El consumo de cantidades excesivas de alcohol, incluso durante unos pocos días, puede causar daños en el hígado. El hígado es un órgano resistente de su cuerpo que es esencial para filtrar las toxinas de su sistema. Sin embargo, sólo puede manejar una cantidad determinada, y si se bebe más de lo que el hígado es capaz de manejar a la vez, se pueden producir daños en las células.
¿Qué hace el alcohol en el hígado?
Cuando el alcohol entra en el hígado, produce una enzima tóxica llamada acetaldehído. Normalmente, el hígado es capaz de filtrarlo sin que se produzcan demasiados daños. Sin embargo, cuando hay demasiado acetaldehído en el hígado para ser procesado eficazmente, pueden producirse cicatrices permanentes en el hígado, así como daños en el revestimiento del estómago y en el cerebro.
Un efecto adicional que tiene el alcohol en el cuerpo es que es un diurético y conduce a la deshidratación cuando se bebe demasiado alcohol. El hígado necesita agua para filtrar eficazmente las toxinas, por lo que cuando el alcohol provoca deshidratación, el hígado se ve obligado a buscar agua en otra parte. Este efecto contribuye a la experiencia de una resaca o un fuerte dolor de cabeza a la mañana siguiente de una noche de consumo excesivo de alcohol.
Etapas de la enfermedad hepática relacionada con el alcohol
Cada vez que el alcohol es filtrado por el hígado, las células del mismo mueren. Estas células se regeneran, pero sólo pueden hacerlo con cierta rapidez y frecuencia.
La enfermedad hepática relacionada con el alcohol (ERA) es lo que ocurre cuando la ingesta excesiva de alcohol provoca daños en el hígado. Existen tres etapas principales de la ERA, y es posible que los síntomas no se perciban hasta que se haya producido un daño hepático grave.
Las tres etapas de la ERA son:
Etapa 1: Enfermedad del hígado graso alcohólico. La acumulación de grasas en el hígado se produce después de beber grandes cantidades de alcohol, incluso durante unos pocos días. En esta etapa se experimentan pocos síntomas, o ninguno, pero es una indicación de que se está consumiendo demasiado alcohol.
Etapa 2: Hepatitis alcohólica. Los daños en el hígado se producen tras un largo periodo de consumo excesivo de alcohol. Sin relación con la hepatitis infecciosa, la hepatitis alcohólica suele ser la primera vez que alguien con daños en el hígado experimenta algún síntoma.
Etapa 3: Cirrosis. La cirrosis hepática se produce cuando las células hepáticas dañadas por la inflamación crónica son sustituidas por tejido cicatricial. El tejido cicatrizal inhibe el flujo de sangre y fluidos en todo el hígado, lo que dificulta su correcto funcionamiento. Como resultado, el hígado se vuelve duro y abultado.
¿Cuánto alcohol provoca daños en el hígado?
Como cualquier droga o medicamento, cada persona responde al alcohol de forma diferente. Lo que una persona puede consumir con seguridad puede causar un daño importante a otra.
Sin embargo, el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo (NIAAA) ha establecido algunas directrices que definen lo que es una bebida estándar y lo que es el consumo moderado y excesivo de alcohol para la mayoría de las personas. Las definiciones son las siguientes:
- Una bebida estándar equivale a una cerveza de 12 onzas, un vaso de vino de 5 onzas o un trago de 1,5 onzas de bebidas alcohólicas destiladas, como vodka, tequila, ron, ginebra o whisky.
- El consumo moderado de alcohol es de hasta una bebida al día para las mujeres y de dos bebidas al día para los hombres.
- El consumo compulsivo de alcohol es de cuatro bebidas o más para las mujeres o de cinco bebidas o más para los hombres en un lapso de tiempo de aproximadamente dos horas.
- El consumo excesivo de alcohol es una borrachera de cinco o más días en el último mes.
Algunas personas pueden ser capaces de mantener un consumo excesivo de alcohol durante unos años antes de experimentar daños significativos en el hígado, mientras que otras pueden empezar a desarrollar daños en el hígado con sólo un consumo moderado de alcohol. Limitar la ingesta de alcohol y ser consciente de cuántas bebidas se consumen en un momento dado reducirá las posibilidades de desarrollar daños en el hígado.
¿Se puede revertir o reparar el daño hepático?
La posibilidad de revertir o reparar el daño hepático depende de la gravedad del daño y de la fase en la que se encuentre la ERA. La enfermedad del hígado graso alcohólico puede revertirse, por ejemplo, si se deja de beber durante dos semanas o más. Durante este periodo de tiempo, su hígado puede volver a la normalidad.
Dependiendo de la gravedad de la hepatitis alcohólica, puede ser posible revertir el daño que se ha producido en el hígado. En los casos leves, es probable que los daños en el hígado se curen si se deja de beber alcohol para siempre. Sin embargo, la hepatitis alcohólica grave que no se trata puede convertirse en una afección potencialmente mortal de la que mueren muchas personas cada año.
La cirrosis hepática es la forma más grave de daño hepático y generalmente no es reversible. Si deja de beber inmediatamente, puede aumentar su esperanza de vida al prevenir cualquier daño mayor. Una persona con cirrosis relacionada con el alcohol que siga bebiendo tiene menos de un 5 por ciento de posibilidades de vivir más de cinco años, según informa el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.
Modo de mitigar el daño hepático
Si le preocupa el daño potencial que puede causar el consumo de alcohol a su hígado, hay medidas que puede tomar para reducir la probabilidad de causar daños graves. Dado que gran parte del daño hepático no es reversible, es importante tomar medidas para disminuir el daño hepático lo mejor posible. Las recomendaciones para reducir las probabilidades de sufrir daños en el hígado incluyen:
- Estar atento para mantenerse hidratado.
- Hacer ejercicio a diario.
- Consumir una dieta sana y equilibrada.
- Beber sólo con moderación cuando beba.
- También beber mucha agua cuando beba alcohol.
- Mezclar los medicamentos con alcohol lo menos posible.
- Si se da un atracón de alcohol un día, absténgase de beber durante los días siguientes.
- Dejar de beber por completo es su mejor manera de reducir el daño hepático, pero si eso no es realista, los pasos anteriores pueden ayudarle a mitigar el daño potencial a su hígado.
La enfermedad hepática es una de las principales causas de muerte en los Estados Unidos, por lo que tomarse en serio la salud de su hígado no es ninguna broma. En 2016, casi 4 millones de adultos fueron diagnosticados con enfermedad hepática, de los cuales más de 40.000 murieron.
La enfermedad hepática es totalmente prevenible. Depende de ti asegurarte de beber con responsabilidad y mantener bajo el riesgo de padecer una enfermedad hepática.
Consumo seguro de alcohol
Según la Encuesta Nacional sobre el Uso de Drogas y la Salud de 2015, más del 86 por ciento de los adultos en Estados Unidos declararon haber bebido en algún momento de su vida, y el 56 por ciento de las personas declararon haber bebido en el último mes.
El consumo de alcohol en Estados Unidos es algo habitual y puede hacerse de forma segura. La mayoría de las personas son capaces de consumir alcohol de forma responsable sin desarrollar ninguna complicación, como daños en el hígado.
Consumir alcohol de forma segura incluye ser consciente de la ingesta de alcohol y de lo bien que cuida su cuerpo fuera del consumo de alcohol. Beber mucho líquido, seguir una dieta saludable y hacer ejercicio con regularidad es esencial para mantener una función hepática saludable. Consumir alcohol con moderación cuando lo haga y evitar las borracheras son medidas adicionales para garantizar un consumo seguro de alcohol.
No todo el mundo necesita abstenerse del alcohol por completo, pero si ha desarrollado signos de daño hepático, es muy recomendable dejar de beber y buscar atención médica antes de que los síntomas empeoren.
Llámenos al (888) 700-5053 y estaremos encantados de responder a sus preguntas. Recupera tu vida comenzando tu viaje hoy mismo.