran variedad de credos protestantes basados en diversas interpretaciones de la teología bíblica.
Grupos principales
Las iglesias más comúnmente asociadas con el protestantismo pueden dividirse a lo largo de cuatro líneas bastante definitivas:
- Los protestantes de línea principal -una frase norteamericana- son aquellos que trazan su linaje a Lutero, Calvino o el anglicanismo. Defienden las doctrinas tradicionales de la Reforma descritas anteriormente e incluyen denominaciones como luteranos, presbiterianos, episcopalianos, congregacionalistas, metodistas y muchos evangélicos.
- Los anabaptistas son un movimiento que se desarrolló a partir de la Reforma Radical, que promovió la doctrina del bautismo del creyente. Hoy en día, esta categoría incluye denominaciones como los bautistas, pentecostales, adventistas, hermanos, menonitas y amish.
- Los movimientos no trinitarios rechazan la doctrina de la trinidad. Hoy en día, incluyen denominaciones como los Científicos Cristianos, los Unitarios, los Universalistas y muchos Cuáqueros.
- Los restauracionistas enfatizan el concepto de una renovación directa de la iglesia de Dios en lugar de una reforma de una tradición existente. Entre ellos se encuentran confesiones bastante principales como las Iglesias de Cristo y los Discípulos de Cristo, así como denominaciones más controvertidas como los Santos de los Últimos Días, los Adventistas del Séptimo Día y los Testigos de Jehová.
Denominaciones
Los protestantes suelen referirse a iglesias y grupos protestantes específicos como denominaciones. El término también se utiliza como alternativa a «secta», que tiene una connotación negativa en algunos países, similar a «culto». Algunas denominaciones aceptan menos a otros grupos, y la ortodoxia básica de algunas es a menudo cuestionada por otras, así como por las iglesias católica y ortodoxa.
Las denominaciones individuales se han formado por diferencias teológicas muy sutiles, mientras que algunas denominaciones son simplemente expresiones regionales o étnicas de una tradición denominacional más amplia. El número real de denominaciones distintas es difícil de calcular, pero se ha estimado en miles. Varios movimientos ecuménicos han intentado la cooperación o la reorganización de las iglesias protestantes según diversos modelos de unión, pero las divisiones siguen superando a las uniones.
Se calcula que hay 590 millones de protestantes en todo el mundo. Entre ellos hay 170 millones en América del Norte, 160 millones en África, 120 millones en Europa, 70 millones en América Latina, 60 millones en Asia y 10 millones en Oceanía. Casi el 27% de los 2.100 millones de cristianos del mundo son protestantes.
Las familias confesionales diferenciadas son las siguientes:
- Adventistas
- Anabaptistas
- Anglicanos/Episcopalianos
- Baptistas
- Calvinistas
- Congregacionales
- Luteranos
- Metodistas/Wesleyanos
- Nodenominacional
- Pentecostal
- Hermanos de Plymouth
- Presbiteriano
- Quakerismo
- Reformado
- Movimiento de Restauración
- Unitario
Teología protestante de línea principal
El protestantismo de línea principal surgió a partir de la separación de la Reforma de la Iglesia Católica en el siglo XVI, basándose en una teología que llegó a caracterizarse como las Cinco Solas. Estas cinco frases (o eslóganes) en latín resumen las creencias teológicas básicas de los reformadores en contradicción con la enseñanza católica de la época. La palabra latina sola significa «solo» o «únicamente». Las cinco solas eran lo que los reformadores creían que era lo único necesario para la salvación. Esta formulación pretendía oponerse a lo que los reformadores veían como desviaciones en la tradición católica de lo esencial de la vida y la práctica cristiana.
- Solus Christus: Sólo Cristo
es el único mediador entre Dios y el hombre, afirmado en oposición al dogma católico del papa como representante de Cristo en la tierra y de un «tesoro» de los méritos de los santos.
- Sola scriptura: sólo la Escritura
Sólo la Biblia, y no la tradición de la Iglesia, es la base de la sana doctrina cristiana.
- Sola fide: Sólo la fe
Aunque la práctica de las buenas obras atestigua la fe en Cristo y sus enseñanzas, la fe en Cristo, más que las buenas obras, es el único medio de salvación.
- Sola gratia: Sólo la gracia
La salvación es totalmente obra de Dios, basada en el sufrimiento y la muerte redentora de Jesucristo. Como nadie merece la salvación, el creyente es aceptado sin tener en cuenta el mérito de sus obras o su carácter.
- Soli Deo gloria: Gloria sólo a Dios
Toda la gloria se debe a Dios, y no a los seres humanos o a las instituciones que éstos crean, incluso en nombre de Dios.
Presencia real en la Cena del Señor
El movimiento protestante comenzó a unirse en varias ramas distintas a mediados y finales del siglo XVI. Uno de los puntos centrales de divergencia fue la controversia sobre la Cena del Señor, o Eucaristía.
Los primeros protestantes rechazaban en general el dogma católico romano de la transubstanciación, que enseña que el pan y el vino utilizados en la misa se transforman literalmente en el cuerpo y la sangre de Cristo. Sin embargo, discrepaban entre sí en cuanto al modo en que Cristo está presente en la Santa Cena.
- Los luteranos sostienen la idea de la consubstanciación, que afirma la presencia tanto física como espiritual del cuerpo de Cristo «en, con y bajo» el pan y el vino consagrados, pero rechaza la idea de que el pan y el vino consagrados dejen de ser pan y vino.
- Los calvinistas afirman que Cristo está presente al creyente con y no en los elementos de la Eucaristía. Cristo se presenta a través de la fe, siendo la Eucaristía una ayuda externa y visible, que a menudo se denomina presencia dinámica de Cristo, en contraposición a la presencia real luterana.
- Los anglicanos reconocen la presencia de Cristo en la Eucaristía de diversas maneras, dependiendo del énfasis denominacional, diocesano y parroquial específico, que van desde la aceptación de la doctrina católica de la transubstanciación, pasando por la posición luterana, hasta nociones más calvinistas.
- Muchos protestantes no definen la cuestión con precisión, viendo los elementos de la Cena del Señor como un símbolo de la fe compartida de los participantes y un recordatorio de su posición conjunta como el Cuerpo de Cristo.
«Catolicidad»
El concepto de una iglesia católica, o universal, no se dejó de lado durante la Reforma Protestante. De hecho, la unidad visible de la iglesia universal fue una doctrina importante para los reformadores. Martín Lutero, Juan Calvino y Ulrico Zwinglio creían que estaban reformando una Iglesia católica corrupta y herética, y cada uno de ellos se tomó en serio las acusaciones de cisma e «innovación».
Dondequiera que la Reforma tuvo éxito en Europa, el resultado fue una iglesia nacional reformada que se consideraba parte de toda la «Santa Iglesia Católica» visible descrita en los credos cristianos tradicionales, pero que discrepaba en ciertos puntos importantes de la doctrina y la práctica con lo que se había considerado anteriormente como la norma. Las iglesias reformadas creían así en una forma de catolicidad, fundada en sus doctrinas de las cinco solas y en una organización eclesiástica visible basada en el movimiento conciliar de los siglos XIV y XV. Así, rechazaron el papado y la infalibilidad papal en favor de los concilios ecuménicos, pero rechazaron el Concilio de Trento (1545-63), que se organizó bajo los auspicios de Roma en oposición a la Reforma.
Hoy en día hay un movimiento creciente de protestantes que rechazan la designación «protestante» por sus connotaciones negativas «anticatólicas», prefiriendo la designación «reformado», «evangélico» u otras denominaciones.
Los tipos de protestantismo
Reforma Radical
A diferencia de los movimientos protestantes evangélicos (luteranos) y reformados (zwinglianos y calvinistas) de la corriente principal, la Reforma Radical no contaba con el patrocinio del Estado y, en general, abandonaba la idea de la «iglesia visible» como algo distinto del cuerpo verdadero o invisible o de los auténticos creyentes. Para ellos, la iglesia podía consistir en una pequeña comunidad de creyentes, que eran los verdaderos santos «elegidos» de Dios.
Un concepto clave para la Reforma Radical era el «bautismo del creyente», que implicaba que sólo podían ser bautizados aquellos que hubieran alcanzado la edad de la razón y pudieran afirmar por sí mismos su fe en Cristo. Al rechazar así la práctica del bautismo de niños, fueron declarados herejes por los protestantes de la línea principal y por los católicos, y a menudo se enfrentaron a una brutal persecución como resultado. Estos fueron los anabaptistas de Europa, algunos de los cuales llegaron a América y formaron las denominaciones menonita y amish, así como los bautistas de Inglaterra y América.
Pietismo y Metodismo
El movimiento pietista alemán, junto con la influencia de la Reforma Puritana en Inglaterra en el siglo XVII, fueron influencias importantes para John Wesley y el Metodismo, así como a través de nuevos grupos más pequeños como la Sociedad Religiosa de Amigos («Cuáqueros») y los Hermanos Moravos de Herrnhut, Sajonia, Alemania.
La práctica de una vida espiritual, típicamente combinada con el compromiso social, predomina en el pietismo clásico, que era una protesta contra la ortodoxia protestante de la época, centrada en la doctrina, a favor de la profundidad de la experiencia religiosa. Muchos de los metodistas más conservadores pasaron a formar el movimiento de santidad, que enfatizaba una rigurosa experiencia de santidad en la vida práctica y cotidiana.
Evangelicalismo
A partir de finales del siglo XVIII, se produjeron varios resurgimientos internacionales del pietismo (como el Gran Despertar y el Segundo Gran Despertar) a través de las líneas denominacionales. Estos movimientos formaron lo que generalmente se conoce como el movimiento evangélico. El énfasis principal de este movimiento es la conversión individual, la piedad personal y el estudio de la Biblia, la moralidad pública, la disminución del formalismo en el culto y la doctrina, la ampliación del papel de los laicos (incluidas las mujeres) y la cooperación en la evangelización entre las distintas denominaciones. Algunas denominaciones principales y bautistas se incluyen en esta categoría.
En reacción a la crítica bíblica y al creciente liberalismo en las denominaciones principales, el fundamentalismo cristiano surgió en el siglo XX, principalmente en Estados Unidos y Canadá, entre las denominaciones más afectadas por el evangelismo. El fundamentalismo cristiano hace hincapié en la autoridad y la inerrancia de la Biblia, y se aferra firmemente a doctrinas teológicas «fundamentales» como el nacimiento de la Virgen y la segunda venida de Cristo en las nubes.
Movimientos no trinitarios
Las denominaciones no trinitarias más destacadas en la actualidad son los unitarios, los científicos cristianos y los cuáqueros. Las creencias unitarias fueron expresadas por algunos de los primeros reformistas en Europa, pero sus puntos de vista fueron duramente condenados por otros reformistas. El unitarismo creció como una minoría perseguida en lugares como Polonia, Transilvania, las Islas Británicas y los Estados Unidos. La Asociación Unitaria Americana se formó en Boston en 1825.
El cuaquerismo no es una doctrina expresamente antitrinitaria, pero la mayoría de los cuáqueros actuales no son trinitarios. La Ciencia Cristiana define sus enseñanzas como una idea no tradicional de la Trinidad: «Dios el Padre-Madre, Cristo la idea espiritual de la filiación, y en tercer lugar la Ciencia Divina o el Santo Consolador». El universalismo acepta tanto creencias trinitarias como no trinitarias, así como creencias totalmente ajenas a la tradición cristiana, y a veces está unido denominacionalmente al unitarismo. Los Testigos de Jehová son otro grupo expresamente no trinitario, pero entran más propiamente en la categoría de movimiento restauracionista. Otros movimientos no trinitarios más recientes han surgido en el siglo XX. Por ejemplo, la Iglesia de la Unificación sostiene una idea no tradicional de la Trinidad, viendo a Dios como hombre y mujer, Jesús representando la masculinidad de Dios, y el Espíritu Santo representando la feminidad de Dios.
Los cristianos de la línea principal y los evangélicos a menudo rechazan a los cristianos no trinitarios sobre la base de que la doctrina tradicional de la Trinidad es esencial para la fe cristiana.
Restauradores
En sentido estricto, el Movimiento de la Restauración es un movimiento de reforma cristiana que surgió en Estados Unidos durante el Segundo Gran Despertar a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Rechazaba la idea de reforma de cualquier tradición anterior y enfatizaba la idea de una renovación directa de la iglesia cristiana por parte de Dios.
Las diferencias doctrinales entre estos grupos pueden ser a veces muy grandes; incluyen, entre otros, a las Iglesias de Cristo, Discípulos de Cristo, Cristadelfianos, Santos de los Últimos Días, Adventistas del Séptimo Día y Testigos de Jehová.
Pentecostalismo
El pentecostalismo comenzó en los Estados Unidos a principios del siglo XX, comenzando especialmente dentro del movimiento de Santidad, buscando un retorno a la operación de los dones del Espíritu Santo del Nuevo Testamento y enfatizando el hablar en lenguas como evidencia del «bautismo del Espíritu Santo.» El pentecostalismo acabó generando cientos de nuevas denominaciones, incluyendo grandes grupos como las Asambleas de Dios y la Iglesia de Dios en Cristo, tanto en Estados Unidos como en otros países. Un movimiento «carismático» posterior también hizo hincapié en los dones del Espíritu, pero a menudo operó dentro de las denominaciones existentes, incluida incluso la Iglesia católica.
Teología liberal y neo-ortodoxa
La teología protestante de línea principal experimentó cambios drásticos a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando surgió la teología liberal a raíz de los avances en la crítica bíblica, el movimiento de la historia de las religiones y la arqueología bíblica. Teólogos alemanes como Friedrich Schleiermacher, Albrecht Ritschl y Adolf von Harnack lideraron una tendencia en la que Jesús era visto más como un maestro y un ejemplo de virtud moral que como un salvador. El estadounidense Horace Bushnell también representó esta tendencia, y más tarde Walter Rauschenbusch la desarrolló en el movimiento del Evangelio Social.
A partir de 1918, los alemanes Karl Barth y Emil Brunner reaccionaron contra la tendencia liberal a través de lo que se conoció como Neoortodoxia, mientras que el estadounidense Reinhold Niebuhr expuso los fracasos de la teología liberal aplicada a la sociedad y la política. Rudolf Bultmann, por su parte, respondió a la neoortodoxia en un intento de descubrir el núcleo de la verdad de la fe cristiana original al margen del dogma posterior mediante la «desmitologización».
En la década de 1960, la teología protestante se enfrentó a una crisis con la aparición de varios movimientos, entre ellos la teología de la esperanza, la teología radical, la teología del proceso, la teología feminista y la teología protestante de la liberación.
Ecumenismo
Los diversos intentos de unir las cada vez más diversas tradiciones dentro del protestantismo han tenido un éxito limitado. El movimiento ecuménico ha influido principalmente en las iglesias de la línea principal, comenzando en 1910, con la Conferencia Misionera de Edimburgo. Sus orígenes se encuentran en el reconocimiento de la necesidad de cooperación en el campo de la misión en África, Asia y Oceanía. Desde 1948, el Consejo Mundial de Iglesias ha sido influyente. También existen organismos ecuménicos a nivel regional, nacional y local en todo el mundo. Las iglesias ortodoxas se han implicado mucho en el movimiento ecuménico. El movimiento ecuménico también ha logrado reunir a las iglesias católicas, ortodoxas y protestantes.
Una de las expresiones del movimiento ecuménico ha sido la formación de iglesias unidas, como la Iglesia Unida de Cristo, con sede en Estados Unidos, que reunió a la Iglesia Evangélica y Reformada y a las Iglesias Cristianas Congregacionales. Uniones similares tuvieron lugar con la formación de la Iglesia Unida de Canadá, la Iglesia Unida de Australia, la Iglesia del Sur de la India y la Iglesia del Norte de la India.
Véase también
- Anabaptistas
- Anglicanismo
- Iglesia bautista
- Calvinismo
- Congregacionalismo
- Ciencia cristiana
- Iglesia de Jesucristo de losSantos de los Últimos Días
- Luteranismo
- Metodismo
- Pentecostalismo
- Presbiterianismo
- Quakerismo
- Iglesias reformadas
- Adventistas del Séptimo Día
- Unitarismo
- Iglesia de la Unificación
- Marty, Martin E. Protestantism. Nueva York: Holt, Rinehart y Winston, 1972. ISBN 9780030913532.
- McGrath, Alister E., y Darren C. Marks. The Blackwell Companion to Protestantism. Blackwell companions to religion. Malden, MA: Blackwell Pub, 2004. ISBN 9780631232780.
- Scott, William A. Historical Protestantism; An Historical Introduction to Protestant Theology. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall, 1970. ISBN 9780133892055.
Todos los enlaces recuperados el 16 de junio de 2019.
- Introducción al protestantismo
- Enciclopedia católica: «Protestantismo»
Créditos
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- Historia del protestantismo
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- Historia del «protestantismo»
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