Las bolas que aparecen en la espalda son una especie de estructura con relieve que puede ser un signo de lipoma, quiste sebáceo, forúnculo y, muy raramente, cáncer.
En la mayoría de los casos, el surgimiento de una bola en la espalda no es motivo de preocupación, sin embargo, si la bola crece, duele o no se mueve al tocarla, lo mejor es acudir al médico para que realice una evaluación diagnóstica y evitar complicaciones.
Lipoma
El lipoma es una especie de bola de forma redondeada compuesta por células de grasa, la cual surge en la piel y crece de forma lenta. Este tipo de lesión, generalmente no duele ni se transforma en cáncer. Conozca cómo identificar un lipoma.
Qué hacer: el tratamiento del lipoma consiste en la realización de una cirugía para remoción con anestesia local. En los días siguientes a la cirugía puede aplicarse un aceite o crema cicatrizante en la zona.
Quiste sebáceo
El quiste sebáceo es una especia de bola que se forma debajo de la piel, la cual posee sebo en su composición. Este tipo de lesión normalmente es suave, puede moverse al tocarla y por lo general no duele; a menos que se inflame y en estos casos adquiere una coloración roja, aumenta su temperatura, duele y presenta sensibilidad al tocarla, requiriendo tratamiento médico. Vea cómo identificar un quiste sebáceo.
Qué hacer: Normalmente, no es necesario tratamiento para el quiste sebáceo. No obstante, en caso de que sienta incomodidad, crezca más de 1 centímetro de diámetro o provoque dolor debido a una inflamación o infección, se debe remover a través de cirugía, la cual puede ser realizada en el consultorio médico, bajo anestesia local. Asimismo, puede ser necesario tomar antibiótico alrededor de una semana antes para evitar infecciones.
Forúnculos
El forúnculo o furúnculo consiste en una infección en la raíz del pelo, la cual origina una especia de bola rojiza, caliente y dolorosa, con presencia de pus, semejante a una espinilla, la cual generalmente desaparece al fin de algunos días. Sin embargo, si el furúnculo no mejora en dos semanas, se recomienda acudir al dermatólogo o médico de familia para tratar el problema. Vea qué es y cómo tratar un forúnculo.
Qué hacer: para el furúnculo se debe lavar la zona todos los días con agua y jabón antiséptico y aplicar compresas de agua tibia en la región para ayudar a retirar el pus. Si el problema persiste, se debe consultar al dermatólogo o médico de familia para iniciar el uso de pomadas antibióticas o antibióticos en comprimidos, dependiendo del tamaño y de la existencia de más furúnculos.
Además, se debe evitar exprimir o estallar el furúnculo, puesto que puede agravar la infección y diseminarla para otras zonas de la piel.
Cáncer
En casos muy raros, la aparición de una bola en la espalda puede ser signo de cáncer de células basales, también llamado basocelular, el cual es un tipo de cáncer que aparece como pequeñas manchas que crecen lentamente a lo largo del tiempo, pero que no afectan otros órganos aparte de la piel.
Este tipo de cáncer se desarrolla por lo general en zonas más expuestas a la luz solar y se caracteriza por una pequeña elevación en la piel, con apariencia de herida que no cicatriza o que sangra reiteradamente, de color rosado o marrón, en la cual puede ser posible observar vasos sanguíneos.
Qué hacer: los signos deben observarse por un dermatólogo y si es necesario se realizará una biopsia para evaluar la existencia de células malignas. El tratamiento consiste en una cirugía con láser o con aplicación de frío en la zona de la lesión, para eliminar y remover las células malignas. Luego de la cirugía, deben realizarse exámenes con regularidad para evaluar si el cáncer continúa creciendo o si está curado.
Cuando la cirugía no resulta o son muchas lesiones, puede ser necesario realizar algunas sesiones de radioterapia o quimioterapia.
Cuándo acudir al médico
Generalmente, el surgimiento de una bola en la espalda no es motivo para preocupación, sin embargo, se aconseja ir al médico si la lesión:
- Crece;
- Drena pus;
- Duele, se encuentra enrojecida y caliente al tacto;
- Se encuentra endurecida y no se mueve con el tacto;
- Vuelva a crecer luego de ser removido.
Asimismo, si se sienten ganglios inflamados a los lados del cuello, axilas o ingles, los cuales no desaparecen con el tiempo, se debe también informar al médico.