La TECNOLOGÍA ha hecho posible muchas cosas. En el campo de la edificación y la construcción, ha permitido una forma poco convencional pero más eficiente de construir casas.
Imagine una línea de fábrica donde el producto fabricado es una sección de una casa. Digamos, una unidad de chimenea. Esta unidad de chimenea se construye en la fábrica por trabajadores cualificados que utilizan maquinaria precisa. A medida que pasa por las diferentes etapas en la línea de la fábrica, es inspeccionada por un equipo de control de calidad. Cuando la unidad de la chimenea está finalmente terminada, se aparta y se cubre para protegerla.
Imagina además que lo mismo ocurre con todas las demás secciones de la casa. Cuando todas están terminadas, se transportan al lugar de la casa con un camión de plataforma. Allí se ensamblan y se montan sobre una base fija. El resultado es lo que se llama una casa modular.
Una casa modular es una casa construida en varias secciones en una fábrica. Excepto por la parte en que la casa se construye en el interior, el proceso de construcción es prácticamente el mismo. Comienza en la fase de diseño, donde se utiliza un sistema de diseño asistido por ordenador para crear el plano. Cuando se aprueba el diseño y se expide el permiso de construcción, comienza formalmente el proceso de construcción en la fábrica (fabricante modular). Una vez construida, tiene todas las características, el atractivo y el encanto de una casa tradicional. De hecho, es casi imposible distinguir la diferencia entre ambas.
Además de su sorprendente parecido, la gente prefiere las casas modulares a las tradicionales por su calidad. Los defectos de diseño y fabricación son raros porque la casa se construye en el interior; es decir, los materiales utilizados no están expuestos a condiciones climáticas cambiantes que deteriorarían su calidad. Además, cada sección es inspeccionada cuidadosamente por un equipo de expertos en calidad.
Otro factor clave para elegir una casa modular es su eficiencia. Puede construirse en pocas semanas porque no se ve interrumpida por los problemas que suelen tener los constructores de casas tradicionales (es decir, retrasos por el clima, falta de materiales, falta de mano de obra). También por este motivo, las casas modulares son menos costosas. De hecho, si se construye correctamente, puede aumentar su valor.
Lo bueno de las casas modulares es el hecho de que no sólo son beneficiosas para el futuro propietario, sino también para el medio ambiente. Como la casa se construye en un entorno controlado, los residuos generados durante la construcción son limitados. Además, el impacto de la obra (por ejemplo, la erosión del suelo) se reduce porque la casa se construye en el interior. Por último, los materiales reciclables, que son difíciles de suministrar en una obra, pueden incorporarse al diseño a medida que pasa por la línea de fabricación.
De hecho, la tecnología no sólo nos da otra forma de construir una casa; también nos ha permitido tener una sin dañar nuestros bolsillos y, sí, el medio ambiente. De ahí que los futuros propietarios deban acoger la idea de poseer una casa modular. Además, no sólo queda bien por fuera, sino también por dentro.