¿Qué es un quiste mamario?
Los quistes mamarios son benignos (no cancerosos). Son una de las causas más comunes de un bulto en la mama y pueden desarrollarse en una o ambas mamas.
El tejido mamario contiene lóbulos de tejido glandular que se dividen en lóbulos más pequeños que producen leche durante el embarazo y la lactancia. Los quistes mamarios se desarrollan cuando hay una acumulación de líquido dentro de estas glándulas.
Síntomas de un quiste mamario
A veces un quiste mamario puede palparse. Puede sentirse suave, redondo como una uva y tener bordes distintos del tejido mamario circundante. Los quistes suelen ser sensibles y aumentan de tamaño justo antes del ciclo menstrual y luego disminuyen después del ciclo.
¿Qué causa los quistes mamarios?
Se cree que se desarrollan a medida que la mama cambia con la edad debido a los cambios en el ciclo hormonal. Los quistes mamarios son comunes en las mujeres antes de la menopausia, entre los 35 y los 50 años, pero pueden aparecer en mujeres de cualquier edad.
Diagnóstico de los quistes
Si tiene algún cambio o le preocupa algún cambio en sus mamas, su médico querrá hacerle un examen mamario. Un examen de las mamas no determinará si un bulto en las mamas es un quiste, por lo que su médico puede solicitar algunas pruebas adicionales, como una mamografía de diagnóstico y/o una ecografía de las mamas.
Una ecografía de las mamas puede ayudar a determinar si un bulto en las mamas es sólido o está lleno de líquido. Un quiste mamario está lleno de líquido mientras que una masa de apariencia sólida sigue siendo probablemente benigna pero puede requerir más pruebas.
Tratamiento de un quiste mamario
Los quistes mamarios no requieren tratamiento a menos que sean sintomáticos. Puede ser más difícil encontrar nuevos bultos en las mamas u otros cambios si tiene quistes mamarios. Si son dolorosos o incómodos, se puede aspirar (drenar) un quiste para aliviar los síntomas
Tener quistes mamarios no aumenta el riesgo de cáncer de mama y no se convertirá en cáncer.
Todas las mujeres deben hacerse una mamografía de rutina después de los 40 años e informar a su proveedor de cualquier bulto o cambio mamario nuevo.