El tratamiento de la ptosis palpebral es quirúrgico, y existen diferentes técnicas según el tipo de paciente. En cualquier caso, la cirugía del párpado se realiza siempre de forma ambulatoria con anestesia local y sedación en adultos.
Existen diferentes técnicas quirúrgicas para tratar una ptosis palperal y podemos dividirlas en función de la vía de abordaje:
- Via anterior (por piel): Consiste en reforzar el músculo elevador principal a través de una incisión en el pliegue natural del párpado, por lo que la incisión será imperceptible. Es la misma incisión que se realiza para una blefaroplastia y se pueden hacer conjuntamente.
- Via transconjuntival (Técnica de Putterman): Consiste en reforzar el músculo elevador por vía transconjuntival. Es decir, no se hace incisión cutánea por lo que no hay cicatriz.
- Suspensión Frontal: En algunos casos de enfermedades musculares o ptosis congénita el músculo elevador del párpado está degenerado y las técnicas anteriores no sirven. La suspensión frontal es la técnica de elección en estos casos. Consiste en conectar el párpado al músculo frontal, de forma que el paciente podrá abrir los ojos al elevar las cejas por acción del músculo frontal.
Para determinar qué técnica es la más indicada en cada paciente debe realizarse una exploración minuciosa en consulta.
En el niño el tratamiento se suele demorar si la ptosis es leve y no existe riesgo de ojo vago (ambliopía). Si la ptosis es más pronunciada y existe riesgo de ambliopía debe intervenirse pronto. En niños la intervención se realiza bajo anestesia general.
El postoperatorio es muy similar al de una blefaroplastia superior. El paciente suele salir con los ojos destapados y lo único que cabe esperar durante los días siguientes es hinchazón y pequeños hematomas, los cuales desaparecen entre 5 y 14 días según el paciente. Es importante aplicar frío los primeros días para acortar el proceso. Recomendamos también la lubricación ocular con colirios lubricantes y la aplicación de una pomada sobre los puntos, que se retiran a la semana.
En casos de cirugía transconjuntival la recuperación es aún más rápida. Los hematomas, si aparecen, son mínimos, y en 10 días la recuperación es prácticamente completa.
Algunos pacientes tienen poca grasa y no son buenos candidatos a esta técnica, y otros son tienen bolsas muy pronunciadas y necesitan de la retirada de grasa. El examen individualizado determina qué técnica es mejor en cada caso.