Cada año, en torno a la época navideña, millones de padres de todo el mundo participan en el mayor engaño relacionado con Santa Claus. Comienza en los primeros años de la vida de un niño cuando los padres prometen una abundancia de regalos de Papá Noel por su buen comportamiento.
Cuentan historias sobre el Polo Norte, el hombre gordo que vive allí y los elfos que hacen regalos de todas las formas y tamaños. Algunos padres incluso llevan a los niños a Laponia y los infantes descarriados pasan los primeros años de su vida creyendo en renos voladores.
En los años posteriores, los padres confiesan erróneamente a sus hijos que Papá Noel no era real y que sólo es una parte divertida de la Navidad. La triste realidad es que Papá Noel puede no estar vivo y coleando, pero fue una persona real.
También dejó caer regalos por las chimeneas y su biografía comienza en el país de Turquía, no en el Polo Norte. Hace poco tuve la oportunidad de visitar la ciudad en la que se forjó su reputación, pero pensé que hacía falta un poco de historia para explicar la historia.
Seis datos sobre Papá Noel y Turquía que no conocías
1 – Papá Noel nació en la ciudad de Patara, en la costa suroeste de Turquía, entre los años 260 y 280 de nuestra era. Técnicamente, la república de Turquía no se formó hasta 1923, por lo que, si se quiere dividir, Patara estaba entonces bajo el dominio de los licios.
2 – El verdadero nombre de Papá Noel era Nicolás y, en su vida adulta, se convirtió en el obispo de Myra, que era una ciudad situada más arriba de la costa de Patara. Ahora se llama Demre.
3 – Cuando los padres de Nicolás murieron, le dejaron mucho dinero y lo convirtieron en un hombre rico. Quería ayudar a la gente que era pobre, pero quería hacerlo en secreto, así que el ágil obispo solía subirse a los tejados de las casas de la gente y dejar caer monedas por la chimenea. Un día, un ciudadano le sorprendió en el acto y su buen carácter fue revelado a la ciudad.
4 – A su muerte, se erigió un monumento en la ciudad, pero pasarían varios años antes de que obtuviera el más sagrado de los títulos, el de San Nicolás. También se convirtió en el patrón de los marineros, pero más concretamente de los niños, ya que se le recordaba por darles nueces, fruta y dulces por su buen comportamiento. El soborno estaba vivo y coleando incluso en aquella época.
5 – El 6 de diciembre se asoció con la fiesta de San Nicolás y, en años posteriores, un obispo declaró el 25 de diciembre como el nacimiento de Jesús. Con el tiempo, las dos celebraciones comenzaron a fusionarse y esa fue la primera conexión entre Santa Claus, San Nicolás y las tradiciones del día de Navidad.
6 – A finales del siglo XIX aparecieron dibujos de San Nicolás alias Santa Claus con barba, pipa y una gran barriga. Había comenzado la transformación de un humilde santo llamado Nicolás en un hombre gordo y alegre que se da un festín de pasteles de carne y se mete en las chimeneas. (Dios sabe cómo surgieron el polo norte, los elfos leales y los renos voladores)
Con el paso de los años, la verdadera historia de Santa Claus ha quedado oculta en las sombras, conocida sólo por los religiosos o por quienes deciden rastrear la historia de San Nicolás o las tradiciones del día de Navidad.
Iglesia de San Nicolás en Demre
En mi reciente recorrido por la vía licia en Turquía, visité la iglesia de San Nicolás, donde obtuve una maravillosa visión de los humildes comienzos del hombre que más tarde sería conocido como Santa Claus.
Situada en la ciudad de Demre (¡muy lejos del Polo Norte!), la iglesia está abierta todos los días y el 6 de diciembre se realizan celebraciones especiales por el día dedicado a San Nicolás. También es la iglesia que guarda su sarcófago original, aunque sus huesos fueron robados en el siglo X por marineros italianos y ahora se encuentran encriptados en una iglesia de la costa sureste de Italia.
Notas especiales: Al entrar en la iglesia, conviene ser respetuoso aunque no se sea religioso ya que hay muchos haciendo cola para tocar el sarcófago de San Nicolás y también celebrar oraciones en la sala principal
Reclamación a todos los padres: ¡Bien, lo entiendo! La historia comercializada de Santa Claus, los renos, los elfos y el Polo Norte es más convincente cuando se trata de conseguir que los niños traviesos se comporten. Sin embargo, cuando crezcan, en lugar de confesarles que les has estado mintiendo durante los primeros años de su vida, háblales de San Nicolás, de sus orígenes y de cómo sus buenas acciones le hicieron ganarse un lugar en el corazón de los niños de todo el mundo.
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