Relevancia clínica
La prueba de tolerancia al ejercicio (también conocida como prueba de ejercicio o prueba de esfuerzo) se utiliza de forma rutinaria en la evaluación de pacientes que presentan dolor torácico, en pacientes que tienen dolor torácico al esfuerzo y en pacientes con cardiopatía isquémica conocida.
Indicaciones diagnósticas de las pruebas de esfuerzo
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Evaluación del dolor torácico en pacientes con probabilidad intermedia de enfermedad arterial coronaria
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Provocación de arritmias
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Evaluación de síntomas (por ejemplo, presíncope) que se producen durante o después del ejercicio
Indicaciones diagnósticas para la prueba de esfuerzo
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Estratificación del riesgo tras un infarto de miocardio
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Estratificación del riesgo en pacientes con miocardiopatía hipertrófica
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Evaluación de la revascularización o del tratamiento farmacológico
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Evaluación de la tolerancia al ejercicio y de la función cardíaca
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Evaluación de la función cardiopulmonar en pacientes con miocardiopatía dilatada o insuficiencia cardíaca
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Evaluación del tratamiento de las arritmias
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Paciente que hace ejercicio en cinta rodante
La prueba de esfuerzo tiene una sensibilidad del 78% y una especificidad del 70% para detectar la enfermedad arterial coronaria. Por lo tanto, no puede utilizarse para descartar o admitir la cardiopatía isquémica a menos que se tenga en cuenta la probabilidad de enfermedad arterial coronaria. Por ejemplo, en una población de bajo riesgo, como los hombres menores de 30 años y las mujeres menores de 40, es más probable que un resultado positivo de la prueba sea un falso positivo que verdadero, y los resultados negativos añaden poca información nueva. En una población de alto riesgo, como los mayores de 50 años con síntomas típicos de angina, un resultado negativo no puede descartar la cardiopatía isquémica, aunque …