Los labios agrietados crónicos -del tipo que te acompañan todo el invierno, pase lo que pase- pueden ser una molestia dolorosa durante meses. Los labios agrietados y secos pueden ser causados por cualquier cosa, desde los vientos amargos, el sol o el aire seco hasta los cosméticos. Pero una de las causas que mucha gente no tiene en cuenta es la deshidratación.
Si has probado de todo y sigues sin poder librarte de tus labios agrietados, es posible que quieras evaluar si tu cuerpo está recibiendo la cantidad adecuada de hidratación. En primer lugar, controla la cantidad de agua y otros líquidos que bebes cada día. Si no estás bebiendo al menos de ocho a diez vasos de agua, a razón de ocho onzas (unos 237 mililitros) por vaso, piensa en hidratarte más a menudo. Necesitas al menos esa cantidad para mantener tu cuerpo hidratado, y recurrir a bebidas con cafeína en lugar de agua no es un reemplazo igual. Si te mueves mucho durante el día, puedes coger una botella de agua y llevarla a todas partes.
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En segundo lugar, tendrás que examinar la zona en la que vives. El aire seco podría estar provocando la sequedad de tus labios, así que considera la posibilidad de adquirir un humidificador, especialmente para utilizarlo durante los meses de invierno. Cuando se enciende la calefacción durante el tiempo frío, el aire de la casa tiende a volverse muy seco. Puede ser útil poner en marcha un humidificador en tu dormitorio toda la noche mientras duermes. Incluso puedes comprar un humidificador de vapor frío para tu oficina si el aire es especialmente seco allí. Si no tiene un humidificador, puede intentar colocar un recipiente con agua cerca del radiador para infundir algo de humedad en el aire.
Beber agua y mantener la humedad en el aire que le rodea puede ayudar a aliviar los labios secos y agrietados si la deshidratación es la culpable. Para obtener más información sobre cómo combatir la deshidratación y reparar los labios, visite los enlaces de la página siguiente.
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